Toluca, Méx.- Decenas de familias pasan la noche en casas de campaña afuera del Hospital del Niño, ubicado en Toluca, a la espera de que sus hijos e hijas sean dados de alta, la mayoría provenientes de comunidades alejadas y personas de escasos recursos que no pueden enfrentar el gasto de traslado hasta sus hogares, se exponen a las bajas temperaturas que se resienten en la capital mexiquense.
En medio de la espera, la zona se ha ocupado de puestos ambulantes que venden lo mismo pambazos que bufandas y que se encuentran a lo largo de las aceras, en donde se complicó el paso de los transeúntes debido a la cantidad de locales ambulantes.
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Entre anafres, sombrillas y cubetas o bancos de plástico las familias esperan noticias sobre sus pacientes, la mayoría niños y niñas enfermos de neumonía, pues las bajas temperaturas en regiones como Zinacantepec, las faldas del Nevado de Toluca o Ixtlahuaca provocaron un alza en enfermedades respiratorias, sobre todo entre la población vulnerable.
Sin que haya control o restricciones, los vendedores ambulantes se instalan frente a la fachada del hospital y de acuerdo con testimonios, ha crecido la presencia, especialmente hacia las últimas semanas.
“Tengo tres días aquí con mi nieto internado, pero no he podido entrar al albergue a dormir porque está lleno. El frío aquí en la banqueta es muy duro, pero no podemos irnos porque el gasto es mucho y el dinero lo hemos ocupado en comprar las medicinas que en el hospital no hay”, dijo la señora Esmeralda.
Acompañada por dos hijas, que durmieron en el piso esa noche, comentaron que viven en Atlacomulco, no tienen vehículo ni dinero, no es posible invertir lo poco con que cuentan en pasajes de autobús y el trayecto hasta su casa implica más de dos horas, lo que hace imposible ir.
“Aquí tenemos que estar por los informes, pero no hay lugar en el albergue”, dijo Carolina.
Al hospital llegan organizaciones civiles para ayudar a la gente con café, pan, algo de comer y cenar, pero no todos alcanzan pues son muchas las familias que deben esperar.
“Abre el día por ahí de las 12:00, mientras a taparse con lo que haya. Nos han prestado plásticos y las casas de campaña se rentan también, no tiene uno que traerlas. Yo apenas ayer entré al albergue, porque se desocupó un sitio, pero tengo una semana acá y no se había desocupado nada”, comentó.
En Toluca las temperaturas descendieron hasta los cero grados en algunas zonas, especialmente durante la madrugada y la sensación térmica es menor, por lo que la estancia en la acera hace todavía más duro resistir las condiciones del clima, coincidieron los familiares.