Hace unos días el Comando de Transporte de Estados Unidos (USTRANSCOM, perteneciente al Departamento de Defensa) dio a conocer un estudio propio sobre la exposición a patógenos aerosolizados como el coronavirus a bordo de un avión . Los resultados muestran que el riesgo de contraer Covid-19 mientras vuelas es muy bajo .
El estudio , llevado a cabo a finales de agosto, fue aprobado por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Hace apenas dos semanas el organismo dio a conocer que en 2020 se han reportado 44 casos de Covid-19 cuya transmisión está asociada a un viaje en avión , entre mil 200 millones de pasajeros a lo largo del año.
No se realizó con un enfoque hacia la aviación comercial, sino para medir los riesgos de transportar por aire a los oficiales de USTRANSCOM y sus familias. Ellos vuelan en aviones Boeing 777-200 y 767-300, que también se emplean en viajes comerciales y son de fuselaje ancho (dos pasillos y tres filas).
Durante ocho días se liberaron 300 muestras de partículas en aerosol en cuatro zonas del avión 777-200 y tres zonas del 767-300. Estas partículas, liberadas cada dos segundos como si se tratara de la respiración de una persona con Covid-19 en la cabina, serían mapeadas para estudiar el riesgo de contagio entre los pasajeros.
Hubo pruebas con cada avión en tierra y en vuelo. También se consideró si los pasajeros llevaban o no cubrebocas.
Se obtuvo que las partículas eran rápidamente diluidas debido a la frecuencia con que el aire de la cabina era completamente renovado, con ayuda de filtros de alta eficiencia (conocidos como HEPA). Las partículas eran detectables, en promedio, por menos de seis minutos. En una casa familiar, tardan aproximadamente 90 minutos en diluirse.
Según USTRANSCOM, el suministro de aire en una cabina de avión brinda mayor protección que un cuarto de aislamiento o un quirófano. Se concluyó un bajo riesgo de contagio de patógenos como el Covid-19 en este tipo de aviones.
El estudio se hizo en colaboración con Boeing y la aerolínea United.
Foto: Unsplash. Gerrie van der Walt
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“Los 44 casos potenciales asociados a un viaje en avión entre unos mil 200 millones de pasajeros representan tan solo un caso por cada 27 millones de viajeros. Somos conscientes de que los datos pueden estar subestimados, pero incluso si hubiese un 90% de casos no notificados, seguiría siendo un caso cada 2.7 millones”, dijo David Powell, asesor médico de la IATA en un comunicado. Además, “la mayoría de los casos notificados ocurrieron antes de imponer el uso de cubrebocas a bordo”.
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Los fabricantes de aeronaves Boeing, Airbus y Embraer han hecho sus propios estudios para evaluar el riesgo de contagio de Covid-19 .
Rastreó el movimiento de las partículas en la cabina al toser y al respirar. Se estudiaron diferentes escenarios: el pasajero que tose con y sin mascarilla; el pasajero que tose en diferentes ubicaciones, incluido el asiento central; y las posibles variaciones de la salida de aire frío individual, encendido y apagado.
“Las simulaciones midieron el número de partículas expulsadas al toser que invadieron el espacio de aire del resto de pasajeros”, explicó Dan Freeman, ingeniero jefe de la iniciativa de Boeing, Confident Travel. “Posteriormente comparamos un escenario similar en ambientes como una sala de reuniones. Según el recuento de partículas en el aire, sentarse uno al lado del otro en un avión equivale a estar a más de dos metros de distancia en un edificio típico".
Simuló las condiciones del aire en la cabina de un avión A320 para estudiar la propagación de las gotas expulsadas al toser. En la simulación se calcularon parámetros como la velocidad del aire, la dirección y la temperatura en 50 millones de puntos en cabina y hasta mil veces por segundo.
Posteriormente, la empresa utilizó las mismas herramientas para simular un entorno distinto al de la cabina de un avión, en el que varios individuos mantenían una distancia de 1.8 metros. El resultado mostró una menor exposición al contagio de los individuos sentados uno al lado del otro dentro de un avión que de pie a una distancia de 1.8 metros en un ambiente como en una oficina o un salón de clases.
Se analizó el ambiente considerando un pasajero sentado en diferentes asientos y con diferentes condiciones de flujo de aire en sus distintos modelos de avión para medir el efecto de estas variables. La investigación de Embraer concluye que el riesgo de contagio a bordo es "extremadamente bajo".
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