Los Tuxtlas es una región al sur de Veracruz que resguarda la selva húmeda más al norte del continente americano entre un puñado de ecosistemas: bosques húmedos, selvas tropicales, humedales, costa. Por ser uno de los lugares con mayor biodiversidad que existen en México fue declarada Reserva de la Biósfera en 1998.
En este paraíso aún es posible ver tucanes, águilas, guacamayas rojas y cientos de aves más; grandes felinos como pumas, tigrillos, ocelotes y los señoriales jaguares; monos araña, saraguatos, macacos; y de insectos y reptiles, mejor ni hablamos.
Montañas, cascadas estruendosas, lagunas y ríos; cuevas, manglares y playas. La espesa vegetación con sus infinitos matices de verdor se desborda ante la mirada de quienes gozan del privilegio de conocer esta tierra llena de magia y misticismo, de donde son los brujos y curanderos más famosos de México.
Prepara unas vacaciones de Semana Santa fuera de serie; cambia el ‘todo incluido’ por una estancia en cabañas ecológicas; el buffet por las delicias que puede prepararte una cocinera tradicional; y los parques acuáticos por maravillas naturales que te dejarán sin aliento.
Este es un viaje que te lleva a descubrir la naturaleza, los sabores auténticos y las tradiciones de San Andrés Tuxtla, uno de los municipios de la región de Los Tuxtlas.
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Paraíso de paz, paraíso gastronómico
En el aeropuerto de Veracruz, ya no esperaba Bruno, el guía que nos acompañaría durante esta gran travesía.
Son tres horas de camino por carretera, en las que no dejas de apreciar la exuberante vegetación hasta llegar a Yambigapan Estancia Rural, a solo 10 minutos de San Andrés y a orillas de la laguna Encantada.
Yambigapan es un centro ecoturístico que te inyecta tranquilidad al desconectarte de todo. Aquí, solo se escucha el canto de las aves y el movimiento de las ramas de los árboles provocada por el viento.
Puedes dormir en cabañas coquetas pintadas de azul cielo por fuera y de tonalidades claras por dentro, que te recuerdan a esas construcciones rústicas y coloridas del Caribe.
Tiene, además, una zona de camping muy segura y ofrece recorridos guiados, aunque lo más atractivo, además de los paisajes que rodean a la estancia, es su cocina.
Nuestra anfitriona fue Nidia Hernández, investigadora gastronómica y cocinera tradicional, quien nos preparó un delicioso desayuno que incluía unas picaditas veracruzanas hechas salsa de jitomate, chicharrón y queso. En la mesa no faltaron los tradicionales frijoles, los cuales estaban acompañados de bolitas de masa conocidas como chocholos.
Probamos el tradicional café veracruzano y un atole de malanga.
Los puros de Veracruz
De Veracruz son famosos los puros, así que nuestro guía nos llevó a la fábrica de tabaco Moyaz y Larios, a unos 10 minutos de las cabañas de Yambigapan.
Al entrar a este lugar, el aroma a tabaco inundó mis fosas nasales. No es nada desagradable, pero creo que tampoco podría aguantarlo por mucho tiempo.
Nos mostraron el proceso de elaboración de puros: separar las hojas, elegir el nivel de frescura que tiene cada hoja, el enrollado de puro y almacenamiento de estos.
En esta fábrica se producen alrededor de 300 puros por día. Son empaquetados aquí mismo en distintas presentaciones y se llevan a diferentes rincones del país.
La cascada de Apocalypto está en Veracruz
En náhuatl significa ‘salto de tres chorros’. Cuenta la leyenda que Eyipantla fue habitada por el dios Tláloc. Y, no es para menos, al contemplar la fuerza de su caída compruebas que es un lugar digno de los dioses. De acuerdo con el INAH, doncellas, sacerdotes y más personas venían a la cascada a recibir las bendiciones del ‘señor de las lluvias’.
Si viste la película Apocalypto, probablemente te acuerdes de esta cascada imponente. Sin embargo, la pantalla no le hizo justicia a lo preciosa que es en realidad.
El Salto de Eyipantla mide unos 50 metros de altura y 40 metros de ancho. La brisa que esta cortina de agua, rodeada por la vegetación selvática, te dejará empapado. Hay varios puntos de observación, desde su cima o desde abajo. Nosotros decidimos verla desde ambos puntos. Para ir al mirador de la cima, tuvimos que subir más de 240 escalones y atravesar un puente colgante que se movía bastante.
Para observarla desde la base, bajamos alrededor de 150 escalones. La brisa nos bañó totalmente, lo cual fue una bendición ante el intenso calor que hacía.
Delicias de la selva de Los Tuxtlas
Al volver a Yambigapan, Nidia nos preparó un platillo típico de Los Tuxtlas: el tatabiguiyayo, de raíces afrocaribeñas. Este se prepara de manera ceremonial para bodas, velorios y fiestas patronales. lleva carne de res y un mole caldoso rojo que puedes acompañar con arroz.
Este platillo es uno de los más representativos de la región, y la cocinera tradicional se encarga de hacérselos saber a los visitantes al contarles un poco de la historia de estos sabores que provienen de una receta tradicional con influencia africana.
El tatabiguiyayo lo acompañamos con tortillas hechas a mano y una salsa con chile y yuca. En un tazón Nidia nos sirvió un poco de mondongo, pancita dorada preparada con cebolla y cilantro. De beber, nos ofreció una refrescante agua de carambolo.
Una laguna con un toque mágico
Por la tarde, después de una caminata para relajarnos bajo los árboles dentro de la estancia rural, nos animamos a ir a la laguna Encantada para dar un paseo a bordo de un kayak o para hacer paddle board, luego de varios intentos de mantener el equilibrio sobre la tabla.
La laguna de color esmeralda, abrazada por la vegetación, tiene una circunferencia de unos mil 500 metros. Se cuenta que aquí fue dada en sacrificio una princesa totonaca para que nunca faltara el agua a la población.
Se dice que aquí ocurre un fenómeno extraño: en época de secas, el nivel del agua sube, y cuando es temporada de lluvias, el agua baja.
Muchos aseguran que la laguna no tiene fondo, pero en varias fuentes leímos que su profundidad es de un kilómetro. Hay otro tipo de leyendas que hablan de la existencia de una ciudad sumergida o que por las noches salen ovnis desde sus profundidades.
En este mágico escenario me animé a hacer paddle board. Fue mi primera vez. Confieso que, con algo de dificultad, aprendí a remar, eso sí, nunca pude pararme en la tabla ya que el equilibrio no es uno de mis fuertes.
El atardecer había pintado el cielo de anaranjado. Nos quedamos en la laguna hasta que el sol se ocultó, y una vez que el anochecer había caído regresamos a la estancia.
Muy cerca de la laguna se encuentra la Cueva del Diablo, un lugar que también se puede visitar en compañía de un guía. Su nombre lo dice todo. Brujos y curanderos vienen frecuentemente a este lugar a practicar algunos rituales. Los pobladores cuentan que esas ceremonias están dedicadas al mismísimo Satanás, habitante de esa cueva.
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Ya en la estancia, a la hora de la cena, a pesar de que aún no tenía mucha hambre, no pude resistirme al chanchamito preparado por Nidia, un tamal de chile rojo y carne de res.
Al día siguiente, Nidia nos mandó a nuestra siguiente excursión, muy bien desayunados: con platanitos fritos con crema, gorditas de chicharrón doraditas con salsita de habanero y huevos ahogados.
¿Qué es la malanga? Un superalimento de Veracruz
En el itinerario de este viaje se incluyó una visita a la propiedad de don Fidel Loeza para recorrer su cultivo de malanga.
Tardamos aproximadamente una hora y media en llegar. Durante todo el camino no dejaron de aparecer escenarios naturales de foto. Al llegar al cultivo de malanga, don Fidel nos recibió con mucho gusto.
La malanga es un tubérculo que se come con regularidad en Los Tuxtlas y se prepara de diferentes maneras: en buñuelos, sopas, panque, atole, etcétera.
Para que te des una idea, la malanga es lo mismo que el taro, aquel producto con el que se prepara la bebida de moda, pero aquí lo consumen en distintas presentaciones.
Cultivar la malanga requiere de un gran trabajo: “el agua siempre debe estar fluyendo para que el producto se dé y es muy caro mantenerlo, pero una vez que comienza a dar el fruto, de una sola planta podemos obtener hasta 10 kilos”, relató don Fidel.
Nuestra última parada tenía que ser en la playa El Muñeco. Estaba prácticamente vacía. La suave arena tenía restos de caracoles marinos triturados, y el oleaje era bastante tranquilo.
Me recomendaron la mojarra al chipotle, una verdadera delicia.
La despedida de Veracruz
Nuestra última parada: el puerto de Veracruz. Nos instalamos en Chuchumbé Hotel Cultural & Café, a 15 minutos del Aeropuerto de Veracruz y cerca del fuerte de San Juan de Ulúa. El pequeño alojamiento está en una vieja casona con un restaurante en la azotea.
Chuchumbé es una pieza musical del son jarocho. Por eso, sus habitaciones están decoradas con los colores y alegría de esa música. En las paredes encontrarás frases que te remontan a alguna canción típica.
Terminamos la noche en el restaurante Mardel con una exquisita cena de seis tiempos a cargo del chef Abraham Guillén. Nos acompañó una bella luna roja.
Tradiciones con raíz en Veracruz y México
La campaña ‘Tradiciones con raíz, Doña María’ es una iniciativa de esta marca mexicana que rinde homenaje a las cocineras tradicionales de México. Su misión es ir en busca de estas mujeres guardianas de la cocina ancestral y tradicional que viven en la selva, en la sierra o en donde se encuentren, para que ellas compartan sus recetas a través de cápsulas. A su vez, la marca promueve el turismo sustentable de sus comunidades creando viajes de experiencia a través de una touroperadora especializada.
Guía del viajero
Qué incluye el viaje
Por tratarse de selvas y bosques nubosos, debes saber que en Los Tuxtlas llueve todo el año. Sin embargo, el mes más ‘seco’ es mayo.
Agencia de viajes: Biajeros
La agencia se dedica a crear viajes personalizados y a la medida. También cuentan con viajes abiertos, los cuales ya están establecidos para quienes deseen viajar en grupo. Instagram: @biajerosmx. Teléfono: (55) 5989 5669.
Yambigapan experiencias: Instagram @yambigapanexperiencias, correo: yambigapan@hotmail.com, teléfono (294) 129 1825.
Hotel Piedra Alta: Otra opción de alojamiento en San Andrés Tuxtla. Teléfono (294) 942 0777. hotelespiedraalta.com.
Restaurante: Mardel (Puerto de Veracruz): WhatsApp: 12 299 842 519.
Hotel Chuchumbé (Puerto de Veracruz): Instagram @chuchumbehotel. Teléfono (229) 446 1570.
Extiende tu viaje para ir a conocer la famosa Roca Partida, en el municipio de San Andrés Tuxtla y a una hora y media de Yambigapan. Está cerca de Catemaco y es famosa por sus acantilados, la cueva del pirata Lorencillo y su playa.
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