Hoy, 27 de octubre, se cumplen 65 años del primer aterrizaje de la aerolínea KLM en nuestro país. El vuelo de Ámsterdam a Ciudad de México fue un acontecimiento: viajaba Bernhard de Lippe-Biesterfeld, príncipe consorte de los Países Bajos (abuelo de Willem-Alexander, el actual monarca) y Albert Plesman, director de la compañía aérea, quienes fueron recibidos por el entonces presidente de México, Miguel Alemán.
El trayecto fue de 32 horas e hizo tres escalas. Hoy en día, el tiempo de vuelo es de 10 horas y media, aproximadamente.
Para conmemorar aquel día, recopilamos algunas curiosidades sobre la holandesa KLM .
1. Tiene casi un siglo
La compañía se fundó el 7 de octubre de 1919. Es la línea aérea más antigua que conserva su nombre de inicio. Y fue hasta 1952 que inició su presencia en México.
Ha sido pionera en varios aspectos: fue la primera aerolínea europea en desarrollar un programa de lealtad (1991), la primera en todo el mundo en ofrecer vuelos regulares a Nueva York (1946) y quioscos de autoservicio para pasajeros con conexión (2006).
2. Es eco-friendly
En 1999, obtuvo la certificación ISO 14001, norma que establece estándares internacionales sobre gestión ambiental.
KLM
desarrolla prácticas para reducir, controlar y compensar emisiones de CO2. Entre ellas, está la renovación de su flota por el Boeing 787 Dreamliner y el Airbus A330, cuyo uso de combustible es 20% más eficiente. También tiene un programa llamado CO2ZERO, que permite al pasajero donar en función de las emisiones producidas por sus viajes.
3. Aeropuerto de envidia
El aeropuerto Ámsterdam-Schiphol es la sede de la compañía. Durante varios años ha sido reconocido como uno de los mejores por varias organizaciones, entre ellas Skytrax, especializada en aviación. En 2017, obtuvo el quinto lugar en la categoría de los aeropuertos más entretenidos, y en ediciones pasadas se ha encontrado entre los 10 mejores del mundo.
El aeropuerto
tiene dos museos, una biblioteca, un spa y un jardín artificial con plantas reales y bicicletas fijas para los viajeros. Los niños juegan en la réplica de un avión y los más curiosos pueden asomarse por una sección con piso transparente por donde se ve pasar el equipaje a través de las bandas transportadoras.
4. Hospedaje para mascotas
En colaboración con Air France, KLM cuenta con un hotel para mascotas dentro de Schiphol. Los huéspedes que tienen un vuelo de conexión, con al menos dos horas de diferencia, pueden utilizar sus servicios. Durante ese tiempo, se otorgan cuidados y alimento a los animales; hay encargados de pasear a los perros para que no permanezcan todo el tiempo encerrados. Por cierto, la primera vez que la aerolínea transportó un animal fue en 1924, y se trató de un toro.
5. Cargas invaluables
El 29 de septiembre KLM Cargo transportó 63 obras maestras de 50 artistas (entre ellos Rembrandt), desde San Petersburgo a Ámsterdam. Estas piezas se exhibirán en el museo Hermitage Amsterdam hasta mayo de 2018.
También trasladó el cuadro Milkmaid, de Johannes Vermeer, y el esqueleto de un tiranosaurio de Estados Unidos a Holanda.