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Esto podría pasarle a tu cuerpo durante un vuelo largo y sin escala

Hipoxia y síndrome de la clase turista, las grandes amenazas

Permanecer sentado durante todo el viaje puede ser dañino para la salud. (Foto: Istock)
12/11/2018 |01:01El Mercurio/GDA/Chile |
Redacción El Universal
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Permanecer 18 horas y 45 minutos sentado en un asiento de avión , en un vuelo sin escalas , es un desafío para el organismo.

Eso experimentaron los 161 pasajeros de la nueva ruta entre Singapur y Nueva York, estrenada en octubre pasado por Singapore Airlines y lanzada como el vuelo comercial más largo del mundo .

El interés por ofrecer viajes intercontinentales sin paradas cada vez es más grande —existen al menos cinco trayectos que superan las 17 horas—, lo mismo que las preocupaciones por sus efectos en la salud.

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El doctor Guillermo Acuña , especialista en Medicina del Viajero de la Clínica Las Condes, en Santiago de Chile, explica que la humedad en cabina es muy baja, por lo que “en viajes arriba de 12 horas se pierde más líquido por la respiración y hay mayor riesgo de deshidratación”. Por eso recomienda beber constantemente, pero que sea agua o jugos, y no alcohol.

Los pasajeros de mayor edad , con patologías crónicas o inmunodeprimidas, son más vulnerables. Asimismo, “una persona con cálculos en el riñón, al no moverse y mal hidratarse está en mayor riesgo de sufrir un cólico renal en un lugar donde los recursos médicos son limitados”, advierte Acuña.

Si se padece asma u otros problemas respiratorios, afecciones cardiacas, diabetes, o si hay antecedentes de un accidente cerebrovascular o epilepsia, es importante acudir al especialista antes de viajar y notificarlo a la aerolínea .

Esto podría pasarle a tu cuerpo durante un vuelo largo y sin escala

(Foto: Istock)

Una de las grandes amenazas es el síndrome de la clase turista , es decir, el riesgo de padecer una trombosis en las venas de las piernas o una embolia de pulmón provocada por las condiciones de estrechez en el asiento de avión en vuelos de larga duración . “El riesgo aumenta, porque la compresión venosa, la deshidratación y la inmovilidad se prolongan”, dice el doctor Pablo Pedreros, cardiólogo de la Clínica Santa María.

Esto podría pasarle a tu cuerpo durante un vuelo largo y sin escala

Las aerolíneas han tomado en cuenta estos riesgos. De hecho, el vuelo de Singapore Airlines solo cuenta con clase Ejecutiva y Premium Economy, con más espacio entre asientos .

Según estudios realizados por investigadores del Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya, “la clave es la distancia entre los asientos ; el resto es un disfraz de las compañías para hacer más soportable el vuelo”. La recomendación es la misma que para cualquier vuelo mayor a seis horas: pararse y moverse.

Esto podría pasarle a tu cuerpo durante un vuelo largo y sin escala

(Foto: Istock)

Para volar con más comodidad y seguridad, varias aerolíneas han hecho cambios al interior de sus cabinas: techos más elevados, ventanillas más amplias y una iluminación LED especial que juega con los colores para reducir el jet lag y los efectos del cambio de horario que implica un viaje intercontinental.

En cuanto a comidas, lo ideal, dicen los especialistas, es evitar alimentos irritantes o que causan gases o hinchazón, así como el consumo excesivo de alcohol .

Esto podría pasarle a tu cuerpo durante un vuelo largo y sin escala

(Foto: Istock)

Para minimizar los efectos negativos de la falta de espacio y movimiento, hay que vestir ropa poco ajustada y de fibra natural, con el fin de favorecer una menor presión sobre la piel y su mejor ventilación.

Los vuelos “extra large” también pueden potenciar otros problemas, como hipoxia, que se produce cuando se reducen los niveles de oxígeno en la sangre, lo que causa somnolencia y confusión.

Esto podría pasarle a tu cuerpo durante un vuelo largo y sin escala

(Foto: Istock)

En vuelos cortos (menos de dos mil kilómetros), el riesgo de padecer una t rombosis venosa en las piernas es nulo. Sobre los siete mil kilómetros se multiplica por dos y, a partir de los 10 mil, por cinco. El riesgo en personas sanas de sufrir el síndrome de la clase turista es bajo: uno de cada 5 mil pasajeros.