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Aunque el cuerpo del empresario Íñigo Arenas Saiz fue hallado en el bar Black Royce en Naucalpan, la fiscalía del Estado de México aseguró que el celular de la víctima fue rastreado en la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Según la indagatoria basándose en detalles telefónicos y mapeos técnicos de movilidad, establecen que el equipo telefónico propiedad de la víctima fue apagado a las 00:05:09 horas del domingo 6 de agosto en la alcaldía Miguel Hidalgo en la CDMX.
Mientras que a las 06:41:25 horas del mismo día, el celular fue encendido en el área de Santa Martha Acatitla en Iztapalapa, fecha y lugar en la que registra su última actividad, la cual se identifica a las 11:37:22 horas.
Por lo anterior, agentes de la Policía de Investigación continúan con el análisis de los detallados, tanto de la línea como del dispositivo móvil para establecer su ubicación actual.
En 40 minutos, Iñigo Arenas gastó 40 mil pesos y murió
El análisis de videos y entrevistas a los detenidos, que realizó personal de la Fiscalía general de Justicia del Estado de México, establecieron que luego de que el empresario de 41 años ingresó al bar Black Royce cerca de las 3 de la mañana, lo situaron en un área de la planta baja, en donde estuvo acompañada por cuatro empleadas del lugar, identificadas como Aritzi Abril , Ana Karen , Cecilia y otra Ana Karen quienes ordenaron diversas bebidas y aparentemente le suministraron sustancias a la víctima, cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso de la FGJEM.
A las 04:59 horas estas mismas mujeres, junto con Eduardo el capitán de meseros del lugar y otra persona aún por identificar, lo habrían persuadido de subir a un área identificada como “VIP” en la planta alta, a lo cual accedió la víctima.
Al llegar a la zona exclusiva Iñigo Arenas, acompañado por dos hombres y las cuatro mujeres, le expendieron cuatro botellas de bebidas, con un valor de 10 mil pesos cada una; por lo que, a las 05:07 horas, la cajera del lugar ingresó a esa área para realizar el cobro de 40 mil pesos con cargo a una tarjeta bancaria de la víctima, relataron autoridades de la Fiscalía mexiquense.
Luego del cobro, el empresario permaneció con las cuatro femeninas en la zona VIP y una vez transcurridos aproximadamente 40 minutos, una de las femeninas dijo al encargado de seguridad, identificado como Carlos Daniel , que la víctima “se siente mal y se puso morado”, por lo que, al notificar esta circunstancia, personal del establecimiento “le practica RCP”.
La Fiscalía determinó que la causa de la muerte Iñigo Arenas fue “por asfixia mecánica por sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico con presencia de alcohol y de sustancias químicas de naturaleza controlada, que limitaron su conciencia, funciones motoras y que en grado de probabilidad habría propiciado su deceso”.
Por ello personal de la Fiscalía mexiquense, con apoyo de perros realizaron un cateo al bar Black Royce donde obtuvieron “muestras de pastillas y sobres con contenido de diversa índole que dieron resultado presuntivo a clorhidrato de cocaína (Nark Id Cocaine); recipientes para aplicación de gotas, cuyo contenido está siendo objeto de análisis químico; así como equipo de grabación y diversos documentos relacionados con la operación del lugar y del evento investigado”.