El día que visité Machu Picchu, el clima no era prometedor. El cielo era grisáceo, me aconsejaron llevar impermeable y una neblina amenazaba con cubrir el escenario que ha fascinado al mundo entero desde hace más de 100 años. Antes de tomar el tren que te acerca a la zona arqueológica, comenzaba a sentirme en paz con la idea de que, si bien me enfocaría en disfrutar cada segundo de la experiencia, tal vez no vería el Patrimonio de la Humanidad en su máximo esplendor.
Pero un par de horas después supe que estaba muy equivocada. Como me dijo un guía, a Machu Picchu le encanta “hacerse el interesante” para sorprender a los viajeros. Sin importar las condiciones climáticas, las guías de viaje y las incontables fotos de redes sociales, este lugar roba el aliento y causa escalofríos.
Nunca olvidaré el momento en que, estando de pie en lo alto de una montaña, la espesa neblina se deslizó a manera de cortina, mostrando las construcciones con 600 años de antigüedad. Lucía como un escenario surrealista o como una ciudad flotando entre las nubes, que no estaría fuera de lugar en una película de ciencia ficción. La montaña Huayna Picchu, con su escarpada cima mucho más alta que la zona arqueológica, me hacía pensar en la cinta “Avatar”.
Con base en esta experiencia, a continuación te contamos cosas que debes saber antes de viajar a Machu Picchu. Incluimos algunas preguntas que podrías tener, recomendaciones y tips.
Foto: Promperú
¿Dónde se toma el tren a Machu Picchu?
Para empezar, si quieres visitar Machu Picchu tienes que llegar a la ciudad de Cusco. Desde ahí hay que trasladarse al pueblo de Ollantaytambo, a 2 horas; esta localidad se encuentra dentro del llamado Valle Sagrado de los Incas. En Ollantaytambo sale el tren que te lleva hasta el pueblo de Aguas Calientes (también conocido como Machupicchu) , el más próximo a la zona arqueológica.
El tren con ventanas panorámicas de Inca Rail me esperaba a las 7 de la mañana, horario de salida en que pocos viajeros habían llegado a la estación. En cuanto mi cabeza tocó el asiento de cuero acolchonadito, calculé que por la hora fácilmente me quedaría dormida. La realidad fue muy distinta: desde que el tren arrancó hasta que llegó a su destino, ni siquiera bostecé.
Foto: Inca Rail
Prácticamente todo el camino consiste en admirar los Andes peruanos. Al principio del recorrido la vegetación en las montañas era a ras de suelo y de un verde brillante, que contrastaba con el dorado y rojizo de los sembradíos. Conforme nos acercábamos al destino, el panorama se volvió mucho más frondoso, con enormes árboles que cubrían el relieve y enredaderas que embellecían un par de túneles que debíamos cruzar.
La diferencia del aire seco que caracteriza al Valle Sagrado y la humedad del bosque nuboso se percibía mucho mejor en el vagón panorámico del tren. Tiene un balcón donde es posible abstraerte de cualquier otra preocupación, además de gozar el momento; aquí, era posible estirar la mano para tocar las hojas de los árboles, sentir el viento frío y escuchar la fuerte corriente del río Urubamba, que en tramos va junto a las vías.
Foto: Inca Rail
De Aguas Calientes a Machu Picchu
Tras llegar al pueblo de Aguas Calientes, solamente un recorrido de 20 minutos en autobús (o una caminata muy extenuante) te separa de la zona arqueológica.
Esta comunidad parece haber nacido para el turismo: tiene tienditas, restaurantes agradables, hoteles y un mercado de artesanías. Aquí me resultó irresistible comprar un suéter de lana de alpaca; una ventaja de viajar con guía fue que él podía decirme si una prenda era de lana auténtica y también si era cosida a máquina o a mano.
En esta región de Perú son comunes los antojitos callejeros como el choclo con queso: un elote hervido con enormes granos, acompañado con queso fresco.
En este punto cabe mencionar que para acceder a Machu Picchu tienes que contar con un boleto reservado con anticipación, un periodo de tiempo asignado para tu llegada y un boleto de autobús para subir la montaña (más adelante puedes ver los precios) .
Foto: Promperú
Cómo es visitar Machu Picchu
Antes de seguir: este Patrimonio de la Humanidad puede visitarse todo el año, pero considera que la temporada de lluvias va de diciembre a abril y la época seca va de mayo a noviembre. La época de lluvias es temporada baja y hay menos gente; tal vez debas usar impermeable, pero no por eso la experiencia es menos impresionante y, sin tanto calor, la caminata se disfruta mucho. Es cuestión de gustos.
En cuanto a horarios, si quieres evitar multitudes te recomendamos llegar a las 8 o después de las 14 horas. La hora máxima para permanecer en la zona es a las 17:30 horas.
Foto: iStock
Si pudiéramos comparar la experiencia de visitar Machu Picchu con una obra teatral de tres actos, el planteamiento sería la breve caminata en ascenso por la montaña, captando pequeños vistazos de la inmensidad que tiene la zona arqueológica y escuchando la narración del guía. No es una ruta pesada, aunque no seas un atleta.
En ese “planteamiento” me enteré de que quizá nunca lleguemos a saber con exactitud para qué se construyó este Patrimonio de la Humanidad, pues el Imperio inca no dejó escritura; se piensa que pudo ser una residencia para el gobernador Pachacútec (quien dio origen al Imperio durante el siglo XV), un centro administrativo o hasta un mausoleo.
También me contaron que siempre hemos escrito el nombre de esta maravilla de manera incorrecta. Según la Academia Mayor de la Lengua Quechua y un informe de la Dirección de Cultura de Cusco, se escribe “ Machupicchu ” y no “ Machu Picchu ”. En Perú se sigue usando de ambas maneras.
En esta obra teatral, la tensión aumentó conforme llegaba a las partes más altas y varios animalitos hacían su aparición. Por un lado están las simpáticas llamas, con su cuerpo pachoncito y peculiar forma de mascar; también hay vizcachas, una especie de roedor con eterna expresión triste y cansada.
Foto: iStock
Sin duda el clímax, o el punto más espectacular de la visita, fue llegar al mirador desde donde se toman las postales más clásicas. Aquí fue donde la neblina me reveló la zona arqueológica a detalle, con su zona de templos o construcciones urbanas y su zona agrícola, con enormes terrazas de color verde brillante. La montaña Huayna Picchu, como fondo, lucía imponente y gigante, a comparación de las edificaciones.
Cuando pasa el momento de las selfies, la obra retoma su ritmo y es posible admirar la maravilla arquitectónica que resulta Machu Picchu. Un lugar situado a más de 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar, en la cima de la montaña, con construcciones donde enormes rocas con bordes lisos encajan perfectamente como las piezas de un rompecabezas; está situado entre dos fallas tectónicas y construido para resistir terremotos.
Foto: iStock
En las tres horas que duró el recorrido guiado tuve un puñado de oportunidades invaluables. Entre ellas está ver de cerca el Templo del Sol, un lugar al que, se cree, solo accedía la élite; además, durante el solsticio el sol da directamente en una de sus ventanas. También pude ver el Intihuatana, una roca gigantesca que parece vigilar todo el sitio y que, alguna vez se creyó, fungía como un reloj de sol.
Foto: Promperú
PRECIOS PARA VISITAR A MACHU PICCHU
Vuelo
La aerolínea LATAM te lleva a Cusco desde CDMX, con escala en Lima. Ofrece viajes redondos desde 14 mil 643 pesos por persona, incluyendo un equipaje de mano.
Agencia de viajes
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Foto: Promperú
Tren para Machu Picchu
El recorrido en tren se hace desde Ollantaytambo hasta Aguas Calientes. Inca Rail es una de las 2 empresas que dan este servicio. Su viaje redondo va desde 56 dólares (mil 158 pesos).
Los horarios de salida varían según la categoría/clase de tren que elijas; las categorías van subiendo de precio según el tipo de asientos, instalaciones y servicio de comida (todavía no está disponible por la contingencia sanitaria).
Si quieres viajar directamente entre Cusco y Machu Picchu, hay traslados bimodales en autobús hacia Ollantaytambo y luego en tren. Tarifas desde 66 dólares (mil 365 pesos).
Ojo: para subir al tren necesitas cubrebocas y una careta de plástico.
Foto: Promperú
Boletos de entrada a Machu Picchu
El costo de entrada es de 152 soles (837 pesos). Debes reservar con anticipación y seleccionar un horario de entrada. Los grupos deben ser de máximo 9 personas, incluyendo al guía.
Sitio web oficial: www.machupicchu.gob.pe
Autobús
El costo es de 24 dólares (489 pesos) por persona, en viaje redondo de subida a Machu Picchu y bajada.
Sitio web oficial: consettur.com
Requisitos de entrada al país
Para viajar a Perú debes tener prueba de vacunación; todas las vacunas aplicadas en México son aceptadas. También se llena una declaración jurada en línea.
Tipo de cambio
La moneda oficial es el sol, que equivale a 5 pesos con 50 centavos. Puedes cambiar de dólares a soles ya estando en Perú o quedarte con los dólares; te los aceptan en casi cualquier lugar, hasta en algunos puestos de artesanías.
Cubrebocas
En casi todos lados, desde la aerolínea LATAM hasta los sitios arqueológicos y museos de Perú , te van a pedir usar doble cubrebocas o uno de tipo KN95. Procura llevar piezas de repuesto en la mochila, por cualquier cosa.
