Las Barrancas del Cobre, en el estado de Chihuahua, es uno de los escenarios más imponentes de México, gracias a sus profundos barrancos y cañones.
Hay muchísimos miradores que visitar, pero hay uno que destaca de los demás: el Mirador Cerro del Gallego que, aunque es algo remoto, es el más alto del país, a casi dos kilómetros de altura sobre el nivel del mar.
Son 1,879 metros de altura con el serpenteante río Urique y el antiguo pueblo minero homónimo a sus pies. Más al fondo podrás alcanzar a ver otro pueblo: Huapalaina o Guapalayna.
Para darle más emoción a tu paso, hay un pequeño puente colgante de unos 15 metros de largo que es la antesala al mirador. Ya del otro lado, el paisaje es increíble al ver esos interminables pliegues de las montañas.
El Mirador Cerro del Gallego cuenta con una especie de terraza volada sobre el cañón, con algunas partes de piso de cristal para observar la caída, sin nada que estorbe.
No hay duda de que aquí te toparás con una de las vista más imponentes, siendo más alta que el mirador de Divisadero y otros más de las Barrancas del Cobre.
El contraste entre lo diminuto que se ven los pequeños poblados y la enormidad de las montañas es fascinante y, la vez conmovedor.
Lee también: Piloto explica por qué los aviones comerciales no tienen paracaídas
Nadie sabe a ciencia cierta del por qué fue bautizado así, aunque sí existe una leyenda que le atribuye el nombre a un misterioso personaje de la época colonial.
Durante aquellos años, llegaron grupos de frailes jesuitas a esta región de la Sierra Tarahumara, con el fin de evangelizar a los indígenas rarámuri, lo cual resultó muy complicado.
Uno de esos misioneros, originario de Galicia, estaba muy enfermo. Cuenta que decidió retirarse a esas alturas para morir tranquilo, rodeado por aquel hermoso escenario que lo acercaba al cielo. Por esa razón, la montaña fue bautizada con ese nombre, en honor al fraile.
El mirador se encuentra entre Cerocahui y Urique,en la cúspide del Cañón de Urique, el punto más alto de estas montañas de las Barrancas del Cobre.
Arriba de la barranca está el pequeño poblado de Cerocahui. En el fondo de la montaña, está Urique. Estos son los dos pueblos más cercanos al mirador y desde donde puedes acceder a él; Cerocahui es más pintoresco y cuenta con mayor oferta turística.
Lee también: Cuándo es el Festival de Flores en el Centro Histórico de la CDMX
Para llegar, puedes hacerlo a bordo del Tren Chepe Express, bajando en la estación Bahuichivo. De ahí, deberás tomar un transporte a Cerocahui que tardará unos 45 minutos y, de ahí, otro más hasta el mirador o a pie, en plena terracería y entre el bosque.
Si te hospedas en Cerocahui, los hoteles ofrecen tours al mirador por $600 pesos por persona aproximadamente. La entrada al mirador es de $25 pesos.
Otra opción es el tour que tiene la empresa Chihuahua Te Amo, saliendo desde el Pueblo Mágico de Creel. Tiene un costo de $2,250 pesos para dos personas e incluye la visita guiada a Cerocahui, su misión jesuita, al mirador, a unos viñedos y el transporte redondo.
Cualquiera de estos caminos para llegar al mirador es fantástico. Los paisajes que se observan en el trayecto y las comunidades indígenas tarahumaras que viven en sus alrededores hacen de este, un lugar casi mágico.
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters.