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Tultepec, Méx.— Al grito de “¡fuego, fuego, fuego!”, pobladores de San Antonio El Cuadro quemaron una decena de toritos en honor a San Antonio de Padua, acompañando la celebración con un baile popular, feria y alimentos para los asistentes.
En una pequeña parroquia con capacidad apenas para unas 50 personas, ubicada en la calle Insurgentes, los creyentes del santo llegaron cargando imágenes de San Antonio, otros empujando los toros sobre ruedas y unas mojigangas que bailaron al son de la batucada.
“Yo llevo aquí toda mi vida. Mis papás son de aquí. Mis abuelos nacieron aquí y estas fiestas son de siempre. La quema de toros es tradicional para las festividades de los diferentes barrios, que en esta ocasión corresponde a San Antonio de Padua, que festejan en San Antonio El Cuadro y San Antonio Xahuento”, explicó Marcelina Urban.
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La quema de toritos tuvo una actividad previa que fue el recorrido por las diferentes calles de la comunidad de San Antonio El Cuadro, siguiendo a los feligreses quienes cargaban una imagen del santo de aproximadamente dos metros hasta llegar a la parroquia.
Ahí, comenzó un baile con las mojigangas y una serie de toros pequeños al compás de: “¡Ahí viene el toro, ahí viene el toro!”, artesanías que eran giradas en diferentes direcciones por sus creadores hasta que terminó de consumirse la pirotecnia que le fue montada.
Al mismo tiempo, a unos 10 metros del punto de baile, en medio del humo, jóvenes sin playera corrían primero cargando minitoros en sus hombres, mismos en los que se quemaba la pirotecnia, destellando luces de diferentes colores y provocando la euforia de los asistentes, algunos cubiertos del rostro con sudaderas para evitar quemaduras.
Posteriormente llegaron los invitados especiales, unos toros de mayor tamaño, de aproximadamente dos metros de altura y cargados con más pólvora. Los más intrépidos corrían junto a ellos esquivando los cohetes brincando y arriesgándose a que les impactaran en la piel al descubierto.
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“Nos une como comunidad, como barrio. Como barrio todos somos creyentes de San Antonio y todas las fiestas que hacemos pues son para eso, para la convivencia de los vecinos y la mayoría de comida y actividades se donan para los niños, principalmente”, comentó Marcelina, quien junto a su esposo trabaja en un su propio taller de pirotecnia llamado El Caperuzo.
La costumbre indica que para efectuar la celebración de los santos en cada barrio, se conforman mayordomías, vecinos del lugar que organizan y se encargan de buscar a las familias que estén dispuestas a donar para la festividad, celebrar las misas, preparar la comida, cantar Las Mañanitas e incluso llevar mariachi.
“Es una ofrenda a San Antonio de Padua, el poder donar comida o un mariachi para que le cante Las Mañanitas en su día. Llevamos prácticamente todo junio de fiesta porque su día fue el 13 (de junio), pero la festividad acaba con la misa y Mañanitas”, contó Rodolfo Bernal.