Sobre la Barranca de San Cristóbal , entre árboles milenarios, hay un escondite para despertar todas las mañanas sobre una “cama” de nubes. El espectáculo natural se aprecia sin salir de la habitación, basta con sentarse en la terraza privada y dejar que la mirada se pierda en el horizonte, por donde se han de cruzar águilas y otros pajarillos.
(Foto: Cortesía)
Cuando el sol por fin se levanta sobre las montañas, aparece un arco iris . En ese momento la vida despierta en Defranca, un refugio exclusivo de 14 habitaciones, con una arquitectura inspirada en una hacienda mexicana, donde las parejas se hacen juramentos de amor y se olvidan que están a solo 40 minutos de distancia del bullicioso centro histórico de Guadalajara .
Picnic frente a una cascada
La atmósfera campirana se respira en cada rincón del hotel, desde la rústica capilla con vista a la barranca, hasta el jacuzzi volado al ras de una loma, que se renta por dos horas para disfrutar de un momento de relajación con servicio de bocadillos, bebidas y spa.
Todos los espacios son aprovechados y acondicionados tal cual lo pidan los huéspedes: un día puedes degustar sus alimentos en el comedor principal, rodeados por esculturas de San Miguel Arcángel , y al otro hacer un picnic en los jardines o fuera de la propiedad, tal vez al pie de una cascada desconocida.
(Foto: Alan Carranza)
El staff se encarga de reservar a un guía experto en actividades de aventura, quien te lleva a caminar por la sierra para descubrir cuevas, huertos y formaciones rocosas hasta llegar al solitario cuerpo de agua.
Tú y tu pareja tienen un espacio de privacidad para admirar el paisaje y nadar . El paseo incluye una canasta con frutas, carnes frías y jugos. El vino no puede faltar.
Cata de tequila privada
La cercanía con el Pueblo Mágico de Tequila da la oportunidad para que Defranca organice catas privadas guiadas por un maestro tequilero. Incluso puedes hacer un tour de un día para conocer los campos de agave , declarados Patrimonio Mundial por la Unesco , pasear por el pueblo en tranvía y hacer degustaciones de tequila, extraído directamente de una barrica.
Se organizan escapadas al centro de Guadalajara , ya sea para un tour gastronómico por la colonia Americana —con cafeterías y bares hipsterianos, algo así como la colonia Roma de la CDMX— o para conocer los murales de José Clemente Orozco que decoran el Hospicio Cabañas, un instituto cultural donde se exponen diferentes corrientes artísticas.
(Foto: Alan Carranza)
Fogata bajo las estrellas
Si prefieres pasar el día en la hacienda, entonces debes saber que hay una alberca labrada en piedra natural que te dará la sensación de estar nadando en un río.
La vista panorámica a la barranca es uno de sus mayores encantos, sobre todo al atardecer, cuando el cielo se pinta de tonos rosados y las aves regresan a sus nidos. Dicen que ese paisaje es lo que hace volver con frecuencia a la cantante Filippa Giordano , quien está en la lista de sus huéspedes frecuentes.
En otro mirador del hotel se mandó construir el spa , con dos únicas cabinas. El menú de masajes es clásico: relajantes, con piedras calientes o reflexología. Sin embargo, hay un detalle especial que debemos mencionar: su amplia variedad de infusiones regidas por la medicina tradicional indígena. En una vitrina seguro encontrarás las hierbas y frutos que acaban con cualquier achaque.
Las noches estrelladas son otro de los atractivos del lugar. Y como no hay que dejar pasar la oportunidad de gozar ese momento, se ofrecen cenas al aire libre, con pizzas horneadas a la leña, fogata y frazadas incluidas.