En estos tiempos de cuarentena , mucha gente ha encontrado la oportunidad de estudiar un idioma desde casa, mediante videos o apps gratuitas . Si eres uno de ellos y estás listo para un reto, ¿qué tal iniciar tus estudios en alguno de los idiomas más difíciles de aprender ? O, tal vez sin saberlo, ya elegiste uno de ellos.
De acuerdo con la BBC, si hablamos desde la perspectiva de un hispanohablante, el árabe o el chino son algunas de las lenguas más difíciles de aprender . La razón: son lejanas a la gramática del español.
No hay muchos sistemas que determinen la dificultad de un idioma, pero como referencia tomaremos un estudio realizado por el Foreign Service Institute de Estados Unidos, basado en personas que tienen el inglés como lengua nativa.
El estudio del Foreign Service Institute clasifica diversos idiomas en cuatro niveles de dificultad, basándose en el tiempo que típicamente implica su aprendizaje. A continuación enlistamos las cuatro lenguas más complejas de acuerdo con esta clasificación, las cuales requieren alrededor de 88 semanas para estudiarse.
Árabe
Tal como indica la BBC, este es uno de los idiomas más difíciles de aprender . En primer lugar, explica el blog de la aplicación Duolingo, una de las cosas que vuelven difícil de aprender una lengua es la complejidad de su gramática. Por poner un ejemplo: el árabe tiene 10 formas verbales y tiene diferentes maneras de conjugar un verbo dependiendo de que hables sobre un hombre o una mujer.
También está la razón obvia: el árabe tiene su propio alfabeto. Por si fuera poco las letras cambian su forma con base en el lugar que ocupan dentro de una palabra, y el lenguaje se escribe de derecha a izquierda (es decir, al revés de como nosotros escribimos).
A todo lo anterior, añádele que existen diversos dialectos con variaciones significativas entre un país y otro. Sin embargo, es posible aprender el árabe estándar moderno, que puede servir en un ámbito formal dentro de diferentes naciones.
Foto: iStock
Japonés
Imagínate: si no hicieras otra cosa además de estudiar japonés (y omitieras tus horas de sueño y comida), aun así tardarías 91 días en volverte competente con esta lengua, asegura Duolingo. Existen varias razones.
En primer lugar, está el hecho de que el lenguaje escrito usa dos alfabetos fonéticos (Hiragana y Katakana), además de ideogramas chinos (Kanji). Normalmente cada uno tiene su propósito, pero todos son intercambiables.
En segundo lugar, las estructuras gramaticales son flexibles. Por ejemplo, cuando hablas japonés puedes omitir la repetición de pronombres o de ciertas palabras cuando son obvias en una conversación.
Por ultimo, también hay flexibilidad para cambiar el orden de las palabras con libertad, lo que da como resultado muchas maneras diferentes de decir la misma cosa.
Chino
Para empezar, debes tener claro que el idioma chino tiene muchos dialectos, de los cuales hay dos principales: mandarín y cantonés. El primero es la lengua oficial en China, mientras el segundo se habla en Hong Kong, Macao y la provincia de Cantón, según la BBC.
Para que tengas una idea de qué tan difícil puede ser, tomemos el mandarín como referencia. Es un idioma tonal, lo que significa que el sonido determina el significado; es decir, varias palabras pueden escribirse igual y referirse a cosas distintas.
Por otro lado, en el mandarin no se usa un alfabeto como el nuestro (donde cada letra representa un sonido), sino logogramas, y cada uno posee un significado.
Coreano
De entrada, el coreano es considerado una lengua aislada, pues no se ha determinado que pertenezca a alguna familia de lenguas preexistente, explica el sitio web The Culture Trip. Dicho en otras palabras, te resultará más difícil relacionar su vocabulario con el de otros idiomas y, en consecuencia, memorizarlo.
Además este idioma posee siete niveles de discurso, cada uno con una terminación verbal distinta y que se usa según la formalidad de la situación.
No obstante, el sistema escrito del coreano tiene espacios entre palabras. Es decir, puedes distinguir una palabra y otra con mayor facilidad que cuando lees japonés o chino, de acuerdo con Japan Today.