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Todavía no es momento de viajar pero, ¿por qué no comenzar a inspirarnos en los lugares que desearemos visitar en el futuro cercano? Aquí te presentamos cinco Pueblos Mágicos que no son tan conocidos y quedan relativamente cerca de CDMX, como para irte un fin de semana. Anótalos en tu lista para cuando el semáforo epidemiológico lo permita
Comonfort, Guanajuato
Este lugar es conocido por sus molcajetes y metates, ya que los artesanos moldean las piedras para tener como resultado un artefacto utilizado en la cocina desde tiempos ancestrales. También son famosos por sus kilométricos tapetes ceremoniales de aserrín, que la comunidad hace para despedir el último día del año (este año no se pudo realizar debido a la pandemia) y celebrar el año venidero.
Comonfort se ubica en el estado de Guanajuato, a 30 minutos de Celaya o San Miguel de Allende y a 3 horas, aproximadamente, desde la Ciudad de México.
Es imperdible visitar el Cerro de los Remedios. Después de una buena caminata llegas al Santuario de la Señora de los Remedios, un templo que data del siglo XVIII, construido en la cima del cerro. Este lugar tiene uno de los mejores miradores de la zona, así que no olvides visitarlo para apreciar el hermoso paisaje que nos ofrece Comonfort. Este cerro antes era un antiguo centro ceremonial, que ahora constituye una zona arqueológica; en 2018 se inició la restauración de este lugar.
También el Templo de San Francisco merece una visita. Es una estructura de estilo arquitectónico churrigueresco, cuyas paredes están decoradas con cuadros hechos por el español Bartolomé Esteban Murillo, además de los mexicanos Miguel Mateo Maldonado y Cabrera y Luis Juárez, entre los máximos exponentes de la pintura barroca del Virreinato.
Además puedes explorar el Museo del Doctor Jose Luis Mora, que muestra la historia antigua de Comonfort, un poco sobre la conquista de Tenochtitlán y objetos virreinales.
¿Qué comer en Comonfort? Puedes degustar unas ricas gorditas de maíz quebrado, unas deliciosas carnitas recién preparadas y un crujiente chicharrón de cerdo acompañado de un guacamole recién hecho en el molcajete. Como postre hay productos típicos como las charamuscas (elaboradas con nuez, piloncillo y leche de coco) dulce de calabaza, chilacayote, nieves de frutas y frutas al horno etc. ¿Se antoja, no?
Foto: Sectur Guanajuato
Zimapán, Hidalgo
Se encuentra a tres horas y media desde CDMX, en las faldas de la Sierra Gorda, que nace en Hidalgo. Zimapán es un lugar para los amantes de las alturas, pues el parapente en el cerro Muhí Xhindó es una de sus actividades estrella. Ahí también se hacen rituales para recibir el equinoccio de primavera.
Es un pueblo minero conocido por sus presas (como Zimapán, que se visita en lancha), bosques, altos cerros y el ritmo del huapango que se escucha en sus calles.
El Cañón del Infiernillo, alimentado por los ríos San Juan y Tula, es una frontera natural entre Hidalgo y Querétaro. Aquí se practican saltos a pozas naturales y rappel. Se permite nadar entre sus aguas y disfrutar de bellas cascadas. Además, se puede recorrer la Gruta Xhajhá.
Otro importante atractivo es el Parque Nacional de los Mármoles, adornado de árboles de encino, pinos y de tepozán. Desde aquí podrás contemplar la hermosa barranca de San Vicente, que tiene una profundidad de aproximadamente 800 metros. Resulta un lugar imponente formado por la naturaleza.
¿Qué comer en Zimapán? Prueba una rica cecina seca, una barbacoa recién preparada acompañada de un salsa de chile rayado o unas chalupas. De postre, saborea unos tradicionales pastes, tamales de dulce o pan casero. Te recomendamos probar el pulque o vino elaborado en Zimapán así como bebidas preparadas con frutos de la estación.
Foto: Gobierno Municipal de Zimapán
Tonatico, Estado de México
Se encuentra a casi dos horas desde la Ciudad de México y es uno de los 11 Pueblos Mágicos que recibieron su nombramiento en 2020.
Las Grutas de la Estrella son su principal atracción. En este lugar la erosión kárstica ha creado curiosas formaciones en las rocas, que han sido llamadas por los habitantes del lugar como la forma que asemejan: “el mamut”, “los novios”, “la mano”, “el palacio” y “el águila”, por mencionar algunos. Para admirar las grutas en su esplendor tienes que descender aproximadamente 450 escalones; tu camino está acompañado de senderos, puentes, cascadas y ríos. Todo el camino está iluminado, por lo que te deja disfrutar más el recorrido.
Otro de los lugares que puedes visitar es el Santuario de Nuestra Señora de Tonatico. Esta iglesia fue construida en 1660, en su interior puedes ver recubrimiento de oro y arquitectura estilo neoclasico. Luego de visitar la iglesia, disfruta una rica nieve en el centro histórico de la ciudad. Otra opción es acudir al balneario municipal.
¿Qué comer en Tonatico? Pan artesanal, unos ricos tamales de elote y queso tradicional. Si quieres algo más fuerte prueba la carne de cerdo con huajes, barbacoa, chicharrón, unos tacos de moronga o unas deliciosas gorditas de haba, frijol y requesón.
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Pahuatlán, Puebla
En la Sierra Norte de Puebla, a casi tres horas de CDMX, se encuentra uno de los Pueblos Mágicos que mejor guarda sus tradiciones. Es famoso por la elaboración artesanal de papel amate (el cual te venden en toda clase de adornos para el hogar), además de su producción de café (si eres amante de la bebida te recomendamos hacer un recorrido por fincas cafetaleras).
También hay maravillas naturales, como la cascada Velo de Novia y las Grutas de Tamborillo.
¿Qué comer en Pahuatlán? Disfruta de un rico mole poblano, o de una acamayas. Si te gustan los sabores exóticos come unas “chicales” que son un tipo de hormigas. Por supuesto, no dejes de probar el aguacate grande o “pahua”. Y al final tomate una deliciosa taza de café acompañado de un pan de granillo y huevo.
Foto: Sectur Puebla
Tlayacapan, Morelos
Un pueblo alfarero que resguarda a familias dedicadas a modelar el barro y darnos como resultado formas increíbles que van desde xoloitzcuintles en vasijas, ollas, macetas y figuras que decoran sus calles. Además, este lugar se considera como la cuna del chinelo: en el siglo XIX nació el famoso personaje que salta al ritmo de la música y aparece cada año en temporada de carnavales.
Se encuentra a casi dos horas de CDMX, por lo que cuando el semáforo epidemiológico lo permita será un destino perfecto para escapar de la ciudad sin alejarse demasiado.
El Pueblo Mágico cuenta con una zona arqueológica, El Tlatoani. Para llegar es necesario subir un cerro y pasar por diversos senderos, pero una vez arriba esposible apreciar en todo su esplendor el pueblo de Tlayacapan. Durante tu recorrido encuentras una escalinata prehispánica y petrograbados. Se dice que la zona arqueológica fue erigida para adorar a Tláloc.
¿Qué comer en Tlayacapan? Prueba un rico mole de pipián verde, tamales de ceniza, charales y tlacoyos de habas y frijol. Además de su popular mole de guajolote.
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Antes de visitar cualquier destino, infórmate sobre el estado del semáforo epidemiológico y de las actividades no esenciales permitidas en el lugar. Debes considerar que los protocolos establecidos por las autoridades pueden cambiar de un momento a otro.