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#ElViajeQueNoFue
“ Mi madre no conoce el mar , tampoco ha viajado en avión”, cuenta Carmen, una comunicóloga de 34 años que compró boletos de avión para viajar con su mamá a las playas de Puerto Escondido . Era su regalo para el Día de las Madres . Sin embargo, su viaje fue suspendido debido a la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19 .
El viaje de Carmen es solo uno de miles, tan solo en nuestro país, que resultaban muy significativos para sus protagonistas y fueron trastocados por la pandemia en los últimos dos meses. Ella nos compartió su historia por medio de redes sociales.
“Elegí las playas de Oaxaca porque las considero algo especial, no solo por su belleza física sino por esa vibra que transmiten”, explica Carmen. Sería el primer viaje al mar de su mamá, quien se dedica al comercio y es “una mujer muy trabajadora, que a pesar de sus 67 años anda de arriba abajo. Creo que nunca ha tomado vacaciones”.
Los primeros días de marzo hizo sus reservaciones y le dio la noticia a su madre. Mientras desayunaban, le dijo: “En mayo, por ser la mejor madre, volarás y conocerás el mar”. Pero a los pocos días comenzarían a cancelar vuelos.
Además, como otros estados con acceso al mar, Oaxaca mantiene cerradas sus playas al turismo debido a la emergencia sanitaria, además de suspender operaciones en hoteles, bares y restaurantes (a excepción de pedidos para llevar).
Si bien la aerolínea le permitió cambiar las fechas de sus vuelos para el mes de julio, la decepción de tener que posponer las vacaciones era inevitable. “Mi madre me dijo ‘no te preocupes, será después’ y, aunque lo hizo sin reproche, sentí su tristeza”, explica Carmen con respecto a su sentir.
La comunicóloga, quien reside en la Ciudad de México, tuvo que cancelar otro viaje personal para Colombia, el cual sería en abril, pero ése no le dolió tanto como posponer su regalo de 10 de mayo .
Todavía no es seguro que puedan viajar en julio, pero la emoción de que su madre y ella puedan tener esa aventura, las mantiene positivas y felices. A Carmen le hace ilusión especialmente que su mamá pueda volar y ver el mar por primera vez.
Para seguir manteniendo la ilusión de su madre, Carmen le describe cómo es el mar , cómo es el lugar dónde se hospedarán, la ropa que le comprará antes para que se vea bonita y se sienta cómoda. “Le cuento que hay una playa nudista a la que la llevaré y se muere de risa. Le digo que en esa semana no cocinará y que descansará mucho. A ella se le dibuja una enorme sonrisa y a mí me la contagia de inmediato”, relata.
Carmen siente un poco de miedo de que en julio se vuelva a posponer el viaje , y aun más de que llegue a cancelarse definitivamente. Pero eso no es obstáculo para que ella siga planeándolo con el mismo esmero que comenzó. Porque, el día que finalmente suceda, seguro será inolvidable para las dos.
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SMGH
