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El sueño de Jesús, de cinco años, era conocer el mar. Él fue diagnosticado con leucemia a los tres años. Hace un par de meses, su travesía se hizo por fin realidad: tuvo la oportunidad de visitar las playas de Ixtapa junto a su hermano y su mamá. Esto fue posible gracias a la ayuda de muchos viajeros.
Jesús ha sido uno de los primeros beneficiados por Señor Mandela, una plataforma web que dona parte de sus ganancias para que niños en circunstancias difíciles puedan viajar.
Cómo funciona
“Señor Mandela es un buscador de precios igual a todos, pero un poquito más hippie”, asegura Álvaro Manzano, fundador de la empresa. A través de su página web vende boletos de avión, hospedaje y paquetes a destinos nacionales e internacionales a bajo costo. Lo especial es que el 20 por ciento de lo que pagas se destina a fundaciones que trabajan con niños que tienen la necesidad de viajar. No solo puede tratarse de un deseo, sino también de un traslado por motivos de salud o una oportunidad educativa. Al viajar le das la oportunidad a alguien más de hacerlo.
Viajar te vuelve más tolerante, pues conoces el mundo desde la perspectiva de otras personas, explica Álvaro. La idea es imaginar el impacto que puede generar el conocer otros lugares en niños que provienen de entornos de violencia o pobreza.
Amor Infinito (amorinfinito.org.mx) es una de las organizaciones con las que trabaja Señor Mandela. Nacida en 2012, se dedica a cumplir los sueños de niños que padecen una enfermedad terminal: un regalo, una excursión o la visita de su personaje favorito.
Álvaro aclara que esta característica del buscador no aumenta las tarifas. Hasta el momento, su inventario cuenta con 500 aerolíneas y 150 mil hoteles, aproximadamente. Destinos mexicanos como Guadalajara, Monterrey y Cancún, y países europeos como España, han sido los más buscados entre los usuarios.
Los proyectos
El buscador opera desde hace cinco meses; ha hecho viajar a dos niños, y seis están en espera. Actualmente, se está becando a pequeños originarios de Texcoco para que se desplacen a Ciudad de México y tomen clases de robótica por un año completo. Este proyecto se trabaja en alianza con la escuela ROBOWIT.
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