El pasado lunes 26 de junio, el secretario de turismo federal, Miguel Torruco Marqués. anunció el nombramiento de 45 nuevos pueblos mágicos alrededor del país, entre los que destacan dos en el Edomex.
Jilotepec y Otumba se incluyeron en la lista actualizada de 177 pueblos mágicos.
Amabas localidades están a menos de hora y media de CDMX, y aquí te contamos cuáles son sus atractivos para que te animes a conocerlos de una vez.
El programa ‘Pueblos Mágicos’ nació en 2001 con el propósito de diversificar la oferta turística en el país. Los primeros fueron Huasca de Ocampo en Hidalgo; Mexcaltitán en Nayarit y Real de Catorce en San Luis Potosí. Desde entonces, poco a poco se han ido incorporando más hasta los 177 que hay a partir del lunes.
Según el sitio web de la Secretaría de Turismo: ‘un pueblo mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad. En fin, magia que emana en cada una de sus manifestaciones socioculturales y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico’.
Torruco Marqués informó que la convocatoria de este año estuvo vigente del 8 de mayo al 2 de junio, habiendo recibido 123 solicitudes, de las cuales solo 45 cumplieron con los requisitos. Entre ellas están Jilotepec y Otumba, en el Edomex, que se ha convertido en el estado con más pueblos mágicos al sumar 12 en total.
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Jilotepec se encuentra al norte del Estado de México, prácticamente en los límites con Hidalgo. Flanqueada al sur por un macizo de montañas, esta localidad a 2,452 metros sobre el nivel del mar, es un destino que combina atractivos coloniales y ecoturísticos.
En el área montañosa puedes visitar el Parque ecoturístico Las Peñas de Dexcani Alto para hacer senderismo, rappel y escalada en sus asombrosos monolitos de piedra natural.
Muy cerquita está la presa comunal La Avellana, rodeada por un bosque y mucha tranquilidad.
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A las afueras de Jilotepec se encuentra la Presa Danxhó, una laguna artificial mucho más grande que la anterior, en la que se ofrecen paseos en lancha; hay carreras de veleros y hasta se puede bucear.
En términos históricos, Jilotepec cuenta con edificaciones coloniales, como la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida por los franciscanos en el siglo XVI con arte tequitqui en su interior, una cruz conventual con iconografía indígena y un gran atrio. O la Cruz de Dendhó, de 4 metros de alto sobre una base de piedra, datada del mismo siglo y que no fue parte de algún convento o iglesia.
En la comunidad de Canalejas, en la cima de un cerro con bonitas vistas, se levanta el Santuario de la Virgen de la Piedrita, un templo construido entre 1897 y 1981 con cantera local de estilo neogótico y vitrales multicolores.
Existen opciones coquetas para hospedaje, como Jilo Glamping, con tiendas tipo safari en medio de la naturaleza; La Casona que, literalmente, es una casona colonial a unos metros del centro; Dharal Country Lofts, en una casa de campo moderna; o las cabañas de Casa María.
También está la Exhacienda de Doxhicho, que hoy está abandonada pero resguarda restos de paredes, chimeneas y portales de poco antes del siglo XVIII.
Retrocediendo unos años más, también puedes visitar los Petroglifos San Lorenzo Octeyuco, a las afueras de Jilotepec. Se trata de uno de los pocos vestigios en piedra de la cultura otomí. Representan las observaciones cósmicas de los pobladores originales de Jilotepec. Son raros, ya que los otomíes no acostumbraban a utilizar la piedra para estos fines.
Nos movemos más al este del Estado de México, de nuevo los límites con el estado de Hidalgo. Ahora, toca conocer Otumba, pueblo mágico que en tiempos prehispánicosse convirtió en el sitio de la Batalla de Otumba, decisiva para la conquista de Tenochtitlán.
Posteriormente, en tiempos coloniales fue sede de una casa de descanso de virreyes y, en la modernidad, es conocido por su Feria del Burro y por Burrolandia, un santuario dedicado a la protección de esta especie en peligro de extinción. Puedes visitarlo, pasar un buen rato y, además, ayudar a que este lugar continúe con su labor.
Recorre el centro para visitar el Templo de la Purísima Concepción, de estilo plateresco, construido sobre una plataforma prehispánica por orden de los franciscanos. A unos pasos está la Casa de los Virreyes, edificio del siglo XVI que sirvió como residencia de los virreyes y visitantes distinguidos que hoy alberga un museo del Virreinato.
Otro sitio imperdible es la Casa Museo Gonzalo Carrasco, perteneciente al sacerdote jesuita y pintor homónimo. Dentro de este edificio del siglo XIX, podrás observar fotografías y diversos objetos cotidianos que explican la vida económica, política y social de Otumba a lo largo del tiempo.
En las afueras de la localidad puedes apreciar un tramo del imponente Acueducto del Padre Tembleque, la obra de ingeniería más importante de la Nueva España. Su serie de grandes puentes y acueductos del siglo XVI son considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sus alrededores están salpicados de antiguas haciendas, como las de Cuauhtenco, El Mayorazgo, Xochihuacán y antiguos centros religiosos como el Exconvento de Oxtotipac o el Santuario de Tocuila.
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