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En Durango existe un arcoíris eterno. Todos los días renace en las profundidades del bosque , cuando los rayos del sol chocan con el torrente de una cascada . Te da la bienvenida mientras “vuelas” sobre un abismo, con un cable de acero y arnés como protección. Luce como un pequeño velo, perdido en la inmensidad del paisaje. Y muy probablemente así te ves tú a la distancia.
Este lugar es el centro ecoturístico Salto del Agua Llovida . Su cascada fluye de manera totalmente vertical a 100 metros de altura y por fuera del muro rocoso que la sostiene.
No esperas encontrar tal vista en un estado que asociamos con el calor y el desierto. Tampoco resulta muy predecible en el camino de ida: un espeso bosque de cedros, el cual parece que está a punto de “tragarse” la carretera.
(Foto: Sergio Tapia. El Universal)
Es una de las grandes maravillas naturales, situada en plena Sierra Madre Occidental . Desde la capital del estado, el trayecto dura unas tres horas por carretera.
Emprender el vuelo
“No tienes que saltar, solo vas a levantar los pies del suelo”, te dice el guía mientras te paras al filo de la barranca, a punto de lanzarte de una tirolesa. En menos de un minuto, la cruzas de un extremo a otro. Antes de deslizarte, debes saber que te resultará tentador mirar hacia abajo; puede producirte algo de susto descubrir lo lejos que estarás del suelo, pero también será fascinante apreciar este paisaje.
El miedo desaparece cuando la mejor perspectiva de la cascada se presenta ante ti. El chorro de agua se acumula en una pequeña poza de color azul turquesa. Los viajeros que emprenden el recorrido hacia el fondo, parecen hormigas desde tu posición.
(Foto: Sergio Tapia. El Universal)
Un grupo de guacamayas se camuflajea a lo lejos. Cuando alzan el vuelo, se distinguen los tonos verdosos y azules de su cola. La mejor temporada para verlas transcurre entre agosto y septiembre.
De nuevo en tierra firme, tienes la oportunidad de acercarte hasta el pie de Agua Llovida . Los arroyos que la forman son muy pequeños, por lo que no hay riesgos.
En los terrenos del centro ecoturístico, se instaló un conjunto de cabañas rústicas con terraza. Son lugares perfectos para descansar y pasar una tarde en familia. El alojamiento se encuentra tan inmerso en la naturaleza, que es fácil encontrar hongos de colores y formas extrañas. La recomendación es observarlos de lejos, pues algunos son venenosos.
(Foto: Cortesía Dirección Municipal de Promoción Turística)
Para quien busca mayores comodidades hay un hotel campestre llamado Molinillos Mountain Resort. Desde sus habitaciones con vista panorámica, la sierra se muestra infinita.
(Foto: Cortesía Dirección Municipal de Promoción Turística)
Arte en piedra
A casi dos horas en auto desde Salto del Agua Llovida, hay un escenario natural que se originó hace millones de años. Es un campo repleto de enormes formaciones de piedra, las cuales alcanzan hasta ocho metros de altura. Parece de otro planeta; por sus curiosas siluetas, te lo imaginas como una comunidad de gigantes que fue petrificada para siempre.
(Foto: Cortesía Dirección Municipal de Promoción Turística)
La explicación oficial dicta que se trata de rocas volcánicas, modeladas cuidadosamente por la erosión. La única certeza es que resulta divertido medirse junto a ellas, treparlas, tomarse fotos y hasta descender a rappel desde las más grandes.
El lugar se llama Jardín de Piedra y está ubicado en una reserva natural conocida como Mexiquillo . Ahí puedes practicar ciclismo o hacer excursiones a bordo de una cuatrimoto.
(Foto: Cortesía Dirección Municipal de Promoción Turística)
Como vestigio de un camino ferroviario que nunca se terminó, hay nueve túneles perdidos en el bosque . Está permitido recorrerlos; el más extenso abarca un kilómetro y medio.
(Foto: Ramón Romero/ El Universal)
Aviéntate al vacío
El lugar más “temible” de la sierra de Durango es un sencillo puente de color naranja. La razón: se encuentra a 100 metros del suelo y es la sede del bungee más alto de Latinoamérica. Eso aseguran los touroperadores de Otinapa Sierra Camps, un centro ecoturístico a las afueras de la ciudad de Durango .
(Foto: Cortesía Dirección Municipal de Promoción Turística)
Tan solo el camino hacia la plataforma de salto, impone. No hay barandales ni barreras, únicamente una vía de tren de madera, sostenida por la estructura de metal. En ese momento estás enganchado con un arnés, pero eso es lo último que piensas al avanzar.
(Foto: Cortesía Dirección Municipal de Promoción Turística)
En la sierra de Durango las mejores experiencias tienen que ver con las alturas. Tal vez dudes un poco antes de vivir alguna, pero la recompensa es una vista que quedará grabada en tu memoria por siempre.