Existe una razón científica por la cuál mucha de la comida que nos sirven en los aviones sabe mal, mientras que otra, como el jugo de tomate, sabe mejor en el aire . Los sabores dulces y salados se alteran al estar a más de 35 mil pies de altura , por lo que nuestro apetito puede desaparecer al probar ciertos alimentos o, por el contrario, sentirse satisfecho con otros.
De acuerdo con el sitio Southern LIving, tus sentidos del gusto y el olfato no funcionan de la misma manera debido a la humedad y la presión de la cabina .
Esta misma razón es lo que hace que el jugo de tomate tenga un sabor más rico en el aire . Es normal que los sabores terrosos se vuelvan más dulces y frutales en el aire. En el caso de los tomates , su sabor se intensifica aun más, mientras que los sabores de otras frutas disminuyen.
Por ello, mientras hay algunas cosas que no deberías probar en los aviones , tomar jugo de tomate es una fresca y deliciosa opción.