En películas, series de televisión y hasta animaciones, todos hemos visto al menos una vez la imagen de un tótem . Es decir, una gran columna de madera a manera de poste que está esculpida para formar diversas figuras, como rostros de animales. Sin embargo, es muy poco lo que sabemos sobre ellos.
Por ejemplo, entre los mitos más grandes que existen sobre este tipo de monumentos es que son objetos sagrados, que funcionen como amuleto protector o que contengan el alma de deidades. Todo esto es falso, explica el sitio web Indigenous Foundations, perteneciente a la Universidad de Columbia Británica.
Los tótems son monumentos creados por las culturas indígenas del Pacífico noroeste, en Canadá y Estados Unidos . Sirven para representar y conmemorar a los ancestros, a determinadas personas o eventos.
De acuerdo con la Encyclopedia Britannica, estos son algunos de los principales tipos de tótem: memorial (para honrar al dueño antiguo de una casa cuando ésta cambia de manos), como elemento arquitectónico, para dar la bienvenida a las personas o mortuarios para un fallecido. También hay tótems “de la vergüenza”, creados para ridiculizar a una persona o grupo que cometió una falta o falló en determinada circunstancia (por ejemplo, en la actualidad puede hacerse a manera de protesta hacia un político).
Cada tótem puede contener una o varias figuras de animales, las cuales sirven para representar a cierta familia o clan en particular. El lobo, águila, oso grizzly, orca, rana, cuervo y salmón son los animales representados más comunes.
En algunos casos, los tótems pueden contar la historia o leyenda de una familia. Cada figura tiene su significado y solo un miembro de ese clan puede contar la narración completa.
Foto: iStock
Aunque la palabra “tótem” se refiere a un ancestro o guardián que es respetado, no necesariamente significa que se le rinda culto, como muchas personas creen. Más bien, el término se relaciona con el linaje.
Los tótems se popularizaron durante principios y mediados del siglo XIX.
Casi siempre, los tótems miden entre tres y 18 metros de altura, aunque pueden alcanzar hasta 20. No obstante, el más alto que existe en la actualidad tiene 53 metros; se encuentra en el pueblo de Alert Bay, perteneciente a la Columbia Británica, Canadá.
Aunque estos monumentos se hacen con madera resistente, que no se pudre con facilidad, suelen durar unos 100 años como máximo antes de desintegrarse.