A solo un par de horas de camino desde la Ciudad de México se llega a Cholula, Puebla, el punto de partida hacia un viaje carretero que incluye pueblos mágicos y bosques para respirar aire fresco. Las carreteras tienen muchas curvas, subidas y bajadas, además de que hay tramos que suelen sufrir bastante en época de lluvias, por lo que es recomendable viajar de día y con la precauciones necesarias.
La contingencia sanitaria continúa. Pero si crees estar listo para volver a dar una vuelta por algún destino de México y tienes al menos cinco días de vacaciones para dejar atrás los meses de confinamiento, te recomendamos esta ruta. No olvides mantenerte al tanto de los protocolos y de las actualizaciones sobre las restricciones de actividades y aforos en el estado de Puebla.
Desde la CDMX conduce durante dos horas (dependiendo del tráfico) hacia el Pueblo Mágico de Cholula. Llega directo al restaurante Ciudad Sagrada para almorzar en su jardín con una vista increíble hacia el Santuario de la Virgen de los Remedios, el templo icónico de Cholula.
Visita el Museo Regional en lo que fue un hospital psiquiátrico en tiempos del porfiriato. Cuenta con ocho salas de exposición sobre la historia de Puebla. Incluye una colección de alebrijes.
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Muy cerca de ahí está, precisamente, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios , construido en el siglo XVI, sobre Tlachihuatépetl. Se dice que es el basamento piramidal más grande del mundo y uno de los sitios arqueológicos más antiguos del estado.
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Anímate a dar un paseo por las calles de su centro histórico. En la Plaza de la Concordia están los portales, un complejo de 46 arcos del siglo XVI que son los más largos de su tipo en el país.
En media hora llegarás al centro de Puebla. Prueba una cemita o, si vas en en estos días, un chile en nogada. Pasea por sus calles antes de ir a dormir en alguno de los hoteles boutique de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad .
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No abandones Puebla sin antes visitar el Museo Amparo —de arte prehispánico, virreinal, moderno y contemporáneo de México— o el Museo Internacional del Barroco, cuya colección se encuentra alojada en un recinto vanguardista, obra del arquitecto japonés Toyo Ito, Premio Pritzker de Arquitectura 2013.
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Toma nuevamente el auto y en dos horas y media estarás en el Pueblo Mágico de Chignahuapan, dedicado a la elaboración artesanal de esferas navideñas. Es posible visitar algunos de sus talleres (como El Castillo de la Esfera) y hacerte de tus adornos con mucha anticipación y a buenos precios.
A media hora está Zacatlán de las Manzanas, otro Pueblo Mágico famoso por su gran reloj floral y los diferentes tipos de sidra que se elaboran artesanalmente en varias bodegas y negocios. Puedes pasar la noche aquí. Tienes que probar el pan de queso. Es toda una delicia.
A menos de media hora de Zacatlán está uno de los atractivos naturales más imponentes de Puebla : el Valle de Piedras Encimadas. Como su nombre lo dice, se trata de una serie de rocas monumentales, unas encima de otras, formando caprichosas figuras. Se puede hacer senderismo, montar a caballo o rentar una cuatrimoto.
Foto: Comisión Mexicana de Filmaciones
Conduce hora y media hacia el parque natural Cascadas Tulimán y pasa la noche en una de sus coquetas cabañas de madera en medio de un frío y espeso bosque. El parque implementó medidas de bioseguridad para evitar contagios.
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Foto: Cortesía Cascadas Tulimán
Anímate a deslizarte en una tirolesa, practica tiro con arco, emprende una caminata o escala un árbol. Disfruta de la naturaleza. En este centro ecoturístico nace una cascada dividida en tres cuerpos que suman aproximadamente 300 metros de altura. El lugar cuenta con un restaurante. Tulimán es un sitio alejado de todo.
Después de este vigorizante recorrido, o muy temprano, al día siguiente, regresa a la CDMX. El trayecto aproximado es de tres horas.
Casetas de cobro: 542 pesos de ida y vuelta.