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Hay elementos que la mayoría de las estaciones de Metro en todo el mundo comparten. Por ejemplo, multitudes con prisa y bullicio constante. Sin embargo, existen algunas que destacan por su belleza: puede deberse al trabajo de un artista importante o una pieza de diseño lujosa . Aquí te presentamos 7 de las estaciones de metro más bonitas del mundo.
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Cuando se trata del Metro de Estocolmo , es difícil elegir una sola estación. Desde hace varias décadas, alrededor de 14 han sido decoradas por diferentes artistas y con muy variados temas. Por ejemplo, la estación Stadion está llena de arcoíris y cada año sirve como sede del Stockholm Pride, festival del orgullo gay. Thorildsplan, por otra parte, se encuentra al aire libre y tiene mosaicos que simulan pixeles.
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Pero la estación más famosa es T-Centralen, una de las más concurridas y el principal centro de conexiones. Fue construida en 1957. Sus paredes y techo tienen la estructura de una caverna, pero están decoradas en tonos blanco y azul, con motivos de flores y hojas. La guía de arte Marie Andersson opina que el autor, Per Olof Ultvedt, eligió esos colores para crear una atmósfera de calma entre el bullicio diario del sitio.
El Metro de Moscú es famoso a nivel mundial por tener algunas de las estaciones más bonitas . La razón: pertenecen a la arquitectura estalinista, un estilo que tuvo lugar en las primeras décadas de la Unión Soviética, el cual buscaba exacerbar su poder.
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Las estaciones más bellas se encuentran en una línea de Metro con forma circular, explica el sitio web Russia Beyond. Fueron construidas después de la Segunda Guerra Mundial. Entre ellas se encuentra Park Kultury, que incluye cinco tipos de mármol en su diseño, y Novoslobodskaya, con sus 32 vitrales.
La más emblemática, sin duda, es Komsomolkaya. Resulta fácilmente reconocible por sus cúpulas de color amarillo con candelabros de bronce, columnas de mármol y mosaicos de esmalte azul.
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Existe todo un proyecto de arte urbano en el sistema de Metro en Nápoles: Le Stazioni dell’Arte. Garibaldi, por ejemplo, presenta un enorme domo de metal y cristal creado por Michelangelo Pistoletto, mientras Università contiene esculturas de metal que representan la sinapsis entre las neuronas, obra de los arquitectos Karim Rashid y Alessandro Mendini.
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La estación más famosa es Toledo, en el barrio español. Fue diseñada por el arquitecto Oscar Tusquets Blanca y quedó lista en 2012. Hay varios pisos, que poseen obras de arte e instalaciones que representan aspectos de la historia, naturaleza y cultura de Nápoles. En cada nivel predominan colores distintos: desde los tonos oscuros que aluden al concreto de la ciudad, hasta el ocre que se refiere al tipo de roca caliza que caracteriza a la región. El punto más emblemático es una galería ubicada a 40 metros de la superficie; frente a su escalinata hay un domo que deja pasar la luz del Sol, iluminando un conjunto de mosaicos en tonalidades azules.
Las plataformas de la estación fueron rediseñadas en 1994 por el artista belga Francois Schuiten. Su inspiración fue el Nautilus, el navío que Julio Verne describió en sus novelas Veinte mil leguas de viaje submarino y La isla misteriosa. Para lograrlo, se instalaron 800 paneles de cobre; además, todo el mobiliario fue producido a la medida, específicamente para este sitio.
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Toda la opulencia de este emirato se ve reflejada en una instalación creada por la artista checa Jitka Kamencová Skuhravá, quien se especializa en el trabajo con cristal. En la estación BurJuman, mejor conocida como Khalid Bin Al Waleed, hay un conjunto de enormes candelabros en forma de medusas con acabado metálico, lo cual se logró con cristal y luces LED.
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Es una de las estaciones más bonitas gracias a una sola obra: Dome of Light, del italiano Narcissus Quagliata. Es un vitral formado por cuatro mil 500 paneles de cristal, que abarca un diámetro de 30 metros. Este trabajo tomó cuatro años en completarse.
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El domo representa la historia de la humanidad a partir de cuatro elementos: agua, tierra, luz y fuego.
Si la ves por fuera, parece más un museo que una estación ferroviaria. Y de hecho, es un edificio histórico desde 1978. Construida a principios del siglo pasado con el financiamiento de la familia Vanderbilt, es un centro de conexión para trenes, metro y autobuses. Es famosa por su gran cantidad de elementos arquitectónicos y de diseño que resultan icónicos, como el reloj de ópalo del vestíbulo principal, valuado en 20 millones de dólares.
Su techo abovedado contiene un mural que muestra las 12 constelaciones del Zodíaco y dos mil 500 estrellas, algunas con luz LED. El plano de las constelaciones fue trazado al revés, como si lo hubieras atravesado y lo estuvieras viendo desde una perspectiva divina.
En su interior, Grand Central tiene 60 tiendas, 35 restaurantes, un mercado y hasta un centro de exposiciones, el New York Transit Museum Gallery and Annex. Además, se organizan recorridos guiados.
Muchísimas películas y series han tenido la estación como locación. Desde The Avengers (2012) y Superman (1978), hasta Mad Men y Gossip Girl.
No es propiamente una estación , sino un recorrido en metro . Aun así, vale la pena mencionarse. Transcurre entre la zona del Bund y el distrito financiaro de Lujiazui, midiendo apenas 647 metros, de acuerdo con Travel China Guide.
Durante el recorrido de entre tres y cinco minutos, los pasajeros observan diversos efectos de luz y sonidos que juegan con su perspectiva. Desde iluminación psicodélica hasta escenarios submarinos y “magma” cayendo por las paredes. Las ventanas son panorámicas, para apreciarlo mejor.