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El 23 de septiembre Graco Ramírez, gobernador de Morelos, declaró en conferencia de prensa que “se ha actuado con transparencia en el proceso de recepción y entrega de apoyos a damnificados”. Añadió que no se están deteniendo transportes en su paso por el estado; también invitó a visitar Morelos para comprobarlo.
En días anteriores, en redes sociales circuló que la ayuda para los damnificados por el sismo en Morelos estaba siendo desviada. Figuras públicas como Laura Zapata y Belinda denunciaron el hecho a través de twitter.
Testimonio
El miércoles 20 de septiembre, Israel Flores fue detenido antes de llegar a Cuernavaca con ayuda para los damnificados por el sismo. Conducía una camioneta de tres y media toneladas, llena al 90%, con cartulinas que decían “Ayuda Morelos”. Por no llevar licencia federal (requerida para manejar esa clase de vehículo), y al tener el seguro vencido, tuvo que entregar la ayuda a los policías. Le indicaron que debía poseer un “permiso especial para transportar víveres” y cargaron los productos en dos vehículos. Se dirigían al DIF, le aseguraron.
Erika Castro, quien ha participado como voluntaria con Israel, relata que a partir de ese día, los viajes a Morelos se han realizado en caravanas y han retirado las etiquetas de las camionetas para evitar incidentes. Han llegado a distintas comunidades del estado como Ocuituco, Huejotengo y Tlalquitenango; sin embargo, parten todos juntos.
Adalberto R. Lanz, periodista que reside en Morelos, forma parte de otro de los grupos de voluntarios que está entregando los víveres de forma directa en el estado para garantizar que realmente lleguen a las zonas afectadas. Están evitando llegar a cabeceras municipales. Su objetivo es ayudar a la parte oriente del estado (zonas como Hueyapan), donde lo que más necesitan en este momento son herramientas y material de construcción. Tienen dos centros de acopio: en la Ciudad de México, el Centro Culinario Ambrosía (San Jerónimo 243), y en el fraccionamiento Lomas de Cocoyoc, en Oaxtepec.