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Chalco, Méx.—“Vamos a dar clases con 50% de la matrícula, pero vamos a echarle ganas para sacar adelante a nuestra escuelita y a nuestros niños”, afirmó María Luisa Molina, directora del colegio preescolar Paulo Freire, una de las dos escuelas afectadas por las inundaciones en el municipio mexiquense de Chalco.
Con un grupo de 19 niños, la directora comenzará a impartir clases este lunes en una biblioteca en el Centro Regional de Cultura de Chalco Chimalpahin, que le fue otorgada por el gobierno municipal, ya que su escuela no está en condiciones de recibir a los alumnos.
“Platicando con algunos papás, vamos a trabajar en dos modalidades, presencial y en línea. Vamos a empezar el lunes con las dos, pero aquí definitivamente no, hasta que nuestras autoridades nos autoricen y revisen que todo esté limpio y en orden”, indicó la directora.
A pesar de que el nivel de agua en las instalaciones de su colegio se ha reducido significativamente, los accesos al lugar aún se encuentran afectados por las inundaciones, la puerta de la escuela está cubierta por costales de arena para evitar el paso del agua y las zonas de jardinería, pisos de los salones y áreas comunes de la misma aún no han sido recuperados en su totalidad.
Por ello, 16 niños tomarán clases presenciales en las instalaciones del Centro Regional Cultural Chimalpahin y tres lo harán en línea, lo que representan 50% de los alumnos inscritos en la escuela antes del comienzo de la inundación.
Este viernes, el gobierno del Estado de México informó que los alumnos de 19 escuelas públicas y dos privadas —entre ellas el colegio Paulo Freire—, ubicadas en la zona afectada por las inundaciones, regresarán a las clases hasta el 9 de septiembre, dos semanas después del inicio del ciclo escolar oficial, para garantizar buenas condiciones en las instituciones y realizar limpieza profunda en aulas, cisternas, así como verificar los sistemas eléctricos, el agua potable y el drenaje.
“Sólo hay una escuela afectada, que es un jardín de niños que está viendo una opción adicional, pero hay 19 escuelas que se encuentran en el entorno. La gobernadora instruyó que se brindaran las condiciones adecuadas de potabilidad para poder reactivar las clases”, informó ayer Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad estatal, en entrevista durante un recorrido en el municipio.
Uno de estos niños que no tendrá la oportunidad de regresar a clases en tiempo y forma es Ayael Figueroa, quien es alumno de una escuela pública cercana. El menor de 11 años de edad ahora se encuentra en el albergue del Centro de Desarrollo Comunitario Culturas de México, pues su hogar aún está anegado por las aguas negras.
“No pues cómo van regresar si no hay útiles, no hay mochila, no hay uniformes, todo lo perdimos con el agua”, expresó su madre, quien se encuentra viviendo con Ayael y sus otros cinco hijos en el albergue.
Ayael no sólo perdió sus útiles escolares, también su ropa y sus juguetes, los cuales tuvo que dejar bajo el agua una vez salió de su casa.
“Me molesta el agua porque no podemos salir a jugar y no podemos divertirnos. Las clases creo que van a ser en línea, pero no tengo internet ni computadora, entonces no sé cómo las voy a poder tomar. No creo poder empezar este lunes, pero ya quiero volver”, dijo.