Holbox
es un destino único en México. Una pequeña isla de apenas 40 kilómetros de largo, donde las calles tienen arena en lugar de pavimento y la gente se transporta en carritos de golf. Además, sus playas turquesa se encuentran entre los privilegiados lugares de nuestro país donde se puede apreciar la bioluminiscencia ; es decir, el agua brilla en tonos fluorescentes por la noche .
Justo en primavera comienza la temporada en la que el fenómeno resulta visible en la isla del Caribe mexicano. Cuando termine la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus Covid-19 y el mundo vuelva a su ritmo normal, este paraíso debería estar en tu lista.
Si bien la bioluminiscencia es un fenómeno permanente en Holbox , la mejor temporada para verlo va de mayo a septiembre. El brillo en las olas se nota en las noches sin luna, en zonas solitarias y de poca profundidad. Resulta más visible ante el movimiento en el agua.
Ojo: la bioluminiscencia es muy difícil de fotografiar y una imagen requiere modificaciones para que realmente se distinga el fenómeno. Puede apreciarse mejor en video, aunque la experiencia sigue siendo muy distinta a la que tendrías estando ahí. Es como ir a ver auroras boreales o santuarios de luciérnagas: nunca se verá igual a través de una pantalla.
En Holbox la bioluminiscencia se debe a organismos llamados dinoflagelados, de acuerdo con Semarnat. El fenómeno se produce cuando unas enzimas, llamadas luciferasas, interactúan con sustratos específicos (proteínas denominadas luciferinas), que en presencia de oxígeno reaccionan y emiten luz, explica la revista ¿Cómo ves?
La bioluminiscencia es aprovechada de distintas maneras por los organismos, como confundir a los depredadores, atraer pareja o comunicarse.
Diversos touroperadores locales, como HolboXtreme o Holbox Travel, hacen recorridos guiados para ver las playas brillar. Este tipo de experiencias se hacen a bordo de un bote o en kayaks.