En México hay muchos escenarios naturales que provocan suspiros y asombro nada más verlos, como las innumerables cascadas que existen en todo el país.
Cada una tiene una belleza propia, pero hay algunas que destacan por ser, además, imponentes. Aquí te traemos el top cinco de las más cascadas más altas de México. ¡Son maravillas que te hacen ver como una hormiguita y demuestran la grandeza de la naturaleza!
5. Cascada de Tamul, en San Luis Potosí
La exuberante y hermosa Huasteca Potosina arranca este top cinco con la que, quizá, sea la cascada más caudalosa del listado: la Cascada de Tamul, en el municipio de Aquismón.
En la cima del cañón del río Santa María, también nutrida por las aguas del río Gallinas, cae su torrente a 105 metros de altura para después formar el río Tampaón. Tan solo imagina su imponencia: en épocas de lluvias, puede extenderse hasta 300 metros de ancho.
Agua de un intenso y vibrante azul turquesa, vegetación selvática y frondosa es lo que te espera en este paraíso, el cual era conocido por los locales como ‘La Sonadora’ por el impresionante estruendo del agua.
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4. Cascada Velo de Novia, en Chiapas
¿Has escuchado algo sobre las Cascadas El Chiflón?, pues Velo de Novia forma parte de este sistema de caídas de agua en el estado de Chiapas, muy cerca de Comitán de Domínguez.
En realidad, son 5 cascadas: El Suspiro (25 metros), Ala de Ángel (30 metros), Arcoíris (53 metros), Quinceañera (60 metros) y, la más espectacular: Velo de Novia, la ‘campeona’ del sur del país, con sus 120 metros de altura.
Velo de Novia es ‘alimentada’ por el río San Vicente. En el lugar, se forman albercas naturales de aguas color turquesa, acompañadas con una exuberante vegetación selvática que forma una cortina arbórea, creando una postal de ensueño.
Hay un mirador en donde podrás apreciar su estrepitosa caída y su brisa te dejará empapado.
3. Cascada Basaseachi, en Chihuahua
Las Barrancas del Cobre, en Chihuahua, poseen maravillas naturales irrepetibles, como la Cascada Basaseachi (muchas veces escrita como Basaseachic) en la Sierra Tarahumara, dentro del Parque Nacional Cascada de Basaseachi, a unos tres kilómetros del poblado homónimo y a unos 265 de la ciudad de Chihuahua.
Rodeada de fascinantes formaciones rocosas y bosques de pinos, se nutre de la unión de los arroyos Durazno y Basaseachi, que terminan por precipitarse desde lo alto de la barranca. En su caída, se forma el río Candameña, que luego se une al río Mayo.
Podrás observar sus 246 metros de caída libre con mayor espectacularidad durante la época de lluvias, la cual se extiende de julio hasta septiembre.
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2. Cascada Tulimán, en Puebla
Constantemente se reconoce la cascada Basaseachi como la segunda más alta del país, pero muy pocos saben que cerca de Zacatlán de las Manzanas hay un conjunto de cascadas que supera la altura de la anterior: la Cascada de Tulimán.
Tres caídas de aguas escalonadas suman alrededor de 315 metros de altura. El curso de agua se divide en dos arroyos y una poza, ideal para darse un chapuzón. Por donde la mires, no deja de ser espectacular.
Se encuentra en el Parque Ecoturístico Cascadas Tulimán, en la hermosa Sierra Norte de Puebla. Desde el centro de Zacatlán, harás unos 20 minutos para llegar, tomando dirección a Chignahuapan.
En este parque encontrarás bonitas cabañas, tirolesas, un restaurante y otros atractivos naturales para armar un buen fin de semana.
1. Cascada de Piedra Volada, en Chihuahua
Llegamos a la cascada más alta del país, llamada Bolada o Volada (como sea, está bien dicho). Ubicada también en el Parque Nacional Cascada de Basaseachi. Hay que reconocer que es monumental, pues mide casi el doble que la de Basaseachi.
Tan solo imagina: la Torre Mítikah de CDMX mide 267 metros de altura, mientras que las Torres Obispado, las más altas del país, 305. La cascada de Piedra Volada es una grandulona al lado de estas dos construcciones, pues les lleva 186 y 148 metros, respectivamente. Es decir, mide ¡453 metros de alto!
Sin embargo, esta caída de agua es temporal, pues únicamente es posible verla en temporada de lluvias. Si quieres conocerla, ya sabes en qué momento ir y disfrutar de esta maravilla natural de la Sierra Tarahumara.
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