En México puedes practicar sandboarding : esa actividad de aventura que consiste en deslizarse sobre pendientes de dunas de arena en una tabla especial , en increíbles lugares de México, como las dunas del Mogote, en La Paz, BCS; en las dunas de Samalayuca, cerca de Ciudad Juárez; y en playa Chachalacas, en Veracruz.
Aunque estos paisajes no se pueden comparar con nada, en Ciudad de México también tenemos nuestra propia montaña de arena, ¡y de color negro! para deslizarnos a toda velocidad y con uno que otro tropezón.
En Destinos te contamos dónde hacer sandboarding en la capital.
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El sandboard o sandboarding es un deporte parecido al de snowboarding. Las tablas, diseñadas y adaptadas a este tipo de terreno, tienen dos manijas o “agarraderas” donde se sujetan los pies para lograr una buena estabilidad y control sin perder el equilibrio. Se practica principalmente en dunas o cerros de arena, aunque también puede practicarse en cerros cubiertos de tierra.
(Foto: Adien Olichon / Pexels)
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En la alcaldía Tlalpan hay un lugar donde puedes iniciarte en el sandboarding, a la vez que resulta sumamente divertido: es el Parque Ecoturístico El Arenal . La montaña de arena que cubre la ladera de un cerro se formó con la ceniza del volcán Xitle —que hizo erupción hace unos 1,300 años— en las faldas del cerro del Ajusco.
La tierra de esta “duna chilanga” es permeable (que no se pega), sumamente fina y tiene un tono grisáceo.
(Foto: Cortesía de Luisa González)
Aunque es un espacio pequeño, gracias a su fácil acceso y ubicación, “El Arenal” se ha vuelto un punto de reunión para deportistas urbanos y una alternativa si quieres iniciarte en esta actividad.
Cuenta además con juegos para niños.
(Foto: Cortesía de Jorge Pedro Uribe Llamas)
Se encuentra ubicado en la Avenida México- Ajusco 280, en el pueblo de Magdalena Petlacalco, Alcaldía Tlalpan.
Si quieres aventurarte a vivir esta experiencia, en tu mochila nunca deben faltar las coderas, rodilleras, casco, protector solar y curitas o cinta para las inevitables caídas, cera y aditamentos para la tabla. Además de ropa cómoda, resistente y que cubra tu cuerpo de raspones o quemaduras, así como zapatos adecuados para superficies inestables.
Si no tienes el equipo necesario y solo quieres te da curiosidad conocer la duna chilanga, también puedes hacerlo. Cuenta con cabañitas para hacer tu picnic o carne asada pero, desafortunadamente, a veces tienen basura.
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El costo de entrada es muy económico: por adulto, 10 pesos; por niño, 5 pesos.
(Foto: Cortesía de Jorge Pedro Uribe Llamas)