Todas las ofrendas de son especiales en el sentido de que tienen un significado y dedicatoria propia. Es decir, no se trata de “qué ofrenda es mejor” o “más espectacular” sino de la intención y la continuación de una de las tradiciones mexicanas más bonitas que existen.

Sin embargo, hay destinos cuyas ofrendas siguen un estilo determinado que resulta tan emblemático y llamativo que cientos de turistas emprenden un viaje año con año solo para verlas en vivo y a todo color.

Hoy enlistamos algunos de esos lugares en México. ¿Cuáles más recuerdas?

Zona lacustre de Michoacán

Durante la Noche de Muertos, entre el 1° y 2 de noviembre, los panteones de la región lacustre de Michoacán permanecen iluminados gracias a cientos de veladoras y miles de flores de cempasúchil.

En cada tumba se monta una ofrenda con platillos típicos (como corundas y uchepos), fruta, pan de muerto, flores y fotos. Arriba del altar se instala un arco forrado con flores para señalar el camino de las almas; también hay pétalos por todo el suelo, en macetas, en elaborados arreglos o simplemente esparcidos.

Los arcos de flores pueden ser pequeños, con aproximadamente un metro de altura, o sobrepasar por mucho la estatura de una persona.

Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales
Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales

Foto: Sectur Michoacán

Aunque hay mucha gente, el ambiente se mantiene solemne. Las familias conversan en voz baja y, de vez en cuando, comen algo, pero no dejan de velar la llegada de los seres queridos que “se adelantaron”.

Esta escena se repite en una veintena de pueblos cercanos al Lago de Pátzcuaro. La velación más famosa tiene lugar en la isla de Janitzio, a la cual se llega en lancha; desafortunadamente, en este 2021 no recibirá visitantes debido a la pandemia.

También es posible visitar comunidades como Tzintzuntzan, Arócutin y Cucuchucho.

Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales
Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales

Foto: EL UNIVERSAL/ Rodolfo Ayala

Santa Fe de la Laguna

Este poblado también se encuentra en la región lacustre michoacana, pero destaca del resto porque es el único donde las ofrendas monumentales no se instalan en el panteón, sino dentro de las casas.

Una sola ofrenda puede abarcar gran parte de un cuarto, de piso a techo; lleva montones de fruta y platillos típicos, como corundas y uchepos. Por lo general, el altar se coloca en la casa de una familia, o alcanza mayor tamaño y complejidad, si ese año perdieron a uno de sus miembros.

Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales
Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales

Foto: Sectur Michoacán

El altar puede ser de dos niveles (simbolizando el cielo y la tierra), de tres (cielo, tierra e inframundo) o de siete niveles escalonados (los puntos que el alma debe atravesar para alcanzar la paz). El número de elementos es prácticamente ilimitado, pero hay cosas que no pueden faltar: el retrato en lo alto de la ofrenda, el camino de pétalos de cempasúchil, la flor de ánimas (orquídea) y la sal o cruz de ceniza para que el espíritu no se corrompa.

También se acostumbra que, si se trata del año en que una persona murió, sus amigos y familiares lleven un elemento para la ofrenda, cuenta en un video Itzel Alejandre, miembro de la comunidad, a la Coordinación Nacional de Antropología. La familia más cercana del fallecido prepara alimentos, como pozole o tamales, para compartir con sus amigos y vecinos.

Huaquechula, Puebla

Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales
Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales

Foto: EL UNIVERSAL/ Hugo Rojas

En esta pequeña localidad, a 40 minutos del Pueblo Mágico de Atlixco y a tres horas de CDMX, las almas de las personas que fallecieron en el último año son recibidas con altares monumentales de hasta cinco metros de altura. Son estructuras de madera, divididas en tres pisos y cubiertas con satín blanco. Todo dependerá del presupuesto de los deudos.

El piso de abajo simboliza la vida terrenal; ahí se colocan angelitos de cerámica apodados “llorones”, en representación del luto familiar, además de alimentos o bebidas que al difunto le gustaban. La foto de la persona se refleja en un espejo, como si ésa fuera su entrada al inframundo, explican desde el Ayuntamiento de Huaquechula. El nivel medio es el cielo, decorado con velas y figuras religiosas como la de la Virgen María. El último piso representa la elevación celestial, y en este se pone un crucifijo.

El Día de Muertos se celebra entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre. Es tradición que los habitantes del pueblo realicen un recorrido para visitar cada ofrenda llevando sahumerios y flores de cempasúchil.

Oaxaca

Nos tomaría mucho más que este pequeño artículo para describir cada una de las ofrendas (y tradiciones) que se realizan en el estado de Oaxaca para Día de Muertos . Aquí te dejamos un par de ejemplos.

Valles Centrales

En esta región la ofrenda se coloca en los altares permanentes que las familias preparan a sus seres queridos desde que mueren, explica Oaxaca. Los altares tradicionales se conforman de siete pisos, que representan todos los niveles que deben atravesar las almas para llegar al descanso.

Además de flores, velas y copal, se acostumbra poner en la ofrenda frutas de temporada como mandarinas y cañas de azúcar, además del pan de muerto y bebidas tradicionales como el infaltable mezcal. Existe un bollo llamado pan marquesote, que se elabora únicamente para los difuntos.

Istmo

Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales
Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales

Foto: Archivo EL UNIVERSAL

En las comunidades zapotecas de esta región al Día de Muertos se le conoce como Xandu'. Los altares comienzan a colocarse desde el 25 de octubre en las casas, lugar donde los difuntos son velados cada año. Existen dos tipos: el biguié' o la pirámide escalonada.

El biguié' es un marco tapizado de hojas de platano, flores, fruta y otros alimentos, el cual está encuadrado en un arco elaborado con palma platanera.

Como su nombre sugiere, la pirámide escalonada es una ofrenda de siete niveles cubierta con manteles y papel picado. Lleva flores, veladoras, incienso, tlayudas, mezcal y los alimentos que más le gustaban al difunto.

Según la tradición del Istmo, el viaje hacia el más allá toma tres meses, por lo que solo vienen a visitarnos las almas de quienes fallecieron antes de agosto; los demás llegan hasta el año siguiente.

Hidalgo

Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales
Destinos con las ofrendas de Día de Muertos más monumentales

Foto: INAH/ Mauricio Marat

El Xantolo es la celebración de Día de Muertos en la región Huasteca, que abarca parte de San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo. En este caso, nos concentraremos en el estado de Hidalgo.

El elemento más característico de la ofrenda es un arco, el cual significa la unión de los vivos con quienes ya están en el más allá; los arcos se hacen con varas de sauce con flores adheridas y frutas como plátanos, naranjas y cañas. Bajo la estructura se coloca una mesa con velas, comida, bebidas e imágenes de santos. No debe faltar el camino de flor de cempasúchil, que va desde el altar hasta la puerta de la casa, además del copal para purificar el alma.

El 31 de octubre, día en que llegan las almas de quienes murieron siendo niños, la ofrenda lleva alimentos como caldo y tamales sin picante, además de dulces. El 1° de noviembre se recibe a los adultos, quienes ya pueden disfrutar el picante, el alcohol y el tabaco.

Se cree que las almas inician su viaje de regreso desde el 29 de septiembre, Fiesta de San Miguel Arcángel. Por tal razón, en esa fecha se lleva a cabo una primera ofrenda con tamales y café. La segunda ofrenda es el 18 de octubre, Fiesta de San Lucas.

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