Una de las regiones con mayor arraigo cultural y prácticas ancestrales está en Chiapas, especialmente en Los Altos, en pleno corazón chiapaneco. Ahí se localiza San Juan Chamula .
En las montañas del sur de México , habitadas por indígenas tzotziles, el ambiente que se vive es místico, especial, solemne, debido al fuerte sincretismo religioso que aún prevalece en sus habitantes.
Este sincretismo se respira a diario en Chamula y, gracias a ello, su iglesia cuenta con una antigua leyenda que, adicional a los ritos que se realizan en su interior, la convierten en uno de los puntos más llamativos de la población.
Antes que nada, San Juan Chamula , o simplemente Chamula, está localizado en el centro de Chiapas, en la región llamada Los Altos , por estar asentados en la sierra, lo que proveé de paisajes montañosos en la zona.
A 2,270 metros sobre el nivel del mar, Chamula se ubica a una hora y 20 minutos al este de Tuxtla Gutiérrez y a 25 minutos al norte del Pueblo Mágico San Cristóbal de las Casas .
Al igual que muchas comunidades del sur de México , especialmente las chiapanecas, la población es mayoritariamente indígena y, en Chamula , se vive en un ambiente de autodeterminación, respeto y preservación de la cultura, por lo que hoy en día es un sitio muy auténtico.
Ahí, la herencia católica europea se fusionó con algunas antiguas prácticas mayas , las cuales persisten en la actualidad y, según los locales, su iglesia tiene un origen muy místico, prueba de esta dualidad.
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Cuenta la leyenda que hace muchos años, tras la conquista española, en Chamula vivía un hombre negro muy solitario y que los chamulas respetaban y temían debido a sus poderes sobrenaturales.
Según el relato, el brujo era tan poderoso que, sin necesidad de armas, podía causar la muerte únicamente con la mirada. Nadie lo conocía ni sabía de dónde procedía, pero sí reconocían su habilidad para contactar, además, con la naturaleza .
Un día, los chamulas se encontraban preocupados, ya que en el pueblo no existía ninguna iglesia para rezar y cumplir sus deberes espirituales por lo que, a sabiendas de las habilidades del brujo , acudieron a él para pedirle ayuda en la construcción del templo.
El hombre los escuchó y decidió acceder a la petición, por lo que inmediatamente comenzó a caminar por el pueblo, seguido de varios indígenas chamulas que esperaban ver cómo se construía su iglesia.
Después de la caminata, se detuvo en lo que hoy es la plaza principal de Chamula y, una vez ahí, empezó a chiflar muy fuerte, al mismo tiempo que daba una vuelta lenta sobre su propio eje. El chiflido era tan fuerte que las montañas que rodean el pueblo ‘respondían’ al sonido con el eco.
Una vez que terminada la vuelta, de los cerros aledaños comenzaron a moverse grandes piedras por sí solas. De repente, se convirtieron en carneros y bajaron de las montañas en dirección al brujo .
Liderados por un gran macho negro, al momento de llegar con el hombre, el animal reparó y, cuando pisó el suelo, se convirtió en piedra . Así sucedió con los que detrás de él venían, para poder ser utilizados en la construcción de la iglesia .
De los cuatro puntos cardinales, los cerros ‘respondieron’ al llamado, a excepción de uno, ubicado al sur de Chamula el cual, desde ese entonces, se le conoce como el cerro Chajancavitz , que en tzotzil significa ‘cerro de piedras haraganas’.
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Dedicado a San Juan Bautista, primo de Jesús, el templo es sobrio por fuera, revestido en color blanco y con un arco en la entrada lleno de figuras coloridas.
Lo impresionante reside en su interior, pues contrario a otras iglesias , no hay bancas para sentarse y a los costados del templo se encuentran mesas de madera llenas de velas de cera frente a vitrinas que guardan diversos santos.
Es tan única la devoción y costumbres de Chamula que, si uno de esos santos no ‘cumple’ a las peticiones que los lugareños hacen, se le voltea a manera de ‘castigo’.
Foto: Bruno Rijsman. Flickr
El piso está repleto de follaje de pino e indígenas arrodillados rezando en idioma tzotzil, chamanes haciendo sacrificios de gallinas, velas y un ambiente de solemnidad y sincretismo, muchas veces intimidante e impresionante para los turistas.
Como dijimos más arriba, Chamula se caracteriza por un profundo arraigo a sus raíces y la férrea defensa de ellas, por lo que hay que aclarar que, si visitas el lugar, debes acudir con total respeto a sus usos y costumbres. Un poco de sentido común, pero no está de más mencionarlo.
Hacer fotografías y videos no es recomendable, a menos que pidas permiso a los lugareños y accedan, pues ellos creen que una foto se roba su alma y, si lo haces sin autorización, pueden verlo muy mal.
Para entrar a la iglesia , se cobran aproximadamente 25 pesos por persona. Las fotos y videos están estrictamente prohibidas.
Si quieres ver a Chamula en todo su esplendor, se recomienda visitarlo en domingo, cuando la plaza se convierte en un gran mercado y puedes adquirir artesanías, alimentos y bebidas típicas de la región.
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