Una de las fiestas de Día de Muertos más representativas en México es, sin duda, Michoacán , por las costumbres y tradiciones de las comunidades purépechas de varias regiones del estado. Para ellos, esta festividad lleva por nombre Animeecheri K'uinchekua o Fiesta de las Ánimas.
Los purépechas no celebran a la muerte, sino la vida que continúa después de dejar este mundo, “la otra vida”, y la oportunidad de coincidir y convivir, en estas fechas, con los seres amados que ya partieron. Es el único momento en el que se abre el portal entre esta vida terrenal y la otra.
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Este reencuentro que sucede una sola vez al año es motivo de fiesta entre las familias. Se comparten los alimentos con las ánimas queridas; se les sirve en un altar u ofrenda los mejores platillos que pueden ofrecerle, mismos que se acompañan con pan, se adorna con flores de cempasúchil y se festeja con cohetes.
Foto: Sectur Michoacán
Estas comunidades indígenas afirman que cuando alguien muere, aunque su cuerpo se sepulta, su alma sigue viviendo y ésta se reúne con sus seres queridos que fallecieron primero y con los dioses. En estas fechas, ellos tienen la oportunidad de regresar para la Fiesta de las Ánimas y convivir una vez más con los suyos.
Sus altares son elementos representativos muy importantes de su cultura, se montan en las tumbas de los panteones o en las casas de los habitantes purépechas. Es una ofrenda simbólica para rendir tributo a los difuntos en la que se colocan diversos elementos con su respectivo significado.
Foto: Sectur Michoacán
Algunos de estos elementos son el papel picado, que representa la alegría de la festividad; el retrato de quien partió, que se suele colocar en la parte más alta del altar; la flor de cempasúchil, guía el camino de los espíritus en este mundo; la sal, elemento de la purificación de las almas; las velas, que alumbran el camino y regreso al otro mundo; el copal e incienso alejan los malos espíritus y purifican el ambiente; y un arco formado de fruta y flor de cempasúchil, que representa la entrada al inframundo.
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La elaboración del altar, sus dimensiones y complejidad depende del gusto y posibilidades económicas de las familias. Si se trata del primer año de fallecido, entonces habrá un altar más grande.
Foto: Sectur Michoacán
Un dato curioso es que la llegada de las mariposas monarca a México coincide con la celebración del Día de Muertos en Michoacán ; por esa razón hay una leyenda que cuenta que estas mariposas son en realidad las almas de los fieles difuntos que regresan para celebrar.
Desde hace 17 años, la festividad y tradición de Día de Muertos es Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad , declarada así por la UNESCO .
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