A muchos nos toma sólo unos cuantos segundos quedarnos dormidos en cuanto el avión comienza a moverse, sobre todo si tuvimos que madrugar porque el vuelo salía muy temprano. Sin embargo, esto podría ser perjudicial para tu salud.
Cuando el avión despega,
la presión atmosférica cambia drásticamente y tus oídos se tapan. De acuerdo con el sitio web Jet Set , el problema de dormir en ese momento es que te vuelves incapaz de reaccionar adecuadamente ante tal efecto.
En condiciones normales, de manera natural intentas tragar saliva o tomar agua para dejar de sentir los oídos tapados. Pero si no lo haces, según explica Medline Plus, puedes llegar a sentirte mareado, causarte una infección en el oído o hemorragias nasales. En el peor de los casos, es posible sufrir daños en el tímpano.
La regla de evitar dormirte también aplica cuando un avión está a punto de aterrizar, pues el cambio de presión también sucede rápidamente.