México no se destaca por destinar parte de sus ingresos a la prevención de enfermedades y el cuidado de la salud. Por eso, cuando se desató la pandemia de covid-19 , las aseguradoras redoblaron esfuerzos para recalcar lo indispensable de sus servicios, en especial si estás lejos de casa pues el costo de un percance puede significar "un golpe a tu patrimonio", asegura en entrevista con EL UNIVERSAL Luk Vanderstede, director general de Bupa México .
"Es lamentable decir que el foco en la salud siempre se ha visto como un gasto, no como una inversión. Si me voy a las cifras de la Asociación de Aseguradoras Británicas (ABI), el crecimiento a nivel de seguros de gastos médicos mayores (tanto individuales como colectivos) fue un poco 'anémico' de 2010 a 2017. Estamos hablando de 10 u 11 millones de vidas cubiertas en un país de 120 millones de habitantes.
"Lo que hace ante un evento médico la mayor parte de la población, sea en el país o estando de viaje en el extranjero por trabajo o, sobre todo,por turismo , es sacar el dinero de su bolsillo. Esto representa el 40% de lo destinado a la salud en México: ¡es una barbaridad! Sí hay que pagar una póliza cada año pero, cuando sucede algo, la prima contra el valor del siniestro va a quedar justificada como un retorno en la inversión, no como gasto", subraya.
De acuerdo con Vanderstede, basado en datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros ( AMIS ), el promedio de un evento médico (accidente, enfermedad, etcétera) en el extranjero es de 300 mil pesos mexicanos, "lo cual es un golpe a tu patrimonio si no tienes un seguro . La población sale y dice: 'a mí no me va a suceder y, si me sucede, pues veremos'. Ese 'veremos' es la falta de planeación", lamenta.
Cuando vas al extranjero, sea por trabajo o sea de turismo, absolutamente recomiendo que estés cubierto con un seguro de gastos médicos, de viaje, algo que te proteja en eventos inesperados, que siempre pueden suceder, y tener la tranquilidad de salir cubierto"
Dejar tu salud en manos de la suerte
Para el directivo, el problema va más allá, pues entra en juego un mal hábito de los mexicanos : autodiagnosticarse y automedicarse . Aunado a ello, en el viajero se puede despertar cierta desconfianza o inquietud porque no sabe cómo son los médicos y hospitales del país en el cual se encuentra.
"La mayoría de las veces, si están fuera del país y sufren un accidente, padecimiento, etcétera, primero revisan la farmacia que llevan en la maleta, un mundo de medicamentos, y se van automedicando. Tengo fiebre, tomo paracetamol; estoy mareado, tomo dimenhidrinato.
"Pero eso ya no funciona cuando estamos hablando de situaciones que se están convirtiendo en algo un poco más serio, molesto o complicado. O, bien, se aguantan porque se regresan en tres días; o ven en Google qué se dice sobre cierta enfermedad. Se sigue esta tendencia de ver cómo lo resolvemos nosotros mismos", puntualiza.
Es fundamental salir con una buena cobertura y no solo una de emergencia, sino una permanente que cubra el accidente. Muchos productos lo tienen ya como una opción internacional, para que puedas tratarte en otro país, de ser necesario.
Un producto relativamente nuevo y a la alza
Luk Vanderstede menciona que los seguros internacionales nacieron en los años ochenta, ofreciendo cobertura global en materia de gastos médicos , originalmente, a las personas que viajaban con cierta frecuencia.
En la actualidad, añade, uno de los referentes en cuanto a cultura de la prevención en Latinoamérica es Chile y, después, Brasil. No obstante, "debido a la pandemia hemos visto, como industria, un incremento general en la demanda de productos de cobertura , protección y prevención . Se ha visto en todos los grados de gastos médicos , sean de grupo, individuales, nacionales o pólizas internacionales. Creo que tiene que ver también con la conciencia de que la salud va antes que nada", concluye.