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Cuenta la leyenda que hace muchos años, en Dzitnup, poblado de Valladolid, en Yucatán , había unos campesinos que tenían un cerdito travieso al que le encantaba correr entre los árboles y la vegetación, pero siempre regresaba a casa de sus dueños cubierto de lodo, incluso durante la temporada de sequía.
(Foto: Istock)
Los dueños, curiosos e intrigados por saber de qué forma el cerdo encontraba agua para enlodarse, un día decidieron seguirlo. El marranito los llevó hasta la entrada de una cueva. Cuando descubrieron que se trataba de un maravilloso cenote , decidieron bautizarlo como X’kekén ("cerdo", en maya).
X’kekén
es considerado uno de los cenotes más hermosos de México . Tiene tres entradas. Justo en medio de la bóveda de la caverna hay un agujero por donde se filtra un haz de luz que ilumina el espejo de agua cristalina del cenote . Además de las estalactitas y estalagmitas de múltiples formas y tonalidades, este juego de luces le otorga una atmósfera mística al lugar.
En la poza cristalina, que en su parte más honda tiene 20 metros de profundidad, se puede nadar plácidamente y hacer esnórquel para observar a los peces que la habitan.
Es necesario recordar que los antiguos mayas consideraban que los cenotes eran portales al inframundo, el Xibalba , que conectaban el plano de los vivos con el de los muertos.
De acuerdo con el censo de cenotes y grutas de la Secretaría de Desarrollo y Medio Ambiente del Estado (Seduma) , en Yucatán existen alrededor de dos mil 241 cavidades de este tipo.
