Con la expansión del contagio del coronavirus Covid-19 , muchos, alrededor del mundo , reflexionamos sobre nuestros hábitos de higiene (y también sobre los de otros), pues esta es una de las maneras más efectivas de prevenir el contagio y, también es una cuestión de vida o muerte: cómo y con qué frecuencia nos lavamos las manos .
De acuerdo con el diario The New York Times , por ejemplo, los hombres en todo el mundo son menos propensos a lavarse las manos que las mujeres. Esto pudo comenzar desde muchos años atrás: las mujeres solían ser quienes preparaban las comidas y cambiaban pañales; además, la experiencia de ir al baño implica el contacto con más superficies posiblemente sucias.
El caso es que un estudio de 2010, realizado por el Instituto Estadounidense de la Limpieza y la Sociedad Estadounidense de Microbiología, encontró que los hombres se lavan mucho menos las manos que las mujeres, aún después de acariciar a un animal, tocar la comida, toser o estornudar.
Pero esto parece mejorar “gracias” a la pandemia del coronavirus . De acuerdo con la publicación del diario estadounidense, hace unas semanas en un partido de futbol en Düsseldorf, Sheona Gillespie, quien trabaja como gerente de ventas en la ciudad alemana, vio que por primera vez había fila en el baño de los hombres. Su esposo le confirmó que se debía a la espera por los lavabos.
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El columnista Cathal Mac Collie, del diario irlandés Business Post , observó que el comportamiento de los hombres, tanto en Londres como en Dublín, respecto a lavarse las manos cuidadosamente ha cambiado significativamente.
De acuerdo con su observación —no científica, eso sí—, dos tercios de los hombres observados de unas semanas para acá, se lavan las manos cuidadosamente, una mejora que él estima en 40% sobre lo que es habitual.
En el lado oscuro, un estudio realizado por Gallup en 2015, empresa dedicada a dar asesoría, hacer análisis y a realizar encuestas, revela que el lavarse las manos después de ir al baño no es tan habitual para los europeos como se hubiera pensado. Los países 'mejor portados' en este sentido son Bosnia y Turquía con el 96% y 94% respectivamente, de población con esta práctica habitual, mientras que los más 'desobedientes' son Holanda e Italia, con el 50% y el 57% de la población lavándose las manos después de ir al baño, respectivamente.
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Lavarse las manos: medida básica, fuera del alcance de muchos
Por otra parte, de acuerdo con Unicef, tomando en consideración los datos más recientes, solo tres de cada cinco personas en el mundo tienen acceso a las facilidades necesarias para lavarse las manos correctamente. "Para miles de millones de personas en el mundo, esta medida básica de higiene está fuera de su alcance", dijo Sanjay Wisejekera, director de programas de Unicef .
Según este organismo, el 40% de la población mundial (tres mil millones de personas) no tienen instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón en sus casas; el 47% de las escuelas en el mundo (más de un tercio a escala global y más de la mitad en países en desarrollo) no tienen un lugar donde los niños puedan lavarse las manos; y una de cada seis instalaciones de salud en el mundo carecen de espacios básicos de higiene, lo cual significa que los enfermos son atendidos sin que el personal a cargo pueda lavarse las manos.
Según el mismo organismo, el 63% de la población urbana del África subsahariana ; el 22% de la población urbana de Asia sur y centro; y en Asia del este, el 28% de los indonesios y el 15% de los filipinos, carecen de instalaciones en casa para lavarse las manos.
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En el lado positivo de la ecuación, Unicef está intensificando sus campañas para ofrecer más instalaciones higiénicas a poblaciones en desarrollo a partir de la crisis de salud provocada por el coronavirus.
También, la ONG WaterAid creó el COVID-19 Emergency Hygiene Fund para ayudar a construir estaciones de lavado de manos y fundar programas de concientización acerca de la importancia de esta sencilla pero fundamental medida de higiene en países en desarrollo.
De acuerdo con información del CDC de los Estados Unidos (Centro para la Prevención y Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés), mantener las manos limpias es uno de los pasos más importantes (y fáciles) que podemos tomar para evitar enfermarnos y enfermar a otros.
Muchos padecimientos y condiciones se transmiten por no lavarse las manos con jabón y agua corriente.
Las heces humanas y de animales, el toser y estornudar son importantes transmisores de gérmenes, como e.coli o salmonela que pueden provocar diarreas y otros males, y de virus, como el coronavirus SARS-CoV-2 , que provocan enfermedades respiratorias como el Covid-19 .
Los gérmenes se pasan a las manos cuando las personas van al baño o cambian pañales, pero también en formas menos obvias, como después de manipular carne cruda, si tocas cualquier objeto sobre el que alguien haya estornudado o tosido o incluso si tocas alguna superficie u objeto que haya estado en contacto con otro objeto contaminado. Cuando estos gérmenes llegan a las manos y no se lavan, se pasan de una persona a otra y provocan la enfermedad.
Los gérmenes también viajan a lugares donde posamos las manos sin darnos cuenta como pasamanos, manijas, superficies (como mesas) y hasta juguetes.