Ecatepec, Méx.-Una juez del Poder Judicial del Estado de México vínculo a proceso por el delito de maltrato animal en agravio al trato digno y respeto a su vida e integridad física a Sergio “N”, expolicía de la Ciudad de México y determinó también prisión preventiva justificada mientras dura el proceso en su contra porque consideró que es un peligro para la sociedad y para los animales.
Estableció un mes como plazo para el cierre de la investigación complementaria, tiempo en el que estará recluido en el penal estatal de Chiconautla.
Al escuchar la decisión de la impartidora de justicia el presunto responsable de la muerte de un perro al que arrojó a un cazo de manteca hirviendo y luego murió por la gravedad de las heridas, bajó la cabeza para llorar mientras se encontraba en el área de seguridad del juzgado oral adscrito al penal de Chiconautla en Ecatepec, en donde está recluido desde ayer en la tarde.
Esta mañana se llevó a cabo la audiencia de formulación de imputación en contra de Sergio de 30 años de edad, quien tenía su domicilio en San Pablo Tecalco, municipio de Tecámac, donde ocurrieron los hechos que fueron grabados por una cámara de seguridad y que se difundieron después en las redes sociales, causando la indignación de la sociedad.
En la diligencia que duró casi tres horas, se expuso que Sergio “N”, el domingo en la mañana entró a la carnicería con razón social “Chucky”, localizada en la calle Benito Juárez, en San Pablo Tecalco, para reclamarle a Óscar, el encargado del negocio, por qué molestaba a su esposa.
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“Por qué andas molestando a mi vieja, ahora sí te vas a morir hijo de tu pinche madre”, le gritó y amenazó con una pistola que llevaba consigo.
Luego tomó un cuchillo que utilizan para cortar la carne y también le advirtió que le quitaría la vida por su osadía.
Óscar le dijo que se calmara a Sergio, quien aparentemente estaba alcoholizado y que se fuera de su local.
Al salir del establecimiento Sergio tomó entre sus manos a un perro color negro con beige que estaba en la vía pública frente a la carnicería y lo arrojó al cazo que hervía con manteca, donde preparan el chicharrón y luego se fue en su vehículo marca Volkswagen, tipo Pointer, color blanco.
El perro, de entre seis a ocho meses de edad, lo sacaron del recipiente y lo fueron a abandonar a un lote baldío atrás de la carnicería, donde tuvo una larga agonía y luego murió.
Integrantes de la protectora de animales Peludos Desamparados, fueron notificados por uno de sus seguidores en redes sociales de lo que había ocurrido y llegaron al sitio para brindarle ayuda.
La necropsia determinó que el can, quien era llamado Scooby, tenía quemaduras en varias partes del cuerpo y la causa de su muerte fue por un paro cardiorrespiratorio.
La agente del Ministerio Público le pidió a la jueza la vinculación a proceso del imputado porque argumentó que existían los datos de prueba para demostrar la responsabilidad de Sergio “N” en el delito de maltrato animal.
La impartidora de justicia le preguntó al acusado si estaba de acuerdo en que se resolviera su situación jurídica en esa audiencia o solicitaba que se ampliara el plazo a 72 horas, pero Sergio y abogado autorizaron que se decidiera este miércoles.
Fue entonces que la jueza, al analizar las pruebas aportadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, determinó su vinculación a proceso porque expuso que había argumentos para demostrar su presunta responsabilidad en la muerte de un ser vivo, el cual tuvo una larga agonía, por lo que explicó que tuvo una conducta antijurídica.
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La juez expuso que Sergio no actuó en legítima defensa porque no estuvo en riesgo de ser atacado por el perro, por lo que no se justifica su actuación al aventar al can al cazo de manteca hirviendo, lo que le ocasionó la muerte horas después.
Fijó tres días para cualquier apelación de las partes involucradas en el proceso.
El agente del Ministerio Público pidió a la juez la medida cautelar de prisión justificada porque si salía de la cárcel podría hacerle daño a Óscar, el testigo de los hechos y con el que tuvo el altercado.
Además de que podría huir de la acción de la justicia otra vez, como sucedió después de los hechos del domingo que se refugió en un domicilio de la colonia Culhuacán, en la alcaldía de Coyoacán, en la Ciudad de México, donde fue detenido ayer.
El representante legal de Sergio calificó de excesivo lo propuesto por la fiscalía y le solicitó a la impartidora de justicia que le impusiera una fianza y firma periódica para que fuera dejado en libertad.
La jueza expresó que Sergio no merecía ninguna consideración por lo que hizo.
“Qué mínima intervención se le puede dar a un tipo que arroja a un perro a un cazo con manteca hirviendo”, dijo.
Y decidió imponerle la prisión preventiva justificada mientas dura el proceso porque Sergio representa un peligro para la sociedad y para los animales.
Sergio “N”, quien vestía una playera blanca y pantalón de mezclilla azul, bajó la mirada y lloró al escuchar la decisión de la juez.
Al término de la audiencia el abogado de Sergio “N”, Saúl Cruz, dijo que la determinación de la juez fue la adecuada y que su cliente le reveló que está arrepentido de lo que hizo y está consciente de las consecuencias legales que tendrá para él.