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Metepec, Méx.- Con 10 metros de largo y cinco de alto, el nacimiento de la familia Vargas Ruiz se ha convertido en un atractivo en San Lorenzo Coacalco, municipio de Metepec.
La señora Erika Yazmín Ruiz Vargas platicó que la tradición de instalar un nacimiento vistoso inició con su mamá, en la delegación Álvaro Obregón, de la Ciudad de México, en 1985. En ese entonces, medía apenas dos o tres metros; sin embargo, con el tiempo y el cambio de casa hacia el Pueblo Mágico de Metepec, comenzaron a ampliar la zona donde colocan las cerca de 400 figuras que componen su nacimiento.
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“Empezaron mis papás en la CDMX, después nos venimos para acá, aquí ya cada año comenzó a crecer el número de muñequitos y empezó a crecer. Comenzó a los dos o tres metros cuadrados porque era un jardín pequeño, pero con el tiempo fue creciendo”, comentó.
Dijo que algunas piezas han pasado por varias generaciones, la más antigua es la cueva del diablo, la cascada con agua, la matanza de Herodes que ya está incompleto, pues con los años se han presidido piezas, pero aun así “no lo dejo de poner, por el valor sentimental”.
La señora Erika comentó que el nacimiento no tiene todos los pasajes, no es completamente bíblico, pues faltarían varias escenas; sin embargo, procuran hacer lo más extenso posible para cubrir la dimensión de nacimiento que proyectan cada año.
“Sí tiene algunos pasajes y voy por más. Quizá no lo puedo agrandar tanto, pero sí puedo meterle más pasajes. La gente siempre se detiene a verlo, cuando lo voy a poner tapo completamente y colocamos un anuncio invitando a los vecinos al encendido del nacimiento que es tradicionalmente el 1 de diciembre”, comentó.
Es así que una tradición familiar se ha convertido en motivo de unión para la comunidad, pues a casa de los Vargas Ruiz llegan vecinos con tamales, café, atole y otros alimentos que aportan para convivir como una gran familia, mientras observan con detenimiento las cientos de figuras que dijeron los integrantes de esta familia, “parece que anuncian el inicio de la navidad”.
Entre el nacimiento es posible observar montañas, ríos, chozas, ángeles, cabañas, caballos, gallinas y otros animales. Un cielo estrellado, nopales, burros y otras pequeñas figuras que van dando vida al nacimiento, al que este año acudieron más de 250 personas para su encendido y que podrán disfrutar quienes atraviesan por la calle Miguel Hidalgo, en Metepec.
