Naucalpan, Méx.— Todos los días, decenas de autos son desvalijados en el Estado de México, donde ladrones desprenden espejos, tapones, computadoras y hasta llantas a vehículos estacionados en las calles e incluso dentro de estacionamientos privados, en robos que superan los 50 mil pesos en coches de alta gama, de acuerdo con testimonios de víctimas y cifras oficiales.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) recibió 2 mil 116 denuncias por autos desvalijados en los primeros siete meses del año, cifra 7.4% mayor a los mil 958 en el mismo periodo de 2023, según información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
“Se llevaron los faros de mi camioneta Audi y reponerlos me costó más de 50 mil pesos”, relató Carlos, un automovilista víctima de robo en calles de Ciudad Satélite.
“Al llevarse los faros los ladrones desprendieron la facia de mi camioneta y la reparación sumó más de 60 mil pesos”, expuso Lilí al relatar que el hurto ocurrió cuando fue a un restaurante en Satélite.
El robo de autopartes normalmente no se reporta ante la fiscalía mexiquense por las horas que se pierden en el Ministerio Público. “Tendría que dejar de trabajar y eso me sale más caro”, señaló Ismael, a quien le robaron unos espejos.
Los ladrones normalmente eligen vehículos de alta gama cuyos espejos, faros y parrillas tienen un costo alto de varios miles de pesos en la agencia; incluso en estos casos, muchos automovilistas consideran que no sirve de nada denunciar, por lo que la cifra negra de este delito es mayor a la oficial.
En menos de 50 segundos, un ladrón desprendió ambos espejos laterales de dos autos estacionados en Ciudad Satélite, donde además en compañía de un cómplice se dieron el lujo de realizar robos en serie en una sola calle donde en unos minutos desvalijaron autopartes de varios vehículos la madrugada del sábado 7 de septiembre.
En imágenes grabadas por cámaras de seguridad, se observa la llegada de un auto color gris del que desciende un joven y se monta sobre el espejo lateral y posteriormente va por el otro, para desprenderlos en una acción que le llevó unos 30 segundos, tras lo cual subió las piezas robadas al vehículo donde lo esperaba al menos un cómplice.