La Semana Santa es una de las fechas religiosas más importantes del año en México. Es tiempo de mucha fé… y tradición. En Jalisco lo saben, particularmente en el pequeño pueblo de San Martín de Hidalgo, donde cada año se realizan altares únicos en el país que llevan por nombre Tendido de Cristos.
En este día, te contamos el origen, la composición y significado de los elementos que componen esta singular expresión de fe jalisciense.
El Tendido de Cristos es una tradición exclusiva de Semana Santa y de San Martín de Hidalgo, una localidad a 2 horas al suroeste de Guadalajara. Lo que busca es representar el velorio de Jesucristo.
Su origen concreto está en duda, pero la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente realizó un estudio en 12 de los Cristos que se utilizan en la localidad, habiendo encontrado que algunos de ellos tienen una antigüedad de 200 a 300 años.
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Básicamente, este ritual consiste en elaborar un altar, teniendo la figura de Cristo en el centro, conmemorando sus últimos días de vida y su posterior resurrección. Pero hay más, ya que cuenta con otros elementos decorativos como ramas, hojas, frutas, velas y cirios. Cada uno de ellos cuenta un profundo significado.
La gente local acostumbra visitar las casas para acompañar en el velatorio y son recibidos con delicias típicas de San Martín de Hidalgo, como los tamales de cuala (hechos de un batido de maíz), calabaza cocida, pinole y aguas frescas, por mencionar algunos.
Por su singularidad, antigüedad y significado, esta tradición fue nombrada Patrimonio Cultural del Estado de Jalisco en 2016.
Más arriba decíamos que cada elemento del Tendido de Cristos tiene un significado. Aquí te explicamos con detalle.
Primero, es importante saber que cada tendido tiene un padrino varón, pues es la representación de José de Arimatea, quien fuera el responsable de solicitar permiso sepultar a Jesús.
En la mañana del Viernes Santo, este padrino guía a la familia poseedora de la figura de Cristo hacia el río San Martín. Esto se hace con la finalidad de atrapar pescados frescos y conseguir ramas y hojas de árboles como laureles, robles y sabinos para adornar el tendido. Todo esto simboliza el Huerto de Los Olivos, sitio donde Jesús rezó una noche antes de ser detenido.
Además, se colocan algunos “germinados” o “nacidos”, macetas con semillas que fueron sembradas 2 semanas antes para intentar atraer buenas cosechas.
Debajo de la figura central, se coloca un petate, muestra del sincretismo religioso y las antiguas prácticas indígenas de “envolver” a sus difuntos en estos tapetes.
A un costado del Cristo, hay una paloma habanera (especie común en el pueblo), una imagen de la Virgen de Dolores y de 1 a 3 cruces, que simbolizan a las personas crucificadas junto a Jesús: Dimas y Gestas.
Se acostumbra a colocar naranjas agrias en el altar, que representan la amargura que provocó la muerte de Cristo. Las frutas tienen incrustaciones de clavos de olor (los clavos de la cruz). Finalmente, los detalles que complementan el tendido son 33 veladoras, (años que vivió Jesús), 12 velas (una por cada apóstol) y 4 o 5 cirios, que significan las heridas que sufrió antes de morir.
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Presenciar el Tendido de Cristos es posible solo una vez al año, pues se realiza en la época de Semana Santa, particularmente cada Viernes Santo a partir de las 3:00 p.m. y dura hasta la mañana del sábado, cuando se levanta todo y se lleva al Cristo al lugar donde permanecerá hasta el siguiente año.
Según estimaciones, actualmente hay 61 casas en las que se realiza este ritual. Y en solo 5 de ellas, se cuenta con un antiguo instrumento de origen indígena llamado huitl, que asemeja una trompeta y que emite un curioso sonido parecido a un lamento.
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