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En este 2020 Galway, en la costa oeste de la isla de Irlanda, está adquiriendo protagonismo, pues fue elegida como Capital Europea de la Cultura 2020 . Instalaciones artísticas, espectáculos, proyectos interdisciplinarios y recorridos forman parte de la celebración que tiene como objetivo mejorar la industria turística y la vida en la comunidad.
Ningún escritor de fantasía hubiera imaginado un paisaje como los Acantilados de Moher . En una costa del océano Atlántico , la naturaleza modeló un gigantesco “muro” de roca, tan grande como un rascacielos, con el cual las olas han chocado desde hace más de 319 millones de años. En sus partes inferiores yacen fósiles y madrigueras de especies que nunca conocimos, y en las alturas cientos de personas sienten vértigo, divagan y se fascinan ante un escenario que tal vez permanecerá mucho después de nosotros.
Los Acantilados de Moher
son una de las maravillas naturales más visitadas de Irlanda . La ciudad de Galway , a una hora en auto, es una de las más cercanas. Y, si bien los acantilados son el pretexto para viajar a la región, esta urbe medieval y de tradición náutica resulta una perfecta razón para extender las vacaciones.
Foto: Cortesía Galway 2020
Esta vez te platicamos qué hace especial a Galway , además de su programa como Capital Europea .
Por supuesto, también te decimos cómo visitar los famosos acantilados.
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De alma joven
Galway
surgió en la Edad Media; alguna vez estuvo por completo amurallada; y todavía usa el gaélico irlandés como lengua oficial (además del inglés). Es capaz de fusionar el encanto de una ciudad medieval con la personalidad de una gran metrópoli.
Los gruesos muros de piedra de las construcciones antiguas están pintados en colores vivos y alojan tiendas hípster. Mientras caminas por los callejones adoquinados, encuentras pubs tradicionales, bares bohemios y terrazas para tomar una pinta de cerveza.
Para vivir ese ambiente, el mejor lugar es el Barrio Latino o centro histórico. No te dejes engañar por el nombre, que únicamente hace referencia a las conexiones marítimas y comerciales que en el pasado tuvo la urbe con España. En esta zona se halla el Arco Español, uno de los pocos y más recientes vestigios de las murallas que, se sabe, comenzaron a levantarse en 1270.
Foto: Tourism Ireland
En el Barrio Latino encuentras souvenirs auténticos e irrepetibles. Hay ropa vintage, objetos de diseño, librerías de segunda mano, cajas de música, juguetes de madera, antigüedades y colguijes. Pero hay un artículo que le gana a todos: el famoso anillo de Claddagh que lleva consigo una famosa leyenda.
Foto: iStock
Se dice que hace más de 300 años, a las afueras de Galway vivía un pescador llamado Richard Joyce. Poco tiempo antes de casarse un barco pirata lo capturó y lo vendió como esclavo en Argelia, donde se vio obligado a fabricar joyería. Eventualmente recuperó su libertad pero, cuando regresó, guardaba un anillo diseñado por él para su futura esposa, quien nunca dejó de esperarlo. La joya tenía dos manos sosteniendo un corazón y una corona en la cima. Este anillo, con el tiempo, se convirtió en símbolo de amistad, amor y lealtad. Ahora se regala entre parejas o de madres a hijas justo antes del matrimonio...
El Barrio Latino también agrupa varias atracciones culturales. Para comenzar está el Museo de la Ciudad, de acceso gratuito. A través de fotografías, documentos, armas y objetos cotidianos cuenta la historia de Galway y revela claves sobre la cultura irlandesa; abarca desde la prehistoria hasta el siglo XX.
Foto: Tourism Ireland
Si viajas entre mayo y septiembre, únete a un recorrido gratis de Galway Civic Trust, una institución local. Se enfoca en la arquitectura y el pasado medieval de la ciudad. En sus itinerarios sobresalen sitios como el Castillo de Lynch, residencia que perteneció a una de las 14 familias que gobernaban la ciudad entre los siglos XV y XVII.
Fuera del Barrio Latino, a unos 10 minutos caminando, se localiza la Catedral de Galway. Construida hace solo medio siglo, es el templo de piedra más grande de Irlanda, y mezcla diversos estilos arquitectónicos, como el gótico y renacentista. Para entrar te piden una donación de dos euros (40 pesos).
Foto: iStock
A lo largo del año la ciudad celebra 122 festivales, aproximadamente. Sin importar la época que la visites, formas parte de al menos una fiesta culinaria, de arte, literaria o deportiva.
El evento más importante es el Festival Internacional de Artes, que se lleva a cabo en julio: se programan conciertos de bandas como Pixies, obras teatrales, exposiciones y shows callejeros a gran escala.
Foto: Tourism Ireland
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Lo mejor de dos mundos
Galway
está lleno de tentaciones para quienes se rinden fácilmente ante los placeres culinarios. Para empezar, existen dos restaurantes galardonados con una estrella Michelin , unidos por el amor hacia el comercio justo. Loam es original porque solo utiliza ingredientes del oeste irlandés, por lo cual los chefs deben ser creativos para sustituir elementos extranjeros. Por su parte Aniar, local que fusiona recetas tradicionales con técnicas contemporáneas, imparte clases de un día por 225 euros (cuatro mil 531 pesos). Ambos sitios cierran en invierno.
Kai es otro buen restaurante de cocina orgánica que destaca por alojarse en una casita de piedra acogedora, decorada con cuadros y libreros de madera.
Foto: Cortesía Kai
Si prefieres un ambiente más relajado, prueba un fish and chips en McDonagh’s, un local que data de principios del siglo pasado; el pescado es cocinado al momento. También sirven ostiones y mejillones recién traídos del mar.
Para sentirte como un local, no hay nada mejor que tomarte una cerveza Guinness en un pub tradicional como Murphy’s o Tigh Neachtain’s. Este último invita con frecuencia a bandas locales que te ponen a bailar a ritmo de banjo, arpa, flauta y mandolina.
En el bar Garavan’s, uno de los más elegantes, se hacen degustaciones de whiskey exótico. Además, el café irlandés de la casa es un estelar de antaño.
Foto: Cortesía Garavan's
Tierras de leyendas
Es muy recomendable dedicar al menos un día del viaje a los atractivos que están fuera de la ciudad.
Entre lagos, montañas escarpadas y pantanos que caracterizan a la región de Connemara, resalta un castillo de piedra. Es la Abadía de Kylemore, construida en 1868 por órdenes de un hombre acaudalado llamado Mitchell Henry, quien deseaba regalarle el hogar perfecto a su esposa Margaret. Apenas lograron disfrutarlo unos años, antes de que ella falleciera trágicamente. Para 1920 la propiedad quedó a cargo de una orden de monjas benedictinas que habían perdido su sede en la Primera Guerra Mundial .
Foto: iStock
Hoy en día, puedes entrar a Kylemore y recorrer la mayor parte de sus habitaciones, con vestigios de los esposos Henry y la escuela que las monjas administraron durante varias décadas. Tres veces al día se dan tours guiados.
La propiedad tiene un gran jardín de estilo victoriano, donde solo se conservan plantas y flores características de ese periodo histórico.
Frente a la fachada de la abadía hay un lago. Una leyenda popular cuenta que, cada siete años, un caballo blanco emerge claramente de las aguas cristalinas solo para desaparecer casi de inmediato.
El precio por acceder a la Abadía de Kylemore es de 13 euros (261 pesos). Si no llevas auto, un tour guiado te cuesta 30 euros (602 pesos) con la empresa Lally Tours, e incluye otros atractivos.
Uno de los paisajes más vírgenes de Irlanda se halla en las Islas Aran, en la Bahía de Galway. Son tres pequeñas porciones de tierra donde las casas poseen techo de paja, el gaélico irlandés es la lengua materna y los inmensos campos verdes están entrecruzados por muros de roca como técnica de agricultura tradicional.
Foto: Tourism Ireland
La isla más grande se llama Inis Mór y su población es de 800 personas. Por 10 euros (201 pesos), puedes rentar una bici para recorrer sus 12 kilómetros de largo y llegar hasta Dún Aonghasa, un fuerte prehistórico construido por druidas sobre un espectacular acantilado.
Mención aparte merece Inis Meáin, la isla mediana. Es famosa por la fabricación de suéteres de lana con diseño de punto trenzado. Se cuenta que una familia pescadora creó el estilo hace muchos años, con la intención de que si el padre de familia sufría un accidente y nunca regresaba del mar, su cuerpo pudiera identificarse fácilmente.
La compañía Aran Islands Ferries hace traslados a las islas desde Galway . Cobra 30 euros (602 pesos) por el viaje redondo y nueve euros más (181 pesos) por llevarte al puerto desde la ciudad.
Gigantes frente al océano
Ahora sí, es momento de hablar sobre el gigantesco “muro” de Moher , que se extiende a lo largo de ocho kilómetros. Aunque no es regular, en un fragmento alcanza 214 metros de altura. Los acantilados lucen como si a una montaña le hubieran arrancado un fragmento, de tajo.
Foto: Tourism Ireland
Es posible pararse a solo unos metros de la orilla, si te atreves, a través de senderos delimitados. Quienes sucumben al vértigo prefieren pasar el tiempo en las tres plataformas de observación al aire libre.
Foto: Tim Thompson
Hay una construcción de piedra en un extremo de los acantilados . Es la Torre de O’Brien, un mirador ideado en el siglo XIX por un noble local para recibir a los viajeros, quienes entonces ya se trasladaban desde sitios lejanos atraídos por esta maravilla natural.
Entre marzo y julio, colonias de frailecillos anidan en los bordes de roca, a lo largo de los acantilados. Durante todo el año también se avista el halcón peregrino. Entre las olas, de vez en cuando puedes distinguir un delfín, focas y, si es otoño, una ballena jorobada o minke.
Si quieres huirle a las multitudes, debes llegar muy temprano o al anochecer, fuera del horario de los autobuses turísticos. La entrada a la reserva natural cuesta cuatro euros, y son cuatro más por acceder a la torre. En una excursión organizada mediante el sitio web Viator, desde Galway, te gastas 39 dólares (725 pesos).
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Foto: Cortesía Galway 2020
GUÍA DEL VIAJERO
Galway 2020
Algunos eventos estelares en Galway como Capital Europea de la Cultura. El programa comenzó este mes y concluye en enero próximo. Sitio web: galway2020.ie
Cómo llegar
El aeropuerto de Shannon, a una hora, es uno de los más cercanos a Galway; a través del metabuscador Kayak encuentras vuelos por 19 mil 255 pesos, con una escala breve en Londres. La compañía Bus Éireann opera autobuses hasta la ciudad por 19 euros (382 pesos), en viaje redondo.
Otra opción es volar a Dublín, a tres horas de Galway; un vuelo con escala en Ámsterdam te cuesta 12 mil 627 pesos, vía Kayak. Un autobús al destino final sale en 31 euros (624 pesos) en viaje redondo, con Citylinkireland.
Dónde dormir
Un hotel de cuatro estrellas, como Park House Hotel, te puede costar dos mil 410 pesos por noche, en ocupación doble. Se locaiza en el centro histórico de la ciudad.
Glenlo Abbey es uno de los mejores hoteles de lujo en la zona. Ubicada en las afueras de la ciudad y construida en 1740, la propiedad era casa de campo de la familia French, una de las que llegó a gobernar Galway. El hotel ofrece varias actividades, como una demostración de cetrería y aves de presa, o tiro con arco. Además, su restaurante se instaló en dos antiguos vagones del legendario tren Orient Express. En su sitio web encuentras las tarifas más bajas, desde 188 euros (tres mil 776 pesos) por noche.
Foto: Cortesía Glenlo Abbey
Renta de auto
En el sitio web internacional de Hertz, la renta de un auto en Irlanda te puede costar 54 euros (mil 87 pesos) por día, aproximadamente.
Documentos de viaje
Únicamente necesitas tu pasaporte.
Moneda oficial
El euro, que equivale a 20.35 pesos
Huso horario
Irlanda tiene seis horas de adelanto con respecto a la Ciudad de México.
Enchufe
Está compuesto por tres clavijas pequeñas y rectangulares, dos horizontales y una vertical. El voltaje es de 230V.
Sitio web de turismo
ireland.com
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