A las cinco de la tarde, la llamada al rezo musulmán comienza a sonar y se entremezcla con los ritmos del reggaetón árabe en las falucas , barcas egipcias más o menos modernas que al anochecer iluminan las aguas del río Nilo en El Cairo , la capital de Egipto , con sus luces parpadeantes de colores.
Navegar por el río Nilo en faluca es una de las actividades imperdibles para muchos visitantes. Hay de dos tipos: las más tradicionales que surcan el Nilo a vela, y las de motor, que por la noche son lo más parecido a una discoteca flotante.
Foto: Istock
Pero estos salones de fiesta tienen códigos distintos para el pasajero egipcio y el extranjero. “Para los foráneos está permitido traer alcohol, para los egipcios no. Yo no bebo”, explica el egipcio, Ali Mohammed Ali mientras navega en una de las 10 falucas que tiene en su embarcadero.
Los encargados de las falucas muestran su satisfacción al ver que las mujeres turistas bailan en sus embarcaciones y en algunas ocasiones hasta les piden fotografías con ellas. Sin embargo, no permiten que sus esposas bailen delante de otros hombres.
Leer también: En Egipto puedes tomarte selfies gratis con las momias
Turistas y egipcios organizan sus propias fiestas a bordo al ritmo de las canciones de reggaetón árabe del momento, la denominada música shaaby (popular). “La música es una publicidad para nosotros y solemos hacer que los turistas bailen”, afirma Mohammed Ali.
Cuenta que en estos barcos suena todo tipo de música pero sobre todo se escuchan canciones árabes y “a los extranjeros les suelen gustar”, asegura.
A sus 66 años, Mohamed Ali lleva toda su vida paseando a turistas y a egipcios por el río más largo del mundo, una tradición familiar que comenzó su abuelo.
El precio por alquilar una de estas embarcaciones oscila entre las 200 y 500 libras egipcias (entre 12 y 30 dólares) por hora, dependiendo de la zona, de si el propietario tiene licencia y de si los arrendatarios son extranjeros o egipcios.
Leer también:
Algunos extranjeros pagan en dólares y otros en libras egipcias. Para los egipcios el precio es más bajo. A bordo se ofrece agua mineral, té y vasos ya incluidos en el precio.
Además de bailar, los turistas disfrutan de las atracciones que hay en las orillas del río.
“Tengo empleados nubios que hablan inglés y le explican todo a los turistas”, cuenta Mohammed Ali.
La ciudad que no duerme
La egipcia Shenap Khattab dice que “la música es popular pero es buena. Es una parte de nuestra tradición, subirse a un barco y ver la torre de El Cairo y otras atracciones”.
Las discotecas flotantes navegan durante toda la noche y están activas los 365 días del año. De estas embarcaciones dependen muchas familias.
Leer también: