Si te pone nervioso viajar en avión, en cualquiera de los siguientes aeropuertos sentirías terror. Su ubicación geográfica, diseño u obstáculos naturales, los vuelven especialmente peligrosos para despegar o aterrizar.
En esta paradisíaca isla caribeña, el aeropuerto está a la orilla del mar, junto a una playa pública. Significa que los aviones pasan volando muy bajo, justo por encima de los viajeros, generando fuertes vientos y ruido.
Esto puede ser peligroso para los turistas. En 2017, una mujer murió por un golpe en la cabeza luego de que el viento provocado por un despegue la lanzó desde una reja en la cual había trepado para ver mejor.
Pero hay otro problema: la pista solo mide dos mil 179 metros de longitud. Si bien parece mucho, hay que tomar en cuenta que los aviones grandes normalmente requieren más de dos mil 500 metros de pista para garantizar un aterrizaje seguro, explica la escuela de vuelo australiana Soar Aviation.
Es el único aeropuerto internacional de Bután. Solo un número limitado de pilotos están certificados para aterrizar aquí, pues el sitio está rodeado por montañas de hasta cinco mil 500 metros de altura. Por esta razón, las operaciones aéreas están restringidas por la luz del día y las condiciones climáticas en que la visibilidad sea perfecta.
Además, la única pista mide solo mil 964 metros.
Foto: iStock
Hasta los pilotos experimentados se ponen nerviosos al momento de aterrizar en su pista, considerada la más corta del mundo: mide solo 400 metros de longitud y está delimitada por acantilados. Solo las avionetas llegan aquí, y se hace un promedio de cuatro vuelos al día.
Esta terminal se construyó en 1963. Su pista fue diseñada para ofrecer vistas impresionantes del Mar Caribe.
Se encuentra a la orilla del mar y en la base de una colina, lo que provoca vientos cruzados. Para aterrizar, los pilotos necesitan adoptar un ángulo muy agudo hasta segundos antes de tocar tierra, indica el sitio web Traveller.com.au.
Por si fuera poco, la pista solía ser demasiado corta. En el año 2000 fue extendida para alcanzar dos mil 780 metros. Sin embargo, no se construyó sobre el terreno de la isla, sino en una plataforma levantada por encima del océano y sostenida por 180 columnas.
Dato curioso: en 2017, el aeropuerto fue renombrado Cristiano Ronaldo, en honor al jugador nacido en Madeira.
Foto: iStock
Es la puerta de entrada para escalar el Everest, pero también resulta una pesadilla para los pilotos. No solo está rodeado de montañas, sino su pista tiene una longitud de apenas 500 metros. La energía eléctrica es limitada y los capitanes deben lograr el aterrizaje por sí mismos, por lo que a veces no ha controladores aéreos, según Soar Aviation.
Cuando vas a hacer un aterrizaje aquí no hay manera de regresar, pues frente a ti hay montañas. Las operaciones aéreas únicamente se hacen de día.
Foto: iStock
Se ubica en los Alpes Franceses. La pista del aeropuerto es bastante corta, con 537 metros. Pero ese no es su mayor reto: tiene una pendiente muy inclinada, con una gradiente de 18.5% (es la mayor del mundo), y termina con una caída abrupta.
Los aviones que aterrizan aquí deben acelerar al momento de tocar tierra, para poder completar la pendiente.
Es el único aeropuerto cuyas operaciones se hacen en una playa. Además, para despegar o aterrizar es necesario esperar a que baje la marea. Cuando la marea está alta, las tres pistas del aeropuerto quedan totalmente sumergidas.
Foto: iStock
Este aeropuerto no es peligroso como tal, sino totalmente fuera de lo común. La razón: la pista está intersectada por una avenida de cuatro carriles. Cada vez que un avión despega o aterriza, el tráfico debe detenerse por completo, de acuerdo con Business Insider.
Foto: iStock