Siete de la noche, la puerta procesional se cierra. El “Señor del Veneno ” no escucha más las plegarias de los feligreses. Su cuerpo sujetado a la cruz ahora es observado por cuatro personas, quienes escuchamos sobre su poder divino, aquel que salvó de la muerte a un millonario devoto cuando estuvo a punto de besar sus pies impregnados con ponzoña, por un envidioso. Dice la leyenda que el Cristo absorbió el mal de los pies a la cabeza, es por ello que su cuerpo es negro.
La imagen está en el altar de El Perdón , donde inicia el recorrido nocturno para descubrir algunos secretos de nuestra Catedral Metropolitana . Ciertos días, grupos de máximo ocho personas tienen el privilegio de explorar a puerta cerrada y en compañía de un anfitrión, el templo más grande de América Latina .
(Foto: Alan Carranza)
Los milagritos
Algunas de sus 14 capillas, como la de Las Reliquias , se abren solo para este recorrido. Aquí se encuentran los restos óseos de San Vital , aquel patrono al que los estudiantes se encomiendan para aprobar su examen de titulación. Incluso, al pie de la osamenta protegida por una vitrina, se ven los títulos universitarios en agradecimiento por el milagro consumado.
Dentro de la Catedral hay detalles y piezas que te hacen ponerte de rodillas, como el altar de Los Reyes , el principal, el que está hasta el fondo del templo, al que es imposible acercase si uno va en un día común.
Hay que postrarse ante el retablo para apreciar cada uno de sus detalles: querubines, follaje, efigies de reyes y reinas canonizados, óleos, todo montado sobre una gigantesca hoja de oro de 23.5 quilates.
Paredes de fervor
El recorrido incluye acceso a la Sacristía , bajo una cúpula que simula un techo estrellado, “detalle típico de la arquitectura neogótica”, afirma José Luis Choreño , nuestro anfitrión.
(Foto: Alan Carranza)
Cuatro pinturas de gran formato de J uan Correa y Cristóbal Villalpando decoran las paredes. Son pasajes bíblicos. Pero uno de los grandes secretos de la Sacristía se esconde tras un nicho, es la inscripción en español antiguo donde se afirma que, en 1624, ahí se exhibió la tilma de Juan Diego, donde quedó impresa la aparición de la Virgen de Guadalupe .
Por último, Luis nos lleva hacia los dos órganos monumentales, situados en los costados de las naves procesionales. En esta parte el ambiente se impregna del aroma de las maderas preciosas que cubren los instrumentos musicales: cedro, caoba, fresno y encino.
(Foto: Alan Carranza)
Dice nuestro anfitrión que los órganos son un deleite para los oídos y solo se pueden escuchar en los conciertos de “ Voces de Catedral” , otro recorrido nocturno a la luz de las velas, al que todos debemos ir una vez en nuestra vida.
DATOS ÚTILES
Precio del recorrido:
120 pesos por persona. Se realizan lunes, martes y viernes a las 19 horas. Los boletos se adquieren en el atrio principal del templo. La duración mínima es de una hora; puede extenderse hasta dos.