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Toluca, Méx.- Martha Patricia Saturnino Medina y Elocaida Matilde Bermúdez tienen en común que son mamás, mexiquenses y ambas celebrarán el 10 de mayo desde el dolor, pues la primera busca el paradero de su hijo Egar Manuel Rendón Saturnino, desaparecido en marzo del 2022 y la segunda implora justicia por el feminicidio de Maicha Pamela, de 16 años de edad, asesinada en su casa el el 9 de mayo del 2020.
El dolor, la desesperación y el llanto son características que ambas madres tienen presente todos los días de su vida, pero que el 10 de mayo se agudiza, pues en los dos casos, la rabia y la frustración de no poder ver a sus hijos es una sombra espesa en una fecha donde ven a todas las madres abrazadas de sus hijos e hijas.
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"Solo muere lo que se olvida, tú no has muerto"
En el caso de Elocaida, el hace dos días acudió al panteón, donde descansan los restos de su hija para celebrar su cumpleaños, cumpliría 19 años de edad, la joven Maicha Pamela nació a las 7:45 de la mañana de un 5 de mayo del 2004. Su mamá dice que su hija le ha hecho sentir la felicidad más grande y el dolor más crudo.
Refirió que los días parecen pasar muy lento desde el feminicidio de su hija, sobre todo porque no alcanza la justicia al responsable de asesinar a su hija, ya que si bien fue aprehendido, no fue juzgado por el delito de feminicidio. Este nueve de mayo, le escribió a su hija una carta:
“Querida Maicha, hoy, a las doce del mediodía, de hace tres años, un asesino te arrebató la vida. Nuestro dolor e indignación no encuentran calma, tu asesinato fue como si arrancaran una flor, o rompieran una estrella, o como si alguiien secara un río con cemento.
Pero al ver todo lo que ha caminado tu familia, buscando que se nombre y se sepa lo que te pasó y que se haga justicia, parece que tú estas aquí, y que te has convertido en ese fuego y fuerza que los mantiene vivos y dandole sentido a sus vidas. Gracias Pamela, dicen que solo muere lo que se olvida, entonces tú no has muerto. Estás aquí y serás la luz de muchas otras mujeres que lucharemos hasta que ya no sea noticia, ni pan cotidiano el feminicidio; hasta que podamos vivir sin miedo a ser asesinadas en nuestra propia casa, como te pasó a tí. A que podamos expresarnos y pensar distinto y trabajar y crear para otras muchas mujeres que también serán libres…”
En cada búsqueda de su hijo se le hiela el alma a Martha
Martha, por su parte, dijo que se ha enfrentado a todo, sola inició la búsqueda de su hijo, con el paso de los meses logró el apoyo de un colectivo que le ayuda en la ruta, pues a su hijo parece haberlo tragado la tierra. Gracias a él, dijo, ha aprendido de todo, conocido los sitios más lúgubres y los que menos pensó visitar, desde un Semefo hasta escarbar la tierra, llegar a lagos y ríos donde podría estar su hijo.
“Cada vez que entras a un forense o revisas las fotos de los cadáveres en la Fiscalía se te cierra el mundo, se nubla todo, pero también te preguntas si descansas al no hallarlo entre los cuerpos fríos”, lamentó.
Comentó que ha ido a búsquedas en ríos, canales, lagos, en el canal de Chimalhuacán encontraron restos de una persona, pero igual no sirvió de mucho, pues los servicios forenses de la FGJEM no pudo entregar los resultados rápido sobre alguna similitud con alguna prueba de ADN.
A Edgar, su hijo, lo sacaron de su casa, pasó un año y no saben qué pasó o por qué se lo llevaron. Rota, con lágrimas en los ojos, dijo “yo no festejo el 10 de Mayo, por lo menos yo no. Siento un vacío, me falta algo, es muy difícil, mi hijo cumplió años el 19 de abril y en marzo un año de desaparición, es un dolor que nadie siente. Mi hijo me decía: felicidades jefa y me daba un abrazo, lo único que deseo es encontrarlo vivo o muerto”.
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