Las casitas y edificios de la época colonial y su castillo art nouveau hacen de Orizaba un sitio encantador para pasar un fin de semana. Lo rodea un paisaje verde, de fotografía, sobre el que se levanta (a 5,636 metros sobre el nivel del mar) el Pico de Orizaba, la montaña más alta de México.
Por todo lo anterior y por su historia, Orizaba fue incluido en 2015 en el programa de Pueblos Mágicos de la Secretaría de Turismo federal. Vale la pena el viaje de cuatro horas y media por carretera, desde Ciudad de México, para disfrutar su atmósfera de cuento y lanzarze a la naturaleza, ya sea colgado de una tirolesa o deslizándose en una suerte de tobogán, a toda velocidad.
En las laderas del Cerro de Escamela —uno de los pulmones verdes del pueblo— se instaló una atracción extrema: una montaña rusa alpina con carritos para dos personas, que bajan por una de las laderas del cerro a más de 40 kilómetros por hora. Recorre 650 metros y tiene una altura de 53 metros. La entrada tiene un costo de $90 pesos por persona.
En las faldas del Cerro de Escamela, se encuentra el castillo Casavegas, una atracción completamente inspirada en la época medieval. Ahí se aloja el Museo de la Tortura y, como parte de su programación, hay torneos y espectáculos con caballeros, brujas y bufones, venta de comida y bebidas en salones temáticos e incluso reproducciones de un pueblo saudita y una aldea ibérica. Entrar tiene un costo de $100 pesos por persona.
En una atmósfera tipo medieval y de leyendas, en lo alto del Cerro de Escamela, con vistas hermosas al pueblo, está el Nido de Dragones, un recorrido interactivo a través de la naturaleza, donde encontrarás 11 réplicas robotizadas de estos seres mitológicos. La entrada a Casavegas incluye esta atracción.
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Hagamos un viaje de unos cuantos millones de años al pasado. A un costado de Casavegas encontrarás Expo Parque de los Dinosaurios, con réplicas de tamaño real al aire libre de especies como el diplodocus, espinosaurio, tiranosaurio, triceratops y muchos más. Incluido en la entrada a Casavegas.
Fue diseñado por el arquitecto Gustave Eiffel e inaugurado en 1894. Es totalmente desmontable y, para su construcción, se utilizaron 823,222 tornillos. Funcionó como la sede del ayuntamiento hasta 1991 y es el único palacio de estilo art noveau construido completamente de metal en el mundo. En su interior se alojan cinco museos: del Futbol, de la Cerveza, Raíces de Orizaba, Interactivo y el Planetario Rodolfo Neri Vela.
A espaldas del Palacio de Hierro está un edificio de estilo mudéjar llamado Casa Consistorial. Su interior está ocupado por el curioso Museo Casa de Leyendas, con objetos, réplicas y recreaciones de algunos de los relatos más macabros del Valle de Orizaba, como el de las brujas del Cerro del Borrego, el de los nahuales, la sirena de la laguna Ojo de Agua, entre otros más.
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En diciembre de 2013 fue inaugurado el teleférico de Orizaba. Este inicia cerca del centro —a orillas del río Orizaba— y llega hasta el Ecoparque Cerro del Borrego. Mide 917 metros de longitud y alcanza los 320 metros de altura, siendo el cuarto teleférico más largo de México y el segundo más alto. Cuenta con 12 cabinas y 4 de ellas son de piso de cristal. Subir tiene un costo de $100 pesos por persona.
En la cima del Cerro del Borrego, este mirador llamado Atalaya de Cristal es la más reciente de las atracciones que hay en Orizaba. La estructura volada en forma de herradura y con piso de cristal mide 15 metros de largo y está a 312 metros de altura, con vistas increíbles a las montañas y, por supuesto, al Pico de Orizaba. Tarifas: $100 pesos por persona, incluido en el boleto del teleférico; $50 pesos, si llegas a pie, a través de una ruta de senderismo.