“Se lo dejo a Dios, afortunadamente yo estoy vivo, aunque mi triciclo de tamales quedó dañado”, afirmó Saturnino Matías Santiago quien fue embestido presuntamente por la conductora de una camioneta blanca tipo Kia en la entrada de Jardines de Bellavista en la zona limítrofe con Ciudad Satélite.
Este vendedor de tamales, el segundo que es atropellado por conductores en el Estado de México en el lapso de dos semanas, fue en embestido por la conductora de una camioneta Kia, quien chocó de frente su vehículo con el triciclo derribando a Saturnino y huyó del lugar, sin detenerse para auxiliar al hombre de 32 años de edad.
Los hechos se registraron el pasado 4 de enero en la entrada de Jardines de Bellavista , en la zona limítrofe entre Naucalpan y Tlalnepantla, señalaron vecinos.
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Colonos de Ciudad Satélite y de Jardines de Bellavista señalaron que el vendedor de tamales es conocido porque oferta sus alimentos en la calle de Lauro Aguirre, por lo que convocaron a identificar al propietario de la camioneta de color blanco, presuntamente Kia que era conducida por una mujer “para que se haga responsable por humanidad de los daños”.
Pese al choque que derribó al vendedor de tamales y a que su triciclo y mercancía se vieron afectados, el hombre no pide nada, solo quiere poder seguir trabajando.
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EL UNIVERSAL acudió a la calle de Lauro Aguirre esquina Adolfo López Mateos, donde localizó al vendedor de tamales, quien relató que quedó aturdido y con un fuerte dolor de cadera al ser derribado por la camioneta.
“Sólo pensé en levantarme, quedé aturdido por lo que no pude tomar el número de placa de la camioneta, sólo alcancé a ver que la conductora era una mujer y llevaba niños, pero ni por eso se detuvo, aceleró y como llevaba ‘tag’ accionó las plumas de acceso a su fraccionamiento y entró a Jardines de Bellavista”, relató el vendedor de tamales.
Afortunadamente “creo que no me pasó nada, sólo tengo el cuerpo adolorido y mi triciclo se afectó en sus dos rines, por lo que lo tuve que enviarlo a reparar con materiales usados y me cobran 3 mil 800 pesos”, afirmó Saturnio Matías.
En tanto usa otro triciclo que es de su padre, porque no puedo dejar de trabajar, “yo no le deseo mal a nadie y se lo dejo a Dios, son cosas materiales que se pueden reponer pero no la vida, aunque por humanidad la conductora debió detenerse”, afirmó Saturnino en entrevista con EL UNIVERSAL.
Cabe recordar que apenas el 24 de diciembre Jorge Claudio, otro vendedor de tamales fue arrollado y murió en calles de Cuautitlán Izcalli por el conductor de una auto Mini Cooper quien conducía a exceso de velocidad en estado de ebriedad y también huyó del lugar del siniestro, no obstante fue detenido en dos ocasiones y en la segunda un juez decidió vincularlo a proceso por homicidio doloso, por lo que deberá permanecer en prisión mientras dura su juicio.
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bmc