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MADRID,
Esp. — Coco Chanel lo dijo: “la moda no es algo que existe solamente en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle; la moda tiene que ver con ideas, la manera en que vivimos, lo que está sucediendo”. Así es Madrid , que nunca pasará de moda porque no sabe “estar quieta”. Continuamente estrena algo que sorprende a cualquier viajero, principalmente aquel que jura (o juraba) conocerla como “la palma de su mano”.
La Madrid elegante
Si hay un barrio donde se puede conocer lo que está al “último grito de la moda”, es Salamanca , justo frente al Parque del Retiro y a un costado de la Puerta de Alcalá. Aquí hago mi reencuentro con la capital española .
(Foto: Viridiana Ramírez. El Universal)
Salamanca
es la zona más exclusiva de Madrid . En un kilómetro cuadrado reúne las marcas de lujo más reconocidas del mundo, pero también puedes toparte con artistas, futbolistas y hasta primeras damas que se dejan seducir por los diseños de Chanel, Hermès, Dior...
Confieso que durante mi caminata me atreví a espiar a una runner a través de un aparador. Como parte de la rutina de ese día, entró a una boutique de Prada y tardó 15 minutos en elegir y comprar un par de vestidos para, después, continuar su trayecto hacia el Retiro.
En la calle Serrano encuentro la tienda CH Carolina Herrena más grande del mundo, dividida en dos pisos. Los clientes (compren o no) son bienvenidos con una copa de champaña y un tour guiado por la boutique, donde se descubre una colección de bolsos dedicada a los amigos más allegados de la diseñadora venezolana, como Andy Warhol.
Otro establecimiento del barrio es la casa de moda de Delpozo , cuyos vestidos, zapatos y cinturones están inspirados en las formas y colores de las fotografías de naturaleza de National Geographic . La prenda más económica cuesta 700 euros (15 mil pesos, aproximadamente).
(Foto: Viridiana Ramírez. El Universal)
En Salamanca también hay lugar para las boutiques de diseño local, como T.ba , inspirada en indumentaria medieval y campirana, y Dolores Promesas , exclusivamente para mujeres que no volverán a dejar que les rompan el corazón. Eso dicta uno de los “mandamientos” creados por la diseñadora anónima de la marca. Las playeras con frases que empoderan a la mujer son un “boom” en Madrid y un lujo que sí puedes pagar por menos de 50 euros.
Lujo al paladar
Ir de tienda en tienda da hambre. La actividad debería ser considerada como ejercicio cardiovascular. Son más de las cuatro de la tarde y el cuerpo me reclama alimento y descanso. Me detengo en Platea, cerca de la Plaza Colón.
Este lugar es una novedad en Madrid . Se trata de un antiguo cine que fue rescatado para convertirlo en un megaespacio gastronómico.
(Foto: Viridiana Ramírez. El Universal)
Está dividido en seis niveles: El Foso, para “tapear” por diferentes cocinas del mundo; El Patio, donde ahora hay barras, en vez de butacas, y se bebe un buen vermut y una buena caña ; El Piso 3, que es de Canalla Bistro, un restaurante que presume sus tres estrellas Michelin; El Escenario, del que se apoderan los DJs (anteriormente era la pantalla); El Palco, al que se debe subir si uno es fan de la coctelería; y El Club, donde cada noche hay una fiesta privada.
Platea me deja con un buen sabor de boca. Sin embargo, me quedo con las ganas de conocer Amazónico, el restaurante favorito de los jugadores del Real Madrid y donde las reservaciones se solicitan con tres meses de anticipación.
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Buscando la capa de Picasso
El Palacio Real de Madrid está en mi lista de pendientes por visitar. Así que aprovecho la mañana para recorrer sus pasillos y admirar los salones de estilo rococó que solo se utilizan para las recepciones de visitas de Estado o para la coronación de los reyes; la última vez que se celebró una fue en 2014, cuando Felipe VI y Letizia Ortiz ascendieron al trono.
Frente al palacio, cruzando la calle Bailén, se oculta uno de los mejores secretos para quien busca un regalo original: Lepanto , una marroquinería que desde hace 40 años elabora, a la vista de sus clientes, bolsos de piel.
Un solo artesano es el encargado de cumplir los caprichos del comprador. Si la pieza es pequeña, puede estar lista en menos de cinco horas. Así que, pago 30 euros por una cartera que recogeré por la noche.
Explorar el centro de Madrid significa perderse en callejones que trazan un enorme laberinto que lleva de barrio en barrio. Pasa por Chueca y por sus bares que cobijan a la comunidad gay; también por Salesas, donde antiguos comercios sobreviven a la gentrificación, como Casa Seseña, abierta desde 1901, en Calle de la Cruz.
Desde el comienzo del siglo XIX, esta calle preserva muchas curiosidades de la moda. Aquí estuvo la sastrería donde se confeccionó el primer esmoquin español y parte del vestuario de la reina Isabel II. También de aquí salieron trajes para bandas musicales como los Beatles y los Rolling Stones.
Pero, de aquellas casas de costura artesanal, solo sobrevive Casa Seseña, dedicada a confeccionar capas que, en un inicio, solo estaban diseñadas para vestir a los hombres: Ernest Hemingway y Pablo Picasso fueron algunos de sus destacados clientes. De hecho, el pintor español fue enterrado con una capa de Seseña .
(Foto: Viridiana Ramírez. El Universal)
En la década de los sesenta, la marca lanzó una colección para mujeres. Desde entonces, en su lista de clientes frecuentes se encuentran Carolina Herrera y Hillary Clinton, quienes no tienen recato en desembolsar más de 500 euros por un modelo.
Después de la cátedra sobre costura artesanal, he llegado a la Plaza Mayor , cuyos arcos desembocan en callejones que son un festín para quien busca comida típica española, como las croquetas de papa, los calamares fritos, la paella y el lechón horneado.
En el callejón de Cuchilleros está Botín, el restaurante más antiguo del mundo; pero en Botoneras se encuentran Los Galayos, uno de los mejores lugares cuando se busca probar “de todo un poco”, por menos de 12 euros.
(Foto: Viridiana Ramírez. El Universal)
La comilona la disfruto en su terraza y bajo uno de los cielos más limpios que he visto.
Casi se acerca la hora de volver a Lepanto por mi souvenir. Para darle un poco más de tiempo al artesano, aprovecho para conocer el mirador remodelado que está en el último piso del edificio del Corte Inglés, en la Plaza Callo .
(Foto: Viridiana Ramírez. El Universal)
Revivo mi primer viaje a Madrid , sobre todo lo mucho que me gusta la vista hacia la Gran Vía. Con sus mil 360 metros de longitud, es la arteria principal de la ciudad, llena de tiendas, hoteles y teatros que hoy viven la fiebre de los musicales, como el de “Anastasia”, traído desde Broadway. Si es posible, sugiero pagar un boleto VIP, para hacer un recorrido tras bambalinas y ver a los actores antes de salir a escena.
GUÍA DEL VIAJERO
Cómo llegar
ofrece vuelos redondos desde 15 mil 900 pesos, con impuestos incluidos. Tiempo estimado de viaje: 10 horas y media.
Dónde dormir
, situado en el barrio de Salamanca. Es un hotel boutique construido dentro de un edificio del siglo XIX. La tarifa en habitación para dos personas oscila entre los tres mil y los cuatro mil 500 pesos por noche. Incluye desayuno y un masaje de cuello de 15 minutos en cortesía, para reducir el cansancio del vuelo.
Madrid Destino 7 Estrellas
Es una campaña creada por la Cámara de Comercio madrileña para posicionar a la ciudad como un destino de lujo y compras. La página web ofrece mapas descargables que sugieren siete diferentes rutas para ir de compras y conocer mercados gastronómicos. También dispone de una app gratuita.
Escápate a los outlets
A menos de una hora de Madrid se encuentran Las Rozas Village y The Style Outlets, dos centros comerciales, uno enfrente del otro, para adquirir ropa y accesorios de marca con descuentos que van desde el 15% hasta el 70%. Lleva tu pasaporte para solicitar la devolución de impuestos.
Otras experiencias
organiza paseos temáticos por la ciudad, desde conocer las calles más históricas, hasta irte una noche de tapas y cervezas por los barrios de Chueca y Malasaña.