En los límites territoriales de Jalisco y Michoacán, en medio de la ribera del lago de Chapala , hay una pequeña isla con grandes historias por contar. La isla de Mezcala ha sido testigo de grandes batallas. En ese pedacito de tierra había un calabozo llamado “el Presidio”, como también se le conoció a este misterioso lugar.
La isla de Mezcala conquista los ojos de los visitantes por las hermosas vistas que regala al lago de Chapal a, sobre todo cuando el sol se coloca al amanecer y al atardecer. En el horizonte se dibujan los cerros Punta Grande y El Venado tupidos de encinos.
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La isla se encuentra en el municipio de Chapala. Para llegar a esta necesitas hacerlo a bordo de un taxi acuático. La también conocida isla del Presidio se encuentra a unos 35 minutos de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y a seis horas y media de Ciudad de México viajando en carro.
La lancha la puedes tomar desde el malecón de Chapala. El recorrido tiene un costo de 500 pesos. Desde la cabecera municipal de Mezcala también puedes tomar un taxi acuático por 300 pesos. Otra opción es contratar a un tour operador que te lleve a conocer la isla de la mano de un guía.
Jalisco Trip, por ejemplo, sale desde Guadalajara . El paseo incluye la isla y otros destinos, además de aperitivos y todas las entradas a los lugares que se visten. Pasan por ti a tu hotel. Su costo es de 2,551 pesos por persona.
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Foto: Wikimedia Commons.
El origen de la isla no está tan claro, pero se cree que fue fundada en el siglo XIII por civilizaciones prehispánicas, entre las que resaltan la nahua y otras que habitaban en Jalisco cuyo desarrollo fue en Guachimontones (asentamiento prehispánico de Teuchitlán, con estructuras circulares que puedes visitar). Algunos de los vestigios que se han encontrado en la zona son piezas de cerámica, puntas de obsidiana y ornamentos.
Esta isla ha sido testigo de grandes batallas históricas, pues durante los inicios de la guerra de Independencia, la isla de Mezcala fue un fuerte del ejército insurgente. La historia cuenta que los soldados llegaron a esta escapando de la batalla del Puente del Calderón, pero sus enemigos los habían acorralado y no podían escapar.
Es así como los insurgentes para protegerse decidieron alzar una estructura que los protegiera de los ataques enemigos. Esta pugna duró cuatro años hasta que el ejército realista se dio cuenta de que los habitantes de Chapala ayudaban a los insurgentes proveyéndolos de armas y comida durante las noches.
Fue tal la cólera del ejército realista que quemaron todas las cosechas cercanas a
Chapala dejando sin provisiones al ejército insurgente, hecho que provocó que se rindieran y la batalla cesará. Luego,de 1817 a 1855 el fuerte se convirtió en una prisión de los bandidos cercanos a Chapala.
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1. El Fuerte
Esta construcción de tipo militar asombra a los visitantes con su imponente estructura de piedra. A la entrada conserva su puente elevado. Alrededor del fuerte hay una trinchera profunda que ayudaba a evitar ataques enemigos. Aquí solían vivir presos y cuando recorres el lugar la piel se te enchina, pues ves cómo vivían esas personas. Incluso hay leyendas de espíritus que habitan dentro de estos muros.
2. Virgen de San Juan de los Lagos
Este altar llama la atención por los listones coloridos que cuelgan los visitantes alrededor de la virgen, a modo de ofrenda. Se dice que esta imagen fue elaborada por los indígenas en la época colonial.
Protegiendo del sol a la Virgen de San Juan de los Lagos se encuentra el Árbol de la Vida, de tronco blanco y una forma peculiar que echa a volar tu imaginación. Los lugareños dicen que parece un elefante.
3. Museo Comunitario Ihtollatlán
Las principales piezas exhibidas son restos paleontológicos, piezas arqueológicas elaboradas como ofrendas para Tláloc, pinturas rupestres de la Cueva del Toro y hasta petroglifos de la zona. Parte del acervo son los atuendos folklóricos que se usan en las danzas tradicionales de la zona.
4. El cuartel viejo
Foto: Cortesía Secretaria de Turismo de Jalisco.
De acuerdo con historias de la comunidad en el cuartel viejo se fundía el material para elaborar bolas de cañón que se disparaban en islas aledañas a Mezcala. El cuartel destaca por tener una forma cuadrangular con un estilo barroco. En la actualidad solo se pueden contemplar las ruinas.
5. El Presidio
Era un antiguo calabozo donde encerraban a los presos indígenas en la época de la Independencia y en años posteriores. Las habitantes de la isla cuentan que se podían meter hasta 250 personas en cada calabozo. Los presos vivían en condiciones extremas y repugnantes; poco a poco iban perdiendo la vida a causa de enfermedades, la falta de comida o bebida y los intentos fallidos por escapar.
Debido al terror que se sufrió en ese lugar dicen que hay almas penando en el Presidio. Los guías hacen recorridos nocturnos para quienes gustan de escuchar historias de terror. Hasta dicen que en los muros del lugar es posible ver caras demoníacas o sentir escalofríos en cuanto pisas esta fortaleza.
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Foto: Cortesía Secretaria de Turismo de Jalisco.
En el malecón de la isla, los locatarios de Mezcala venden pescados y mariscos frescos. También hay lugares como el Paraje Insurgente, un comedor comunitario de Mezcala que abre sus puertas al público en general los fines de semana. Ofrecen una gran oferta de comida tradicional preparada con ingredientes locales. También cuentan con pulque y mezcal elaborados de manera artesanal.
Los platos que tienes que probar son el caldo de bagre, los charales capeados, los camarones. El chayote se cultiva en estas tierras por eso es común encontrarlo en la mayoría de sus preparaciones. Es importante destacar que la mejor época para ir a comer a Mezcala es en la temporada de lluvias, por lo abundante de sus pescas.
Si buscas una oferta gourmet tienes la opción de visitar los corredores gastronómicos que están en Chapala y Ocotlán Jamay, cerca de la isla. Allí hay restaurantes mexicanos especializados en mariscos.
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Foto: Cortesía Secretaria de Turismo de Jalisco.
En las ruinas del cuartel viejo, los pobladores aseguran que, durante las noches, se oyen golpes, como si alguien picara piedra. También hay quienes han escuchado a un niño que llora por todos los rincones del lugar. Los locales aseguran que son los espíritus de los antiguos pobladores que no se quieren ir. Las personas en el muelle de Mezcala son quienes se acercan a contarte este tipo de historias.
Sabías que... En la isla Mezcala se han encontrado debajo del lago Chapala restos fósiles de mamuts, mastodontes y otras especies antiguas.
Otra historia de la isla del Presidio es la de La Capilla, pues aquí antes se alojaba la Virgen de San Juan de los Ríos. Las personas comúnmente iban a hacer oraciones y hasta era una especie de sitio para realizar castigos voluntarios por haber pecado. Uno de los más recurrentes era el ayuno de tres días. En la isla había gente tan devota que hasta enterraban a sus difuntos en la capilla. Por esta razón la gente cuenta que también ahí se han visto fantasmas.