Su clima amable durante todo el año, sus impresionantes acantilados y formaciones rocosas, las costas bañadas por aguas cristalinas y turquesas —ideales para nadar y bucear— y una gastronomía extraordinaria son ya un atractivo suficiente para que el viajero que desee pasar unos días de relax se decida a viajar por Malta .
Esta joya del Mediterráneo es un lugar poco explorado por mexicanos. Te presentamos una guía para que planees tu próximo viaje a este pequeño país europeo que ofrece grandes atractivos.
Acercamiento a Malta
Justo de bajo de Sicilia, en Italia, Malta es un pequeñísimo conjunto de islas que fueron pobladas alrededor del año 5000 a.C. Desde entonces han pasado por ahí fenicios, romanos, bizantinos, árabes, normandos, aragoneses y la Orden de los Caballeros de San Juan.
El archipiélago , formado también por las islas de Gozo y Comino, sigue siendo uno de los destinos más fascinantes del Mediterráneo .
Pero su mayor atractivo, sin duda alguna, es su historia, un verdadero compendio de casi todas las grandes culturas del Mare Nostrum que ha dado a Malta una idiosincrasia única entre las islas mediterráneas y que también se ve expresada en su arquitectura de roca caliza.
Hay que empezar por la cultura de los templos megalíticos, la primera civilización de la que se tiene conocimiento y que, hacia mediados del cuarto milenio antes de nuestra era, levantó construcciones anteriores a Stonehenge o a las pirámides egipcias.
Todavía se conservan vestigios como los de Ggantija en la isla de Gozo o la de Tarxien en la isla de Malta , reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Estos sitios dejarán boquiabiertos, sobre todo a quienes llegan por primera vez a uno de los países más pequeños de Europa.
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Mdina, antigua capital de Malta
Para amantes de la historia y viajeros curiosos que deseen conocer la identidad maltesa, recomendamos un tour general por La Valeta , la capital actual y, después, explorar con más detalle los sitios de su interés.
La mayoría de los turistas se aloja en La Valeta y sus alrededores, pero no hay que dejar de ir a Mdina, la antigua capital de Malta . Conocida como La Ciudad del Silencio es una población medieval levantada sobre restos fenicios y romanos que mantiene el encanto de la época en la que fue sede de la nobleza local de origen aragonés, cuando Malta era parte de la Corona de Aragón.
La catedral de San Pablo, el Palazzo Vilhena y el Palazzo Falson son algunos de los monumentos que hay que incluir en el viaje. Las caminatas por ahí al atardecer son espectaculares, igual que sus vistas sobre la isla.
Cerca de Mdina, en la parte norte de Malta , se abren paso entre imponentes acantilados las playas de Golden Bay o Il Wahx para disfrutar del sol en casi cualquier época del año.
Igualmente, por ahí, hay que darse una vuelta por la Popeye Village , una ciudad construida para el rodaje de la comedia musical del mismo nombre, protagonizada por Robin Williams en 1980. Actualmente es un lugar de recreo acuático enfocado a niños y familias.
La Valeta y sus bellos alrededores
La llegada de los Caballeros de la Orden de San Juan, conocida como la orden de Malta , en el siglo XVI, supuso el traslado de la capital a La Valeta, una ciudad completamente nueva, construida al borde del mar sobre un promontorio, la primera en trazarse sobre plano.
Conserva cientos de monumentos, entre ellos 25 iglesias espectaculares y edificios históricos en tan solo 50 hectáreas, lo que la convierte en un museo al aire libre.
La joya de la Corona es la Concatedral de San Juan que esconde, tras una fachada manierista, uno de los templos más ricos del mundo, siendo una obra cumbre del barroco.
Construido por Matías Petri, en su interior se conservan dos obras de Caravaggio , pintor que pasó una temporada en la isla, así como las capillas de las lenguas de la Orden de Malta.
Es una visita obligatoria, junto con un paseo por la calle principal de La Valeta , la Plaza de Castilla y su mirador al puerto. Para aprovecharla al máximo, y dada la densidad de lugares históricos y monumentos, lo mejor es ir en compañía de guías especializados como los de authenticmalta.com.
Frente a La Valeta , desde el mirador de la Plaza de Castilla, se divisan las “Tres Ciudades”: Senglea, Vittoriosa y Cospicua, en cuyas calles estrechas se respira un ambiente típicamente mediterráneo que, por cierto, se está perdiendo en otros lados, con bellos templos por doquier y plazas con encanto.
No hay que dejar de visitar el Fuerte de San Miguel, desde el cual también se tienen unas vistas privilegiadas.
La zona del puerto de Senglea es un buen lugar para comer y perderse después por sus callejuelas . Para llegar a esta zona, hay que abordar un dghajsa en La Valeta , es decir, una góndola típica de las islas que funciona como taxi acuático y que también ofrece paseos de 30 minutos en la zona del puerto por 20 euros.
Para retroceder más en la historia a menos de 15 minutos está la vecina ciudad de Paola y su Hipogeo de Hal Saflieni, una necrópolis subterránea de la época prerromana, descubierta a principios del siglo pasado. Se recomienda reservar con antelación.
A corta distancia, hay que aprovechar la vuelta para descubrir los templos de Tarxien.
Aunque La Valeta y Las Tres Ciudades no tienen playa propiamente dicha, es posible darse un baño en el mar, muy merecido después de un día de paseo, en Rinella Bay o en diferentes puntos de las rocas del paseo marítimo. La falta de arena es compensada por unas vistas espectaculares y el agua cristalina.
Destino de cine
Algunas de las escenas de World War Z, con Brad Pitt, se grabaron en La Valeta .
Gladiator, el exitazo protagonizado por Russell Crowe, utilizó diferentes puntos de la isla para recrear el antiguo mundo romano.
En la última secuela de Jurassic World, Chris Pratt huía en motocicleta y a toda velocidad de los velocirraptores por las calles de La Valeta .
La más popular de todas las series rodadas aquí es Juego de Tronos.
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Gozo y Comino
Más verde, más rural y más al norte, a la isla de Gozo se puede acceder en ferry desde el puerto de Cirkewwa, al norte de Malta , aunque también es posible salir desde la terminal portuaria de La Valeta, la capital.
Uno de sus primeros visitantes fue Ulises, el mismo de La Odisea, quien, según la leyenda griega, fue retenido en la isla por la ninfa Calipso, quien vivía en una cueva a unos cuantos pasos de la playa Ramla y en frente de la Cueva Mixta donde habitaron (y esto no es leyenda) pueblos de la Edad de Bronce.
La isla de Gozo ofrece muchas propuestas: el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Ta’Pinu, lugar de peregrinación de los malteses; las salinas de Xwejni; y el puerto de Malsaform para pasear y probar un excelente pescado en un restaurante con vistas a Qbajjar.
Los privilegiados que dispongan de una semana en las islas harían bien en quedarse un par de noches en Gozo . Además de lo anterior, es un deleite bucear, hacer esnórquel o remar un kayak en sus transparentes aguas.
En la isla de Comino , a 10 minutos en barca desde Gozo, garantizamos amor a primera vista al ver dos maravillas naturales: Blue Lagoon y Cristal Lagoon, perfectas para un día de playa y sol entre aguas azules y acantilados.
No hay que dejar de ir a Rabat , la capital de Gozo. Ahí se puede recorrer su impresionante ciudadela medieval , entrar a la catedral o admirar el exterior de la iglesia de San Jorge.
Gastronomía de Malta
El plato nacional es la fenkata , un guisado de conejo que debes probar en el pueblo de Mgarr.
Otras recetas típicas son los bebbux ( caracoles ); la bigilla , una pasta de judías estilo humus; el braggioli , un filete de ternera con carne de cerdo picada en su interior; y la pasta al horno.
Si prefieres pescado , prueba el lampuki , plato típico del puerto de Marsaxollk.
La escena gastronómica en Malta se completa con restaurantes con una estrella Michelin: Under Grain y Noni en La Valeta; ION en el puerto de La Valeta; De Mondion en Mdina; y Bahía en la localidad de Balzan. Los precios por persona oscilan entre los 70 y 150 euros por persona, sin bebida.
Foto: Noni
No hay que dejar de probar los vinos locales producidos con las dos variedades autóctonas de uva : Gellewza, para el vino tinto, y Ghirgentina, para el blanco. Cada año se producen muy pocas botellas con esta variedad, por lo que son un souvenir perfecto para llevar de regalo. Es casi imposible probarlos fuera de Malta .
El idioma de Malta
El maltés se formó por la fusión del árabe, latín y siciliano. Es una lengua semítica que se escribe en caracteres latinos. Para interesados en lenguas o filología, el gobierno ofrece cursos de maltés en línea: lifelonglearningcourses.gov.mt.
Guía del viajero
Cómo llegar: La conexión a Malta se realiza desde los aeropuertos de Barcelona, Madrid y Roma, con tarifas que oscilan entre los 150 y 250 euros (los precios pueden variar), en viaje redondo, si viajas con Air Malta. Las low cost Ryanair y Vueling también te llevan al archipiélago. Desde Sicilia se puede viajar en ferry hasta La Valeta . airmalta.com, es.travelgenio.com/europa/malta, destinia.com.
Documentos: Los mexicanos no necesitamos visa para viajar a Malta .
Moneda: El euro. Por cierto, los gastos en este archipiélago no son tan elevados como en otras partes de Europa. Sin embargo, se considera uno de los destinos relativamente más económicos del continente.
Cuándo ir: Otoño y primavera son temporadas con buen clima para viajar a Malta , con sol casi asegurado. En verano, la temperatura puede alcanzar los 40 °C.
Idioma: La lengua oficial es el maltés, aunque puedes comunicarte fácilmente en inglés. No son pocos los que hablan español.
En autobús: Los autobuses City-Sightseeing.com operan en las islas de Malta y Gozo. publictransport.com.mt/en/explore-flex.
Consulta: Sitio oficial de turismo visitmalta.com.
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