A principios de 2020, cuando la industria de la aviación comenzó a lidiar con los efectos de la pandemia de (incluyendo rutas de vuelo suspendidas y descensos dramáticos en la demanda), en Estados Unidos y Europa se popularizó el término de “ vuelos fantasma ”.

Es decir, llevar a cabo con ninguno o muy pocos pasajeros, con la intención de no afectar las operaciones de una aerolínea . Se trata de una práctica polémica por el impacto ambiental que conlleva.

Ahora, a casi dos años de pandemia, los vuelos fantasma podrían volver a emplearse en Europa a causa de la variante ómicron y las restricciones de viaje que ha conllevado en los últimos meses. La aerolínea alemana Lufthansa anunció en diciembre que esperaba tener que operar 18 mil “vuelos innecesarios” durante este invierno, de acuerdo con el sitio web Voice of America.

Regresan los vuelos “fantasma” por culpa de ómicron
Regresan los vuelos “fantasma” por culpa de ómicron

Foto: Unsplash/ Alexander Schimmeck

¿Qué es un vuelo fantasma?

Es una práctica que las aerolíneas aprovechan cuando la demanda de pasajeros no es suficiente para llenar sus vuelos : prefieren seguir realizando viajes sin pasajeros con tal de conservar sus slots (o espacios) en aeropuertos y no perderlos por falta de operaciones, según explica el sitio web Gizmodo.

Un slot es un intervalo de tiempo que le es asignado a una aerolínea para despegar, aterrizar o ejecutar una maniobra en un espacio del aeropuerto. Un slot histórico, como lo define el blog de la aerolínea Iberia, es el espacio que una aerolínea se gana con los años pero que, para conservarlo, tiene que completar un porcentaje determinado de vuelos.

Al principio de la pandemia, cuando las restricciones de viaje y el confinamiento provocaron que el número de pasajeros fuera mucho menor de lo normal, en Europa hubo aerolíneas que se vieron obligadas a realizar los llamados vuelos fantasma. La razón: la Comisión Europea les exigía usar el 80% de sus slots históricos en un aeropuerto o de lo contrario los perdían ante otra aerolínea para la temporada siguiente.

Finalmente, para evitar que las aerolíneas continuaran con esta práctica, la Comisión Europea ajustó a 50% el porcentaje de slots que deben utilizar, medida que hasta la fecha sigue vigente. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) también adoptó medidas similares.

Aunque el término de vuelos fantasma se popularizó con la pandemia, no es algo nuevo. Por ejemplo, la FAA tuvo que cambiar su regulación temporalmente tras los atentados del 9/11 en 2001, o durante la crisis económica de 2008, indica el sitio web How Stuff Works.

Regresan los vuelos “fantasma” por culpa de ómicron
Regresan los vuelos “fantasma” por culpa de ómicron

Foto: Unsplash/ Douglas O

Regresan los vuelos fantasma a Europa

El director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, le dijo al diario alemán Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung que su empresa cancelaría más vuelos de lo esperado este invierno a consecuencia de la ola de contagios por la variante ómicron , retomó el sitio web Gizmodo.

La aerolínea ha dicho que estuvo operando 60% de su programación de vuelos a comparación de 2019, pero llevando la mitad de pasajeros. Por esta razón se espera alrededor de 18 mil vuelos fantasma en sus operaciones.

La aerolínea Brussels Airlines, perteneciente a Lufthansa, ha dicho que tendrá que operar 3 mil vuelos por debajo de su capacidad de aquí a marzo.

La Unión Europea está bajo presión de relajar aun más las medidas correspondientes a los slots, de acuerdo con Voice of America; es decir, exigir menos del 50% de slots utilizados. En diciembre se anunció que el porcentaje aumentaría a 64% para la temporada de verano de 2022 (abril-noviembre).

Georges Gilkinet, ministro de transporte de Bélgica, ha pedido que se relajen las medidas para evitar consecuencias en las emisiones de carbono generadas por la Unión Europea a causa de los vuelos fantasma.

Sin embargo, el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés) apoya las medidas actuales de la Comisión Europea y mediante un comunicado de prensa declaró su “consternación por la retórica política en torno a los llamados vuelos fantasma” .

El organismo asegura que las aerolíneas pueden hacer uso en cualquier momento de una medida de protección llamada “No-uso justificado de slots”, para conservar sus franjas horarias sin tener que operar el 50% requerido actualmente.

“Algunas aerolíneas están reclamando que son forzadas a operar grandes volúmenes de vuelos vacíos para retener sus derechos de slots. No hay absolutamente ninguna razón por la que esto debería ser una realidad”, declaró el director general de ACI en Europa, Olivier Jankovec.

Ante la agencia AFP, un vocero de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha calificado de “poco realista” el requerimiento de utilizar el 50% de slots.

Regresan los vuelos “fantasma” por culpa de ómicron
Regresan los vuelos “fantasma” por culpa de ómicron

Foto: Unsplash/ JC Gellidon

¿Por qué los vuelos fantasma dañan el medio ambiente?

De acuerdo con la revista Scientific American, la aviación es uno de los medios de transporte que más emisiones de carbono produce. Cuando un avión está lleno, cada pasajero es “responsable” por una pequeña parte del total de emisiones de carbono; pero si está casi vacío, cada pasajero es responsable de una cantidad mucho más grande.

Si de un vuelo con 200 asientos se ocupan solo 20 o 30, en un vuelo de Newark (Nueva Jersey) a Los Ángeles cada pasajero sería responsable de 636 libras (288 kilos) de dióxido de carbono entrando en la atmósfera, dice la publicación norteamericana.

Un avión Boeing 747-400 carga unos 240 mil litros de combustible, que serían suficientes para llenar 10 albercas olímpicas, y los quema a una tasa de cuatro litros por segundo, de acuerdo con la BBC.

Se puede decir que la aviación hace una contribución relativamente menor de emisiones de carbón a comparación de otras industrias pero, por otro lado, es una de las industrias con mayor crecimiento. Entre el año 2000 y 2019, antes de la pandemia, había un aumento anual del 5% en vuelos. Para 2019, correspondía al 2.5% de las emisiones a nivel mundial.