Dolores Hidalgo no solo es uno de los 6 pueblos mágicos del estado de Guanajuato; también es ‘la cuna de la Independencia Nacional’. En esta localidad, la noche del 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla lanzó el ‘Grito de Dolores’ para convocar al pueblo a levantarse en armas...
Las calles del pueblo ya están decoradas en verde, blanco y rojo. Desde la tarde del 15 de septiembre comienza la conmemoración con la entrega del Fuego Simbólico al gobernador del estado. Después, la comitiva, encabezada por él mismo, se traslada al atrio de la Parroquia de Dolores Hidalgo para leer el acta de Independencia. En este mismo escenario transcurre la ceremonia del ‘Grito’, el mismo que, se supone, dio el cura Hidalgo hace 213 años.
Como cada año, esta localidad comienza desde temprano la fiesta. ¿A qué nos referimos? Desde el 7 de septiembre hasta el 24 del mismo mes, se está llevando a cabo la feria ‘Fiestas Patrias Dolores Hidalgo’, con un programa que incluye presentaciones de música regional, exposiciones de foto y pintura, talleres, entre otros eventos culturales.
Hay juegos mecánicos, corredores gastronómicos, espectáculos circenses, shows de luces y conciertos. La programación para este año contempló la participación de Manuel Mijares, Pandora, Flans, El Gran Silencio, Julio Preciado, Santa Fe Klan, Banda MS y otros músicos y cantantes.
A unos 10 minutos en auto de San Miguel de Allende y a menos de cuatro horas de Ciudad de México, este pueblo mágico tiene una buena variedad de atractivos turísticos, más allá de las fiestas patrias.
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En tu próximo viaje a Dolores Hidalgo, recomendamos conocer estos lugares...
Para conocer la historia de nuestro país, date una vuelta por el Museo de la Independencia Nacional, un edificio histórico del siglo XVIII que muestra objetos valiosos y documentos relacionados con el movimiento independentista. Fue una cárcel, cuyas antiguas celdas funcionan en el presente como salas de exhibición. Para escuchar interesantes anécdotas, pide una visita guiada.
Visita también la Casa Museo Miguel Hidalgo, declarada Monumento Nacional. En este inmueble vivió el cura en 1819. Entre las piezas que exhibe, encontrarás la indumentaria del sacerdote, documentos y otros objetos personales.
Si te gustan las rancheras, no te vayas de Dolores Hidalgo sin recorrer las 9 salas de la casa museo del cantautor, uno de los principales representantes del género ranchero. Este recinto rinde homenaje a su vida y sus canciones mostrando objetos y documentos personales.
Visita su peculiar y vistoso mausoleo, donde descansan sus restos. ¿Cómo identificarlo? Fácil: el sombrero gigante y el colorido y serpenteante sarape no pasan inadvertidos. Dentro del primero hay un pebetero, y su epitafio es este: “La vida no vale nada”.
Sus cantinas tradicionales son paradas imprescindibles para vivir el ambiente local. Anímate a entrar a La Hiedra y a La Cantina del Koy, en el centro histórico de Dolores Hidalgo. Pídete un mezcalito —pero que sea guanajuatense— o tómate una Dolorosa, la cerveza artesanal producida en el pueblo mágico. Y, para comer como Diosito manda, tienes que ir a los restaurantes La Noria, El Carruaje, El Chiquihuite, Da Mónica y La Cocina de la Maestra, aunque hay otros más.
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El pueblo mágico pertenece a la Ruta del Vino Valle de la Independencia. Organiza tu visita para dedicar un día a conocer varias vinícolas de la región, como Cuna de Tierra, Tres Raíces o Los Arcángeles, incluido el Museo del Vino.
Ofrecen degustaciones, comidas o cenas maridaje, picnics, visitas guiadas por sus bodegas, paseos en bici y otras actividades más. Varios cuentan con restaurantes y hasta hoteles boutique. Cada uno es un destino en sí mismo.
En Cuna de Tierra, por ejemplo, conviértete en enólogo por un día al crear tu propio vino; hay comidas maridaje, algunas experiencias románticas, clases de cocina y degustaciones con charcutería fina y quesos. Tiene su propio restaurante. La vinícola ha ganado premios de arquitectura.
A unos 20 minutos del corazón de Dolores Hidalgo, se localiza esta hacienda de más de 450 años de historia, un escenario de ensueño para descansar, disfrutar de un fin de semana en pareja, organizar una pedida de mano y hasta para celebrar tu boda con encanto y al aire libre.
Hacienda de Trancas es un bello hotel boutique instalado en el casco antiguo de la hacienda con 11 suites. Cada una es diferente a las otras, en cuanto a decoración y tamaño.
La propiedad de vivos colores dispone de patios donde se puede leer y tomar un drink muy a gusto, frondosos jardines, spa, temazcal para purificar tu alma y cuerpo, y un restaurante de cocina mexicana. Para no dejar tu vida fit a un lado, también tiene un gimnasio.
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