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¿Alguna vez has visto por la ventana durante un vuelo nocturno? Si para ese momento el avión ya estaba a gran altitud, es probable que sólo hayas distinguido el contorno de las nubes o su composición. Y, aunque no lo creas, hay ocasiones en que el panorama no es tan diferente para los pilotos.
A continuación, 8 datos sobre la experiencia de los pilotos en los vuelos nocturnos.
1.
A veces los pilotos tampoco pueden distinguir nada. “Muchas veces, cuando cruzo el océano de noche no hay nada tras el parabrisas, salvo oscuridad por horas”, dijo el piloto e instructor Tim Sanders en el sitio web Quora. Añadió que, durante su entrenamiento, un capitán aprende a usar instrumentos de vuelo, sensores de navegación y de clima para sustituir su visión normal en el día.
2.
No creas que esos puntos que puedes distinguir en tierra (es decir, 10 mil metros debajo del avión) son luces frontales. En lugar de eso, son faros que sirven para que otros pilotos puedan ver el avión, explica The Telegraph.
Las luces pueden ser de diferente color para indicar a otra aeronave en qué dirección se está enfrentando; el verde significa “derecha” y el rojo, “izquierda”. También hay luces anticolisiones de tono naranja, las cuales producen un efecto de flash.
3.
En lugar de luces frontales, los aviones utilizan varios tipos de iluminación para distintos propósitos. Lo más cercano a las luces de los autos, son aquellas que se emplean para aproximarse a un aeropuerto; están posicionadas en diferentes lugares de cada aeronave, desde las alas hasta el fuselaje. No sólo ayudan al piloto, sino sirven para que el avión sea visible para la torre de control y toda operación cercana en la pista.
Foto: iStock
4.
De acuerdo con The Telegraph, Oxley es una compañía líder de iluminación para la industria de la aviación. Producen luces capaces de operar a rangos de temperatura entre -54 y 71 °C. Su intensidad máxima es de 600 mil candelas; es decir, 600 mil veces la intensidad de una vela.
5.
Contrario a lo que podrías pensar, las pistas de aterrizaje y rodaje no se caracterizan por tener un sistema muy intenso de iluminación. Según el piloto y autor Mark Vanhoenacke, sus luces son más bien sutiles. Tanto, que ubicarlas puede implicar que el piloto ponga atención a un punto particularmente oscuro entre el paisaje urbano; una vez que el avión se encuentra cerca, las pistas son inconfundibles.
6.
Además de su entrenamiento para hacer un “aterrizaje instrumental”, en condiciones los capitanes pueden recibir ayuda por parte del aeropuerto. Está el Sistema de Aterrizaje Instrumental, por medio del cual se proyectan haces luminosos desde la pista.
7.
También hay noches en que el clima puede ser particularmente afortunado, según contó el piloto Ron Wagner en el sitio web Quora: “en noches despejadas, mientras vuelo cerca de Oklahoma City y Tulsa (Oklahoma), he visto las luces de Dallas y Houston en una dirección, y las de Kansas City y St. Louis (Missouri) en la otra, todo al mismo tiempo”.
8. Volar de noche
tiene sus ventajas para los pilotos. Pueden estar “en primera fila” de fenómenos como la aurora boreal. De hecho, existen vuelos concentrados en que también los viajeros puedan observar las luces del norte.