Escondido a 3 mil 48 metros sobre el nivel del mar, entre las nieves de la montaña de Gaislachkogel, en Austria, se encuentra una de las locaciones de la película Spectre (2015) y hoy, justo ahí, se inaugura el museo futurista 007 Elements, dedicado, por supuesto, a James Bond .
Para llegar este escondite en Los Alpes, es necesario abordar un funicular en la estación de esquí de Sölden, cuyo precio está incluido dentro de los 22 euros que cuesta la entrada a 007 Elements .
El museo es un edificio vanguardista, construido de hormigón, acero y vidrio. Fue diseñado como si fuese la guarida de un villano de la saga, por lo que a simple vista parece estar enterrado bajo el hielo.
Con un juego de luces y sombras, pantallas, tecnología interactiva y secuencias de películas, las nueve salas de la exhibición buscan sumergir al visitante en "una película real" del agente secreto, durante un recorrido que dura aproximadamente una hora y abarca más de 50 años de vida del personaje y 24 películas.
Además, en el museo 007 Elements se pueden ver objetos originales de la saga, como el Jaguar C-X75 que aparece en Spectre o la pistola de oro que usaba Sean Connery en Goldfinger (en James Bond contra Goldfinger).